ORIHUELA. La firma murciana Ayllonza será la encargada de realizar las mejoras en la red de pluviales de las pedanías de Orihuela que aún están pendientes de llevarse a cabo desde 2017. Arneva, Correntías, Raiguero de Bonanza y Hurchillo son las zonas a mejorar. La empresa presentó su oferta al concurso público que en octubre de este año cerró el plazo y la Mesa de Contratación decidió en noviembre de 2018 adjudicarla a Ayllonza, que presentó la oferta a menor precio de un total de 22 proyectos aceptados en tiempo y forma.
En estas obras, según el criterio de la Diputación de Alicante, premiaban con un 65% de la puntuación al plan de menor precio y con un 35% las medidas adicionales que ofreciera la empresa. Ayllonza suma el 100% de los puntos posibles. Ahora, los trabajos deberán concluir en tres meses, desde que se firme el acta de replanteo, por lo que se espera que en marzo o abril se pueda recepcionar la obra si cumple con todos los criterios exigidos. El Ayuntamiento de Orihuela garantiza al adjudicatario obras por un importe de hasta 124.000 euros y la compañía lo hará por casi 100.000 euros.
Así, la firma actuará en los barrancos que atraviesan los núcleos urbanos de las pedanías de Hurchillo y Arneva, parcialmente soterrado, así como en Correntías, ejecutando imbornales en varios puntos donde se detecta la acumulación de aguas superficiales en la calzada. Las lluvias torrenciales de 2016 dejaron ver, en los tramos que discurre a cielo abierto de ambos cauces, una serie de desperfectos, aterramientos y socavaciones del terreno en su base que ocasionaron filtraciones en viviendas.
La actuación en la pedanía de Raiguero de Bonanza se centrará en modificar una gran cantidad de imbornales que, ahora, no rinden lo suficiente por deficiencias en su ubicación, tanto en situación como en cota sobre el pavimento.
Estas labores, según estima el proyecto, repercutirá en unas 50 viviendas y a 200 personas afectadas por la situación actual, al discurrir en cauce del Barranco de Hurchillo.
Las labores complementarán la canalización en uso, reparando daños y ejecutando un tramo que completa la tubería en todo su trazado a través del núcleo urbano de Hurchillo. Se realizará, además, en el barranco de Arneva las obras necesarias para crear un foso arenero, de fácil limpieza, que impida que se introduzcan arrastres a la parte soterrada de canal. Ambas actuaciones se ejecutan con el fin de minimizar posibles daños producidos por futuros torrentes esporádicos.
La actuación en Hurchillo se sitúa en su totalidad en el núcleo de población. Los trabajos comenzarán en la bajada de aguas entre las calles Carretera y calle del Molino. Se proyecta también una serie de imbornales en la confluencia de la calle Mayor con la carretera CV-923 y se completa la actuación con el reasfaltado de la calle Barranco, fuertemente deteriorada. Así, pues, se hará el desbroce y excavación del terreno, un canal a cielo abierto de hormigón, imbornales y reasfaltado.
En Arneva se trabajará en la cabecera de la parte soterrada del barranco. También habrá desbroce y excavación del terreno, la ejecución de arenero y solera de hormigón y muros de mampostería.
En Correntías se proyectan imbornales para la evacuación de pluviales en el barrio Los Cristinos a la altura de la calle Jesús del Valle, y en la rotonda de la CV-95, en las inmediaciones del centro comercial. Asimismo, en Raiguero de Bonanza, al igual que en la pedanía de Correntías, se prevé modificar y mejorar la red de imbornales.
El personal previsto estimado para los trabajos dependerá del número de tajos de obra abiertos en cada momento, no obstante, durante los trabajos de extendido de capa asfáltica, se prevé un máximo de seis operarios.
En cuanto a las posibles molestias para quienes residen en las zonas de futuras obras, la empresa asegura que tomarán las medidas oportunas para evitar posibles roturas en la red de suministro de agua o electricidad. En caso de que se detecte la existencia de servicios que se puedan ver afectados, se comunicará con la compañía suministradora para adoptar medidas.
La firma asegura que, una vez finalizada la obra, las partes colindantes a los trabajos deberán quedar en las mismas condiciones y con el mismo aspecto que ofrecía antes de los trabajos.