un 20, 49,4 puntos por debajo del valor de 2020

La provincia de Alicante registra en febrero la ocupación turística más baja desde el comienzo de la pandemia

12/03/2021 - 

ALICANTE. La tasa de ocupación de los hoteles y establecimientos turísticos de la provincia de Alicante se ha situado en febrero en el 20,0%, el peor dato desde que se reanudara la actividad tras el confinamiento. Este dato es apenas un tercio del que se alcanzó en el mismo mes de 2020, justo antes de la devastadora irrupción de la pandemia.

Esta cifra evidencia el devastador efecto que tienen sobre el turismo alicantino las restricciones a la movilidad adoptadas para contener el avance del Covid-19. Así, el cierre perimetral autonómico, unido a la imposibilidad de entrar o salir de las ciudades de más de 50.000 habitantes de la Comunitat Valenciana durante todos los fines de semana del mes y el cierre de la hostelería han limitado sensiblemente los viajes turísticos.

La desastrosa situación que describe la cifra provincial encuentra algunas diferencias, si bien en ningún caso el balance es positivo. Así, la ciudad de Alicante apenas alcanza una tasa del 15,9%, Jávea del 25,1%, los establecimientos de interior llegan al 26,4%, Orihuela al 27,4%, Playa de San Juan se queda en un 32,5% y el mejor dato se encuentra en Guardamar del Segura, con un 53,2%. De manera agrupada, costas y playas alcanzan un 37,3% e interior se queda en un 26,8%.

En cuanto a la procedencia de la clientela turística, los viajeros nacionales han sido mayoría, con un 77,7%, mientras que la demanda de origen internacional se queda en el 22,3%. De entre los turistas llegados desde España, los más numerosos han sido los de la propia Comunitat Valenciana (52,3%), seguidos de los madrileños (14,77%), catalanes (9,4%), andaluces (6,9%) y castellanos manchegos (4,5%). En cuanto a los viajeros internacionales, los llegados desde Francia son un 15,2%, de Italia un 8,8%, desde Países Bajos un 8,2%, procedentes de Reino Unido un 6,9% y desde Bélgica el 5,4%.

Las perspectivas en el corto plazo no son mucho mejores. El anunciado cierre perimetral autonómico para San José y Semana Santa anticipa una cronificación de la situación actual. Los negocios turísticos agonizan a la espera de ayudas directas a fondo perdido, la única solución que puede poner freno a la sangría que mes tras mes merma la capacidad de recuperación. Es imprescindible un plan de rescate al sector ambicioso que se ajuste a las verdaderas necesidades de las empresas turísticas.

También es necesario planificar la desescalada, una vez superada la tercera ola e ir recuperando la movilidad. Respecto a la temporada de verano, debe regularse cuanto antes el funcionamiento del pasaporte sanitario en la Unión Europea, de manera que se puedan capitalizarse las ganas de viajar que existen entre los europeos y hacer lo propio con el público doméstico. Por último, la vacunación, el medio más eficaz para evitar contagios, debe agilizarse para poder alcanzar el 70% de población vacunada en verano.

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