ELCHE. La primera residencia de estudiantes como tal que empezará a operar en la ciudad, Velarde House, ya está lista para recibir a sus usuarios de cara al nuevo curso. Como contó este medio, un grupo de particulares creó una sociedad para impulsar este proyecto, conscientes del potencial, teniendo en cuenta las tres universidades que tienen sede en el municipio ilicitano. Así, aunque ya hay otros inmuebles destinados a pisos para universitarios, que es una cuestión distinta, este primer residencial ya tiene ocupadas todas sus plazas, veinte, cuyo grueso es alumnado de la Universidad Miguel Hernández (UMH).
Durante la presente temporada estival se está aprovechando para poner a punto algunos flecos, pero la obra ya está finalizada desde hace varias semanas, así como el resto de las instalaciones, desde el servicio de aerotermia en el tejado, hasta el de internet, con las zonas comunes también listas y esperando a ser estrenadas. El inmueble, ubicado en la calle Velarde número 39, habitual durante años para pisos de estudiantes, se ha rehabilitado por completo y el diseño de la actuación ha sido obra del estudio de arquitectura Art in the Zoo (Rosa Ros, Silvia Corbalán, Aldo Cusumano y José Ros). En la planta baja está la zona común y la habitación para estudiantes con movilidad reducida, y en las tres plantas se ha aprovechado la edificabilidad para sacar el máximo rendimiento, con habitaciones con baño y ventana o balcón, dependiendo de la arquitectura, ya que en el viejo inmueble era esa la distribución.
En total, 14 habitaciones individuales y 3 dobles para 6 estudiantes. Los veinte ya han reservado su plaza de cara al nuevo curso, aunque como explica el impulsor de la iniciativa, Blas Fernández, hay alrededor de una docena de personas en lista de espera, pendiente de ver finalmente dónde cursará sus estudios el próximo curso. Eso sí, aunque en principio Fernández esperaba que tuviera más demanda entre estudiantes de otros países, teniendo en cuenta por ejemplo el volumen de franceses que estudian en el CEU —sobre todo por Fisioterapia—, la mayoría son españoles, y de la UMH, "una gratísima sorpresa", explica el promotor.
La residencia estará formada por gente del País Vasco, Castilla-La Mancha , Aragón, Canarias o Andalucía; más concretamente, alumnado de Palma de Mallorca, Granada, Jaén o Ciudad Real, pero también estudiantes del entorno, como Torrevieja o València. A nivel internacional, hay dos doctorandos, una persona de Colombia y otra de Italia. La mayoría (4) son estudiantes de Biotecnología, también hay de Ciencias del Deporte, Psicología, Fisioterapia e Ingenierías. Asimismo, aunque Fernández no esconde que esperaba tener más target del CEU por la ubicación, explica que el alumnado de otros países se incorpora más tarde porque sus expedientes se resuelven más adelante. Es por esto que posiblemente hayan llegado antes los de la universidad pública.
Sea como fuere, el promotor plantea el proyecto prácticamente como una iniciativa de las que 'hacen ciudad', y espera que "ayude a replantear la vida universitaria". Como curiosidad, cada planta tiene el nombre de una pedanía: Perleta, Maitino, Las Bayas y Matola. Además, indica que ve muy positivo que las instalaciones de Ciudad Jardín también se destinen a otra residencia universitaria de 30-40 habitaciones. Fernández opina que aunque "nuestro precio sea un superior que al de pisos de estudiantes, mejoramos de forma importante la oferta asistencial en la ciudad". Espera, añade, "haber despertado una conciencia sobre este modelo". Por otra parte, a sendos proyectos, que surgen desde la iniciativa privada, habrá que sumar en 2022 o 2023 la residencia de estudiantes de la UMH que gestionará la universidad tras la cesión del Consistorio del inmueble.
Para finalizar, aunque el proyecto radica en estancias de un curso, desde septiembre hasta junio, están explorando otros posibles usos y relativas 'expansiones' de la iniciativa. Por una parte, plantea que en verano puede destinar la residencia durante 45 días a grupos de extranjeros que hacen viajes a España para estudiar el idioma y que una vez se ubican en municipios como Elche, quedan diseminados en distintos pisos. Una opción podría ser destinar las instalaciones a estos grupos, "ya que es algo parecido y más acorde con la actividad de Velarde House", explica Fernández. La otra opción que está sondeando para el futuro es destinar otras propiedades a pisos tutelados, que serían dependientes de la residencia y gestionados por esta, aunque en otros puntos del municipio. En cualquier caso, ahora que el trabajo de 'captación' está realizado, las miradas están puestas ya en septiembre.