“Ximo Puig, me cago en tu puta madre”. Tal cual. Es el contenido del tuit que vomitó hace unos días el presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Alicante, un tal Álvaro Asencio, a quien no tengo el disgusto de conocer (sí que tengo referencias de su padre, sesudo abogado y defensor de Sonia Castedo en el embrollo Brugal, y militante en su día del PSOE). La diarrea intelectual de Álvaro venía a propósito de no se qué…...es lo de menos. Una diarrea que ha causado estupor en la nueva rectora. Amparo Navarro, y en el presidente del Consejo Social, Adolfo Utor, órgano este último del que también forma parte el susodicho, quien ha tildado al naviero de “individuo”. Para rematar. Al poco compruebo que es reincidente y que en la misma red social llama “cagón” al alcalde de Sant Joan, Jaime Albero, a propósito de no sé qué ni me importa. “Ximo, me cago en tu…..”. ¿Será esto una nueva variante de la inteligencia artificial y yo sin enterarme?. Jo.
El remate a todo este embrollo lo pone el portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts, Manolo Mata, asociando el tuit de Asencio (vinculado a NNGG del PP) a la guerra dialéctica que se ha intensificado esta semana entre populares y el Botànic en el parlamento autonómico. No, señor Mata. Usted no puede dar carta de naturaleza a un descerebrado a propósito de que el Pisuerga pasa por Valladolid. Este tipo de cagaleras no cuentan, por fa. Mientras, NNGG se desmarca del diarreico, como que ya no es una cédula activa en los jóvenes jabatos del PP. Contra la diarrea, Fortasec.
A mí estas cosas me ponen los pelos de punta, no por la expresión soez en sí misma, sin por lo que denota: matonismo. Y muy mala educación. Y me pregunto si el macarrón/pijo de la UA no es sino una mera víctima del sistema y de las perrerías/chulerías que sueltan nuestros políticos por menos que canta un gallo. Discoteca y libertad en el contexto, discoteca y libertad en algunos jóvenes situados en la frontera del encefalograma plano. No sé. No me atrevo ni a hacer sociología barata del “me cago”.
Reviso estos días el primer cine de Xavier Dolam (Yo maté a mi madre, Los amores imaginarios….) donde los jóvenes de Quebec se dicen de todo menos bonito, con momentos también de mucha ternura. Dolam, ese joven genio, sublima la vulgaridad cotidiana de la vida (con mucha retranca), los traumas en la construcción de identidades complejas, y es capaz incluso de cagarse en su puta madre. Lo hizo Pedro Almodóvar en La Mala Educación, en un ajuste de cuentas con los curas de los internados: otro ejercicio de sublimación, arañando en la estética y contra-estética del sexo desesperado (que es el que sembraron delictivamente sus curas), casi a la manera de Jean Genet.
Supongo que a Álvaro Asencio todo esto le sonará a indochino o, en el mejor de los casos, a basura queer. Ese es el problema. Estamos criando un trocito (solo un trocito, ojo) de generación de jóvenes analfabetos funcionales. Estamos no: están, don Manolo Mata. Youtubers que se van a Andorra, El Rubius, a pagar menos impuestos, y que se jactan de ello: ya lo han dado todo por la patria, como en su día lo dio Montserrat Caballé. Su única patria es la del IRPF. ¿Habrá que invadir el Principado? ¡Ay¡ La mala educación: cuantos estragos. Y una joven que se cuela en el Hospital de Elche para retransmitir en redes el Covid y hacerse más viral que el virus. Y. Ave María Purísima. Sin Pecado concebida. Te sigo copiando, De Manuel.
CODA: Julia Parra y Javier Gutiérrez, los dos diputados provinciales de Cs, siguen yendo a remolque de los acontecimientos, jugando siempre con la ambigüedad, “cese o dimisión” de Bernabé Cano. Soniquete de fondo: moción de censura, Toni Cantó y otros... Carlos Mazón: desesperado; ahora sí que le ha salido un cayo malayo; ríase usted de las desavenencias con el Consell. Luis Barcala a punto de frotarse las manos. José Luis Valdés y Hernández-Mata en los suyo: los guerreros del antifaz. Y el portavoz de Compromís en Sant Joan, Sergio Agueitos, emperrado en que el peón del cementerio se exprese en valenciano. Sujétame el vermú, como dice Maite Rico en El Mundo.