La izquierda a la izquierda del PSOE anda turbia y revuelta a propósito de las próximas elecciones europeas del 9 de junio, un test vital para saber el estado de opinión en España, y el estado de las preferencias electorales. El país es distrito único, recordemos. ERC, Bildu, BNG y los nacionalistas baleares (Ara Més) están consolidando una coalición mientras que en la orilla paralela, la que lidera Yolanda Díaz con Sumar, hay lío, doble lío en la Comunitat Valenciana puesto que a día de hoy la coalición Compromís es muy reacia a ir juntos. Sumar contará con Más Madrid (el partido de Errejón) y con los Comunes de Ada Colau, una especie de estado asociado, como Puerto Rico en Estados Unidos. Interesante duelo, tan interesante como la lucha de esgrima que están manteniendo PNV y Bildu para los comicios vascos (21 de abril), y ERC con Puigdemont para las catalanas (12 de mayo). Lo del PNV/Bildu es más amable. Digo Puigdemont porque su nombre va a figurar en la plataforma electoral que él mismo impulsa: un acto de megalomanía con escasos precedentes en el orbe democrático. Ni Milei sería capaz de llegar tan lejos.
La rehabilitación de Mónica Oltra tras el archivo provisional de su causa ha abierto en la Comunitat la caja de los truenos: le piden que vuelva a la primera línea (incluso algunos de los que la dejaron tirada como una colilla cuando estalló el caso de los abusos sexuales por parte de su exmarido ). Joan Ribó se lo ha pedido incluso a través de una sentida carta publicada en los periódicos de Prensa Ibérica. El exalcalde de València, que acaba de dejar su acta de concejal, albergó titubeos el día de la renuncia de Oltra, 21 de junio de 2022: "A veces conviene dar un paso al lado para avanzar con más fuerza". En la citada fecha, Oltra no estaba ni imputada. También desde el Bloc (Més Compromís), pata esencial de la coalición junto con Iniciativa (Oltra, Ribó, los Mollà, Aitana Más, peleadísima con los Mollà, Mireia y Pascual, un avispero) se reproducen muestras de cariño. Joan Baldoví: "Tiene las puertas abiertas".
Piden incluso que Sumar incluya a doña Mónica como número 3 para los comicios europeos si de verdad Yolanda Díaz quiere coaligarse con los valencianistas, cosa bastante difícil a fecha de hoy, por no decir imposible. No sólo por rifarse un puesto en la lista; es más profundo: en la Comunitat Valenciana hay un choque de trenes entre Compromís y la implantación territorial de Sumar por la sencilla razón de que no hay hueco electoral para los dos. Dicho de otro modo: Compromís no quiere se el tonto útil de Sumar, aunque en el Congreso compartan grupo parlamentario, cada vez con más reservas.
Yo me barrunto, visto el panorama, que estos días a Mónica Oltra se le habrá pasado por la cabeza eso de "que os den a todos". Estoy casi seguro, más aún con las guerrillas internas que hay en su coalición, incluido el larvado 'golpe de estado' que viene gestando el Bloc (Més Compromís) para la fusión de todos (incluidos Los Verdes-Equo) y crear un partido único gobernado esencialmente por los nacionalistas. En fin: el gran temor que debieran albergar los partidos a la izquierda del PSOE es un posible estancamiento o, incluso, una posible debacle (sobre todo Sumar) frente a un sensible ascenso del PP, una bajada del PSOE, y la incógnita de Vox sobre quien no me atrevo a hacer pronóstico alguno. Y en vez de preocuparse por eso...están en los líos. No cito a Podemos, desaparecidos del combate.
Hay un consenso generalizado de que Estados Unidos, Joe Biden, debe apretar más las clavijas al gobierno israelí de Netanyahu. Incluso retirando la ayuda militar (se acaba de aprobar una nueva remesa de 1.000 millones de dólares). Hay una opinión unánime de que hay que frenar en seco el genocidio de Gaza (hasta hace poco era reacio a usar este término tan denso). Ok: hay que frenar de cuajo la ignominia que se está cometiendo en La Franja. Lo que casi nadie reclama es que también hay que apretar las clavijas a Irán que en los últimos años, y a través de Hizbolá, ha conseguido crear un Estado propio en el sur del Líbano. Un Estado dentro de un Estado fallido como es Líbano. También financia Irán a las milicias terroristas de Hamás, en espuria convivencia con Catar. Por eso lo que hay en estos momentos en una guerra delegada de las grandes potencias. Biden, con elecciones a la vista, está haciendo todo lo posible para frenar la guerra. ¿Y qué está haciendo la teocracia dictatorial de Irán? Y, ya de paso, ¿qué están haciendo Egipto y Arabia Saudí? El indio.