ALICANTE. La sostenibilidad y la puesta en práctica de iniciativas y formas de hacer negocios que no impacten en el planeta y contribuyan a frenar el cambio climático no es solo un reto inaplazable que deben abordar las empresas a tenor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París, sino que puede convertirse en una interesante oportunidad para las compañías. Esta es la principal conclusión de la jornada 'La empresa ante los retos de la sostenibilidad', organizada por Ibercaja y su Fundación en varias ciudades de España, incluida Alicante, en el marco de la 'Semana del planeta'.
El acto, celebrado en el salón de la Cámara de Comercio de Alicante, siguió en streaming durante su primera parte el desarrollo del acto gemelo de Ibercaja en Zaragoza, donde tiene su sede, con la inauguración a cargo de su presidente, José Luis Rodrigo, y una ponencia de la responsable de Medioambiente y Clima de la CEOE, Cristina Rivero. En la segunda mitad, la jornada contó con una mesa redonda en la que intervinieron representantes de Grupo Soledad, Grupo Marjal y Baleària para trasladar sus experiencias al público, formado por conocidos empresarios de la ciudad y la provincia, tras la bienvenida de Myriam Santos, responsable de Banca de Empresas de la Dirección Territorial Arco Mediterráneo de Ibercaja. El presidente de la Cámara, Juan Riera, fue el encargado de clausurar el encuentro.
El presidente de Ibercaja señaló que los diecisiete ODS y la Agenda 2030 forman parte "inexcusable" de la hoja de ruta de su entidad, que desde 2018 está adherida al Pacto Mundial y se guía por sus directrices al elaborar su estrategia. "Los ODS marcan todas nuestras acciones", subrayó. Rodrigo puso algunos ejemplos, como los proyectos de Ibercaja en movilidad sostenible, ciudades inteligentes o el 'Bosque Ibercaja'. En el "reto de luchar contra el cambio climático, Ibercaja lleva la sostenibilidad en su ADN", defendió su presidente, puesto que al haber sido una caja de ahorros tiene interiorizada la obra social. "Hemos estado cumpliendo los ODS sin saberlo", celebró, pues la entidad lleva "145 años preocupada por la sostenibilidad y la solidaridad, que van juntas".
La responsable de Medioambiente y Clima de la CEOE, que forma parte de los grupos de seguimiento de los compromisos mundiales para reducir emisiones, señaló que "desde 2001 ya no debatimos si hay cambio climático, sino qué hacer para combatirlo", y puso sobre la mesa el último panel del foro de Davos, en el que todos los riesgos para la economía detectados son de carácter medioambiental. Rivero recordó que en 2050 el sector eléctrico tiene que alcanzar la emisión cero, y el transporte debe reducirlas en un 90%, según la Unión Europea, lo que es un reto importante. "El cambio climático supone un riesgo físico, pero también económico, y al mismo tiempo genera nuevas oportunidades de negocio", subrayó la representante de CEOE.
En cuanto a los riesgos, Rivero señaló el reputacional, el de los costes del comercio (al penalizarse las emisiones) y el regulatorio, dado que no cumplir los objetivos impuestos no es una opción. Pero, insistió, "hay que verlo como una oportunidad, y tenemos muchas herramientas" para hacerlo. Por ejemplo, hay 11.000 pymes españolas en el registro de la huella de carbono. "Hay mucha gente observándonos, ya no puedes decir que eres sostenible sin serlo". Y la mayor oportunidad, según la experta, son los fondos Next Generation de la UE: "el 40% estarán destinados a la transición ecológica, y el 100% exigen cumplir el principio de no generar impacto en el medioambiente".
Ya en Alicante, la responsable de Banca de Empresas de Ibercaja en el territorio, Myriam Santos, destacó la "tradición de apoyo a las personas y el territorio donde estamos" de su entidad, y subrayó la importancia de la sostenibilidad en su plan estratégico para 2023. "El sector financiero tiene la responsabilidad de ser tractor para el resto, en colaboración con grandes empresas", consideró, de forma que "actuamos como correa de transmisión a la economía, podemos acelerar o frenar la transformación". Al respecto, Santos recordó que "en nuestro ADN como antigua caja de ahorros está el lograr un tejido empresarial más sostenible".
Algo de lo que en la provincia de Alicante hay buenos ejemplos, como demostró la mesa redonda celebrada a continuación, moderada por el redactor jefe de Empresas de Alicante Plaza, David Martínez. El presidente de Grupo Soledad, Salvador Pérez, primero en intervenir, destacó que su empresa fue la primera, hace 35 años, en reciclar neumáticos, y que sigue la política de las 3 'R' (reducir, reciclar, reutilizar) y que están integrados "al 100% en la economía circular". Álvaro Macià, responsable de Sostenibilidad de Grupo Marjal, por su parte, desveló que su empresa, que ha segmentado sus líneas de negocio, ha creado la división Marjal Sostenible para crear un plan transversal. Y el director de flota de Baleària, Guillermo Alomar, destacó que desde el principio han tenido esa sensibilidad al ser una empresa que 'fabrica' millas. El lema 'Rumbo verde' define la filosofía de la empresa, aseguró.
En la mesa se abordaron los retos y dificultades a los que se enfrentaron estas empresas para poner en marcha sus planes de sostenibilidad, cómo los resolvieron, ejemplos concretos de aplicación, y los beneficios para las compañías. En este sentido, Grupo Soledad "forma parte de uno de los dos sistemas de tratamiento de neumáticos", al comenzar su labor de sostenibilidad antes de que estuviese regulada, a partir de 2006. En Marjal los problemas fundamentales han sido "cómo comenzar, y cómo concienciar a nuestro equipo y nuestros partners", lo que al final se resume en una "cuestión cultural"; y Baleària afrontó su propio proceso con la cultura interna y una normativa propia, aunque advierte de que "hay que saber si el cliente está dispuesto a asumir el coste de la sostenibilidad en un mercado competitivo".
Entre los ejemplos concretos, Grupo Soledad se responsabiliza de los neumáticos usados que recoge en sus talleres eliminando el 100% de los residuos en el sistema, además de contar con una planta de biomasa para generar energía. Marjal fomenta la economía circular en su rama inmobiliaria, el 70% de la energía de sus resorts es renovable, y en las actividades con menores en estos complejos fomenta el cuidado del medioambiente. Baleària, además de transformar su flota para que funcione con gas natural licuado (GNL) y reducir así emisiones, monitoriza todos sus ferrys desde Dénia para aumentar la eficiencia de los trayectos, y ha eliminado el papel.
Las tres empresas cuentan con departamentos específicos para gestionar sus medidas de sostenibilidad, en algunos casos incorporando la función a otros que ya existían, como el de I+D, y en otros creándolos desde cero. Lo importante, coincidieron las tres, es contar con los perfiles adecuados, bien fomentándolos en la plantilla o buscándolos si es necesario. En cuanto a los beneficios para las empresas que aplican estas políticas, hubo un nuevo consenso: el más evidente es el reputacional, pero también hay un beneficio económico que proviene de intangibles como una ventaja competitiva o la repercusión de ser sostenible como modelo de negocio. Con todo, "los costes aún pesan", pero los tres directivos participantes animaron a fomentar estos planes en las empresas porque "el beneficio más evidente es el de poder seguir funcionando como empresa" (Baleària) y "no hay plan B" (Marjal).