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la conselleria espera culminar la tramitación en las próximas semanas

La Generalitat invertirá 50.000 euros en anclajes para evitar el fondeo en el Cabo de San Antonio

30/08/2019 - 

ALICANTE/XÀBIA. El Cabo de San Antonio, en Xàbia, es una de las reservas marinas de posidonia más valiosas del Mediterráneo. Y al mismo tiempo, ofrece uno de los paisajes litorales más codiciados por las embarcaciones de recreo de los turistas, que cada verano echan el ancla en la zona con la consiguiente afección para la pradera de posidonia. Para tratar de evitarlo, se instalaron en su momento una docena de boyas ecológicas, de forma que los barcos se amarren a ellas en lugar de anclarse al fondo, pero en estos momentos apenas quedan tres.

Por ello, la Conselleria de Transición Ecológica que dirige la ilicitana Mireia Mollà está ultimando un proyecto de instalación de anclajes para evitar que las embarcaciones echen el ancla en la zona protegida, en el que se van a invertir unos 50.000 euros, según explican fuentes del departamento a preguntas de Alicante Plaza. La tramitación del proyecto está muy avanzada, según estas fuentes, y es de esperar que pueda culminarse a lo largo de las próximas semanas.

El citado proyecto consistirá en la instalación de anclajes, reposición de las líneas de fondeo y boyas de amarre ecológicas en la reserva marina, para limitar la afección de las embarcaciones a la pradera de posidonia. De esta forma, la Conselleria tiene previsto instalar cuatro anclajes ecológicos en fondos duros (fuera de la pradera), así como 25 líneas de fondeo y cuatro boyas sobre trenes de fondeo existentes. La ejecución de la actuación se llevará a cabo en cuanto se complete la tramitación del expediente correspondiente, que en Transición Ecológica esperan que sea en breve.

El problema del fondeo indiscriminado se ha vuelto a hacer patente este verano, con decenas de embarcaciones echando el ancla sobre la posidonia, algo que está prohibido por la legislación autonómica (según el decreto de 2015 por el que el Consell regulaba el uso de la reserva marina del Cabo de San Antonio). A pesar de la abundante información que se ofrece al respecto en clubes náuticos de la zona, las embarcaciones rebasan el límite que marcan las boyas para anclarse cerca de tierra, y sus ocupantes se lanzan al agua para llegar a nado a las calas. El Consell espera poner coto a esta práctica en el corto plazo con el citado proyecto.

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