Vista de la desaladora de AlicanteALICANTE. La falta de agua haría peligrar unos 1.200 millones de euros y 40.000 empleos en el sector hortofrutícola de la provincia de Alicante que depende del trasvase Tajo-Segura, así como en la actividad del transporte por carretera, según estima en un informe el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca). "Las bajas precipitaciones y elevadas temperaturas producen, junto a otros factores, que la provincia de Alicante se encuentre en gran medida bajo unas condiciones de escasez de agua estructural", señala el instituto.
Según Ineca, la aportación al PIB de la provincia de Alicante del sector agroalimentario del trasvase Tajo-Segura es superior a los 1.200 millones de euros al año, "y esta importante actividad económica, en la que trabajan más de 40.000 personas, podría perder competitividad si no se implementan nuevos recursos hídricos". "Si cae la producción de productos hortofrutícolas por la falta de agua, se reduce también la cantidad que debe ser transportada y esto iría en detrimento del sector del transporte", ha advertido antes de recordar que "la provincia de Alicante tiene la segunda mayor flota de camiones de España".
El presidente de Ineca, Perfecto Palacio, ha considerado que solucionar el déficit hídrico de Alicante requiere de una conjunción de iniciativas de consenso para traer agua de otras cuencas, consolidar el trasvase Tajo-Segura, reutilizar aguas regeneradas y emplear agua desalinizada a precios competitivos para el sector agroalimentario. Palacio ha reiterado que "la sequía daña de manera directa a uno de los sectores productivos más importantes y estratégicos de la provincia de Alicante, lo que impide el desarrollo de todo su potencial económico, que, a su vez, genera sinergias entre los sectores del transporte, de la transformación agroalimentaria y del turismo".
Por su parte, el director de Proyectos de Ineca, Joaquín Melgarejo, ha especificado que las demandas totales de la provincia de Alicante ascienden a unos 1.300 hectómetros cúbicos (hm3), mientras que la totalidad de los recursos disponibles, sin contar la sobreexplotación de acuíferos, se eleva a 655 hm3. Por tanto, según Ineca, el territorio alicantino tiene "un déficit estructural de 645 hm3, que se agudiza en épocas de sequía, como la actual", que viene "sufriendo" esta provincia "desde 2014".
En la provincia de Alicante hay una demanda hídrica de 1.300 hm3/año y una oferta real de 1.066 hm3/año, a la cual hay que sumar la utilización de 165 hm3/año, procedentes de aguas subterráneas no renovables, lo que da, como balance, "un déficit hídrico de 399 hm3/año, de acuerdo con los datos manejados por Ineca. Melgarejo ha asegurado que los recursos superficiales disponibles generados en la provincia en embalses y ríos autóctonos son muy escasos, unos 15 hm3 al año, y que éstos, unidos a los del Segura, ascienden a unos 194 hm3/año. A su vez, los recursos medios subterráneos renovables de la provincia han sido cuantificados en 472 hm3 anuales. Del total de los recursos explotados, unos 165 hm3/año corresponden a reservas no renovables.
En 2016 se depuraron unos volúmenes totales de 139,5 hm3, de los cuales se reutilizaron 59,1 hm3 y se vertieron una vez tratados al mar 80,4 hm3. A juicio de Melgarejo, estas cifras demuestran la capacidad de reutilización que existe en la provincia de Alicante, "aunque aún hay un potencial de reutilización muy apreciable de unos 50 hm3, sobre todo en l'Alacantí y Bajo Vinalopó". "Para ello es preciso que se realicen inversiones en infraestructuras y acuerdos económicos-financieros con los usuarios", ha apuntado.
En 2016, la provincia de Alicante tenía una capacidad instalada para producir agua desalinizada de 165 hm3/año, pero el problema fundamental que esta medida complementaria precisa, además de algunas infraestructuras, es la reducción del precio de la energía, que, según Ineca, "lo hace inviable" para la agricultura. Para Melgarejo, a corto plazo se podrían facilitar en torno a los 210-220 hm3/año de caudales complementarios para el sector agroalimentario de la provincia de Alicante con la re-dotación del trasvase Tajo-Segura con 78 hm3 y del trasvase Júcar-Vinalopó con 45 hm3, la reutilización de aguas depuradas con 50 hm3, el uso de agua desalada entre 20 y 40 hm3 y la cesión de derechos con 17 hm3.
Si todo ello se aplicara, "conseguiríamos restaurar el equilibrio hídrico y nos hallaríamos en el camino de resolver el principal problema ambiental, económico y social que en estos momentos tiene la provincia de Alicante: el déficit de recursos hídricos, ha opinado.
