ABOGA POR POTENCIAR LAS DESALADORAS

La Mancha tasa en 900 hm3 la "normalidad" en la cabecera del Tajo y pide al Levante que busque "alternativas"

20/01/2018 - 

TOLEDO (EP). El director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Antonio Luengo, ha tasado en 900 hectómetros cúbicos la lámina mínima de agua necesaria en los embalses de cabecera del río Tajo --Entrepeñas y Buendía-- para entrar en una situación de "normalidad", cuando en la actualidad cuenta con tres veces menos de agua embalsada, en el entorno de los 234 hectómetros.

En una entrevista con Europa Press, ha puesto el acento en que en los últimos 15 años y según datos estadísticos, sólo durante dos meses se alcanzó esa normalidad, mientras que el resto del tiempo las reservas han permanecido en todo momento en situación de alerta o prealerta.

Reconociendo el descenso del nivel de lluvias, ha puesto el acento en que los últimos tres meses han sido los más secos desde 1900. "Pero soy optimista y pienso que lloverá, que nevará y que remitirá la situación", ha dicho, confiado en que en un par de meses las reservas puedan acercarse a los 400 hectómetros cúbicos, lámina mínima establecida en el Memorándum firmado a cuatro bandas con los gobiernos de la Región de Murcia, la Comunitat Valenciana y el Gobierno estatal cuando gobernaba el PP en Castilla-La Mancha.

En todo caso, ha puesto de relieve que esos 400 hectómetros son "una línea inservible e insuficiente" que sólo basta para dejar los embalses en situación de emergencia. La normalidad pasa por un aporte vía lluvias de unos 750 hectómetros anuales para los pantanos de cabecera, de los cuales "el 50% se van por el trasvase hacia el Levante", lo que hace "imposible" el poder mantener un nivel aceptable.

Pérdida de población

Luengo ha puesto el foco en la fuerte pérdida de población que a su juicio ha provocado el trasvase Tajo-Segura desde su puesta en funcionamiento, estimando que los municipios ribereños se han dejado hasta dos tercios de su población en las cuatro últimas décadas.

La propuesta castellano-manchega, ha explicado, pasa ahora por cerrar filas entre todo el sector afectado para elaborar una postura común de cara a reclamar un Pacto Nacional del Agua. "Nos estamos reuniendo con todos los sectores por confederaciones hidrográficas para establecer un límite mínimo de exigencias por debajo del cual no aceptaremos. No queremos seguir siendo la región exportadora de agua y perder derechos con respecto a otras comunidades", ha indicado.

   La idea es "que cada cuenca pueda ser autosuficiente y asumir su propio déficit", algo de lo que Luengo está seguro que conseguirán cuencas como las del Segura o el Júcar gracias a la desalación.

"En el Levante quieren el agua del Duero"

Antonio Luengo ha considerado que los regantes levantinos "ya se están dando cuenta de que no se pueden hacer más trasvases" porque "son conscientes de que las perspectivas de que deje de haber agua sean altas".Por ello, les ha invitado a "buscar alternativas" si quieren mantener su "elevada producción agrícola", ya que, de no conseguirlo, "pueden tener la problemática de que sus ventas se acaben". "Si son realistas, saben que no pueden estar en lucha permanente. Y por otro lado, me llegan noticias de que están pretendiendo hacer un trasvase desde el Duero al Tajo, y esa política de trasvases no está bien vista en la Unión Europea", ha avisado.

En este punto, ha hecho referencia a la posibilidad de usar a mayor rendimiento las desaladoras, las cuales valora como "la posibilidad de futuro" para los regantes del Levante.

Noticias relacionadas