ORIHUELA. El pleno del Consell ha aceptado la cesión gratuita de la titularidad del conocido como 'Ahogadero Secante del Gusano de la Seda' al Ayuntamiento de Orihuela, tal y como establece el convenio suscrito entre ambas entidades y aprobado en 2017, para impulsar la regularización patrimonial de diferentes inmuebles situados en esa localidad.
El inmueble, ubicado en el número 35 de la calle Palmeral, se destinará a actividades formativas para la promoción del empleo en la ciudad, una vez que se realicen los trabajos y proyectos pertinentes de adecuación y durante todo el tiempo de cesión, según un comunicado de la Generalitat.
El Gobierno valenciano adquirió este inmueble mediante Real Decreto 3578/1983 de 28 de diciembre sobre traspaso de funciones y servicios del Estado a la Comunitat Valenciana en materia de investigación agraria.
Desde 1995 había cedido el uso gratuito al consistorio oriolano para destinarlo a equipamientos sociales. Cesión ampliada por acuerdo del Consell en 2011 por un plazo de diez años adicionales.
La finca figura en el Catastro de Bienes de Naturaleza Urbana a nombre de la Generalitat, con dos referencias: la primera de ellas con una superficie de 2.096 metros cuadrados y 814 metros construidos, y una segunda con una superficie gráfica de 470 metros cuadrados y construida de 306 metros cuadrados.
La cesión implica que el ayuntamiento debe cumplir con todas las obligaciones inherentes al derecho de propiedad como la inscripción a su nombre del inmueble en el Registro de la Propiedad y el Catastro, y efectuar la declaración de obra nueva, en su caso, de las edificaciones existentes en el mismo, de forma que coincidan las superficies registrales y catastrales con la realidad.
Además, la Generalitat podrá solicitar el uso puntual y gratuito de las dependencias del inmueble para la celebración de actos o acontecimientos organizados por ésta y sus organismos.
En caso de incumplimiento de las condiciones de la cesión o si los bienes cedidos no se destinasen al uso previsto, se entenderá resuelta automáticamente la misma, revirtiendo el inmueble a la Generalitat con todas las mejoras que se hayan realizado y sin derecho a indemnización alguna para el cesionario