MADRID (EP). El impuesto de matriculación, una tasa que está transferida a las comunidades autónomas, recaudó un total de 207,23 millones de euros entre enero y abril de este año, lo que supone un 109% más que en el mismo periodo del año pasado.
Según datos de la Agencia Tributaria recogidos por Europa Press, solo en el mes de abril las administraciones públicas recaudaron 58 millones de euros, casi 30 veces más que los 2,29 millones de euros que ingresaron en el mismo mes de 2020.
Este gran incremento se explica por varias razones. Por un lado, en el primer cuatrimestre de 2020 la pandemia del coronavirus ya había afectado al mercado automovilístico español, lo que supuso el cierre de los concesionarios durante varias semanas en primavera para evitar una expansión mayor del virus.
En segundo lugar, a comienzos de este ejercicio entró en vigor la nueva normativa de emisiones WLTP, más estricta, por lo que los vehículos homologan más emisiones de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, no se adaptó el impuesto de matriculación a esta nueva legislación, lo que hizo que más modelos ahora paguen esta tasa al ser adquiridos.
Según los mismos datos, la cuota media a ingresar por vehículo en abril fue de 800 euros, más del doble que los 318 euros del mismo mes que en 2020. En lo que va de año, esta cifra asciende hasta los 813 euros, un 113% más.
Sube un 21% el precio medio de los vehículos
Entre otras cifras, el precio medio de los vehículos entregados en España en el mes de abril, incluyendo el impuesto de matriculación, fue de 20.330 euros, un 20,8% más, mientras que en el primer cuatrimestre este se situó en los 20.298 euros, un 7,8% más.
Además, el valor total de los modelos nuevos comercializados en el mercado español en abril fue de 1.417 millones de euros, 12 veces más que los 118 millones de abril de 2020, cuando la población española estaba confinada. En lo que va de ejercicio, se vendieron en España automóviles por valor de 4.967 millones de euros, un 3,7% más.
Por su parte, las emisiones medias de CO2 de los coches vendidos en abril subieron a los 128 gramos por kilómetro, 17 gramos por encima que en el mismo mes del año pasado. En el acumulado del ejercicio se sitúan en los 129 gramos, 14 más que en el primer cuatrimestre de 2020.