las aspiraciones electorales desvían la atención de la gala

La Noche de la Economía, primer escenario de una inédita 'batalla' por presidir la Cámara

5/11/2021 - 

ALICANTE. "Mientras yo la presida, la Cámara será independiente, apartidista y tremendamente respetuosa con los Gobiernos y el color político que los ciudadanos hayan elegido. Hoy no toca". Del tiempo de su discurso dedicado a anunciar y defender su candidatura a un nuevo mandato como presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, que fue aproximadamente un tercio, Juan Riera dedicó buena parte a contestar al comunicado con el que, cinco horas antes, su vicepresidente Carlos Baño había anunciado su intención de optar al cargo. Lo hizo, eso sí, sin citarlo una sola vez, excepto al agradecer a su actual comité, del cual forma parte, el trabajo en los tiempos duros de la pandemia.


El sorprendente movimiento de Baño no tenía mucho más sentido que agitar el árbol. El Ministerio abrió el periodo electoral hace un mes, Juan Riera estaba ante la última Noche de la Economía Alicantina de su actual periodo como presidente (el anterior lo fue interino por la dimisión de José Enrique Garrigós) y, por fuerza, iba a desvelar sus intenciones, que sin duda no eran desconocidas para su equipo. Con su comunicado, el presidente de Facpyme logró ser el centro de todas las miradas anoche, mientras se quedaba completamente al margen de una celebración que ya había condicionado sin remedio. Pero también que Riera desvelase sus cartas y defendiese su candidatura continuista por contraposición.

Porque la propuesta de Carlos Baño pasa por devolver la Cámara a la época de Eliseo Quintanilla o Antonio Fernández Valenzuela, cuando la Noche de la Economía Alicantina consistía en que el presidente de turno de la Generalitat acudía a Alicante a recibir una lluvia de invectivas, se iba sin saber por dónde le habían llegado, y al día siguiente todo continuaba igual. El estilo de Garrigós ya rebajó bastante el tono, y Riera lo ha redondeado poniéndose el guante blanco en cada cita. Anoche expuso cuatro grandes reivindicaciones sin perder la compostura, y a las cuatro respondió Puig afirmativamente (en algún caso con propuestas concretas).


La jugada, pese a todo, enrareció el ambiente de una noche que debería servir exclusivamente para reconocer el trabajo de las empresas de la provincia (y qué empresas, AleHop, Instituto Bernabeu, Terra Natura, Madagascar...), que falta hacía precisamente tras la crisis sanitaria. Porque Riera entró en el juego, que podría haber evitado, y como ya hizo en 2017 aprovechó el altavoz de la Noche de la Economía Alicantina para poco menos que pedir el voto. "Formaré un equipo potente de empresarios independientes y con criterio".

Ahora se abre un escenario atípico en la institución cameral. Si es cierto que ante cada elección ha habido luchas, demostraciones de fuerza, negociaciones y componendas, nunca había sucedido en dos décadas que dos candidatos, ambos miembros de la actual dirección, presentasen su candidatura para enfrentarse en las urnas. Habitualmente, tras esas componendas, al presidente se le deja pasar cómodamente al pleno en el grupo por el que se presenta su empresa (ajustado el número de candidatos al de plazas vacantes), para que una vez formado, sus sesenta miembros lo elijan por aclamación. Veremos qué sucede a partir de ahora. 

Porque por supuesto, Baño cuenta con importantes apoyos en la Cámara. El primero, el de Facpyme, la asociación empresarial más importante en número de comerciantes de la provincia. El grupo de comercio, uno de los más representados en el pleno, cuenta con nueve asientos de los sesenta, por lo que supondría ya un paso importante. Pero no es el único. No hay que olvidar que Baño se conoce el funcionamiento de la Cámara como la palma de su mano, al haber estado vinculado a ella desde bien joven, y se trata de un empresario con mucho predicamento en la capital, al contrario que Riera, oriundo de Dénia.

No hay que perder de vista tampoco el papel de la Diputación de Alicante (pieza clave en el esquema 'Alicante vs Generalitat'), presidida precisamente por el director general que devolvió a la Cámara de Comercio a la senda del beneficio tras la crisis de la desaparición de la cuota cameral, Carlos Mazón. Baño cuenta con las simpatías del presidente de la Diputación y del PPCV, como quedó de manifiesto en el acto de anoche, pero Mazón también tiene una buena sintonía con Riera, con quien coincidió varios años en la institución. Las espadas, sorprendentemente dado el escenario en que se desenvainaron, están en todo lo alto.

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