SEVILLA (EFE). El calor apretó en Sevilla en las horas previas al estreno de la selección española en la Eurocopa 2020. Provocó, junto a la situación de la pandemia que sigue castigando al fútbol, que el ambiente en las calles se redujese al máximo. La hermandad entre aficiones marcó una jornada de diversión, con la camiseta de Andrés Iniesta la más repetida.
Busca nuevos ídolos la afición española para lucir con orgullo en sus camisetas. Por el momento, el honor les pertenece a aquellos que hicieron historia cuando dominaron Europa y el mundo. Iniesta, el héroe de Johannesburgo, el que más se repite. David Villa, Sergio Ramos, Xavi, Iker Casillas o Fernando Torres son nombres que se pasearon por Sevilla y poblaban las gradas de La Cartuja en un nuevo paso hacia la normalidad.
Por las calles del centro igual te podías encontrar a Manolo cambiando por momentos su mítico bombo por una guitarra a un aficionado sueco, como a una leyenda como Iker Casillas, que se empapó del ambiente como un aficionado más. De levantar los títulos de la época más gloriosa, a estar cercano con cualquier aficionado que se acercó a la terraza donde picoteó algo antes de presenciar el estreno de la selección.
Las terrazas se abarrotaron en Triana. No había suficiente cerveza para calmar el calor de los aficionados suecos, que recorrieron la ciudad con banderas, disfrutaron con respeto de la belleza de Sevilla y celebraron la fiesta del fútbol que representa una Eurocopa.
Los aficionados españoles, venidos desde todos los puntos del país para animar a su selección, se hermanaron con los suecos. Intercambiaron bufandas bajo 32 grados, brindaron y se fotografiaron. La Giralda fue punto de encuentro, las calles del centro estaban salpicadas por aficionados aunque el ambiente de Eurocopa no inundó la ciudad.
Sevilla es siempre garantía de éxito para la selección. En esta ocasión la fiesta fue menor en el primer paso de la Eurocopa, pero seguro irá creciendo si el camino de los jugadores de Luis Enrique va cosechando buenos resultados. El 30% de La Cartuja mostrará afición en una grada que se dividirá entre el rojo de los españoles y el amarillo de la elástica sueca.
La fiesta del fútbol creció en las inmediaciones del estadio según se acercó el inicio del partido. El largo peregrinaje en una zona acotada hasta llegar a los controles de acceso y la puerta de entrada al gran espectáculo. Los cánticos ya hacían sentir la ilusión y el regreso de la normalidad, la vuelta a los estadios, el triunfo del deporte rey a un tiempo de incertidumbre.