BENIDORM. La Marina Baixa tenía esperanzas de pasar a la Fase 2 el próximo lunes 25 mayo, después de que la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunciara el sábado que pedirían que la Comunitat pasara en su conjunto para esa fecha. Pero todas estas posibilidades se eliminaron de un plumazo con el anuncio contrario del pasado martes, donde señalaba que por prudencia, no solicitarían este avance en el proceso de desconfinamiento.
Como se recordará, en un primer momento la Generalitat pidió que el territorio se analizara por departamentos sanitarios. Algo que permitió que la Marina Baixa pasara de fase en el primer intento, no así todas las secciones de la provincia de Alicante. Ahora, el criterio del Ejecutivo del socialista Ximo Puig ha reculado, y se hará por provincias.
De este modo, la comarca estará en Fase 1 durante al menos tres semanas, desde el 11 de mayo, al margen de si los datos del hospital de la Marina Baixa son positivos o no para una epidemia como la que vive el mundo a causa de la covid-19. Ante esto, el sector de la hostelería ha sido el peor parado.
A preguntas de este diario, el presidente de la asociación de bares, restaurantes y cafeterías de Benidorm (Abreca), Javier del Castillo, indicó que algunos de los empresarios de la localidad estaban preparándose para su apertura en la Fase 2. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos retrasaron el reinicio de su actividad pensando en esta etapa, ya que podrían recibir a comensales en el interior de los locales y así sacar mayor rentabilidad al negocio donde las terrazas no son suficiente.
"Era el pistoletazo de salida para salir a trabajar", comentó el empresario. Así, explicó que hay bares donde tienen sitio para "cuatro mesas en las terrazas", algo que no permite sacar rentabilidad a aquellos que tienen que contratar camareros, cocineros, etc. "Para los negocios familiares sí que es rentable porque no tienen que contratar a nadie", apostilló Del Castillo. Así, calculan que para la Fase 2 podría haber una apertura total de un 20% del sector hostelero.
Uno de los motivos que esgrime la consellera de Sanidad para pedir ahora el pase de fases por provincia se encuentra en posibilitar una mejor comunicación y movilidad entre los municipios que conforman este área. En principio, la diferencia entre fases podría ser un obstáculo para que municipios que no comparten la misma área de salud puedan viajar de un lado a otro. Esto es, Alicante en Fase 1 no podría ir a Benidorm en Fase 2.
Una solución que tampoco termina de encajar en el sector. Del Castillo explicó que para la ciudad de los rascacielos no es tan importante que venga alguien del resto de la provincia, como que se permita el tránsito desde Madrid o País Vasco. El empresario aseguró que la localidad no es receptor de turismo de compras, "el mayor atractivo son sus playas", indicó, por eso argumentó que lo más factible es que la apertura mayoritaria del sector se concentrará en julio, cuando empiecen a abrir los hoteles y la gente pueda moverse a apartamentos turísticos desde cualquier punto del país.
En un sondeo general de la percepción de los gobiernos de la comarca, la apreciación cambia según el color político que ocupa el sillón. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, fue el único de la comarca que dio un paso al frente por decisión propia y reclamó que se les facilitara toda la información correspondiente a este asunto y que justifican que la Generalitat Valenciana no haya pedido el pase a la Fase 2. El primer edil, del PP, indicó que quieren "pensar que hay unos datos e indicadores que sustentan y respaldan esta decisión”, pero “quien tiene la información es la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Sanidad”, no los municipios.
Preguntado por este tema, el alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, comentó a este diario que "muchos empresarios en el municipio estaban esperando que el lunes se pasase a la Fase 2", como es el caso de los restaurantes, que estaban poniendo a punto los establecimientos, incluyendo compras a proveedores para iniciar la actividad. El popular apuntó directamente a la gestión del gobierno autonómico, pidiendo incluso la dimisión de la consellera por, a su juicio, no haber sabido ajustarse a los parámetros que se piden para pasar de fase, como la contratación de sanitarios y la realización de test rápidos.
El alcalde de Finestrat, Juan Francisco Pérez, también del PP, dijo aceptar el criterio impuesto debido a que no tiene información respecto a la situación sanitaria de la Comunitat. Sin embargo, criticó que hayan dado "falsas expectativas, que además generen gasto a las empresas". Por eso, manifestó la importancia de que aquellos que tienen los datos, el gobierno autonómico, "sean más responsables de lo que han sido". Por último, reclamó transparencia a la hora de informar sobre los criterios que se siguen para pasar de fase.
Mientras el PSOE de La Vila y de l'Alfàs se doblega ante la decisión del gobierno autonómico y acepta la premisa de que permitirá un mejor control del contagio, en Altea, el portavoz de Compromís en el gobierno local, Diego Zaragozí, señaló las inquietudes del sector de la hostelería que este mismo miércoles le habían transmitido en una reunión.
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El edil explicó que la noticia se había recibido "mal" entre los empresarios porque estaban esperando que el próximo lunes pudieran retomar la actividad y recuperarse económicamente. "Incluso nos han pedido que si Altea podía reclamar de manera individual la Fase 2", comentó Zaragozí en relación a su encuentro con una de las asociaciones de hostelería. "Todos dábamos por hecho que íbamos a pasar el lunes y nos hemos quedado un poco disgustados", zanjó el regidor.
Cuando la Comunitat pase a la Fase 2, habrá numerosas actividades permitidas. Entre ellas, será posible el contacto social entre grupos de hasta 15 personas. Además, volverá uno de los sectores paralizados por completo, como son las bodas: será con un aforo del 50% y sin superar los 100 invitados en espacios al aire libre o los 50 en los cerrados. Al mismo tiempo, los velatorios tendrán un límite de 25 y 15 personas respectivamente.
En la Fase 2 también está contemplada la apertura de centros comerciales al 40% o que los bares autoricen la entrada de clientes en interior con aforo de un tercio. Las actividades de turismo activo será de hasta 20 personas –duplicando el negocio permitido hasta ahora– así como los congresos, encuentros, reuniones de negocio y conferencias ya sean de naturaleza pública o privada. En el caso de cines, teatros y auditorios será necesario contar con butacas preasignadas y no podrán superar un tercio del aforo, siempre y cuando en los lugares cerrados no lleguen a las 50 personas y al aire libre a las 400.
En el plano más lúdico fuera de la actividad económica, estará permitido hacer ejercicio al aire libre a cualquier hora del día, salvo en los dos únicos tramos horarios destinados a las personas mayores de 70 años: de 10 a 12 horas y de 19 a 20 horas. Además, las piscinas podrán volver a abrir sin superar el 30% del aforo y las playas ya tendrán la posibilidad de disfrutarse más allá del paseo permitido hasta el momento: tomando el sol o dándose un baño.