ALICANTE. Seis de cada diez jóvenes valencianos de entre 15 y 20 años se plantean o se han planteado alguna vez convertirse en pilotos. Es el resultado que arroja una encuesta realizada en toda España por la escuela de pilotos alicantina European Flyers, con sede en el aeródromo de Mutxamel y en el madrileño de Cuatro Vientos. La citada encuesta, que forma parte de la estrategia de la principal escuela española de pilotos para acercarse a sus posibles alumnos, arroja una evidencia que es al mismo tiempo debilidad y nicho de mercado: muchos de esos jóvenes no intentan ser pilotos porque no saben que, en realidad, es bastante más sencillo de lo que asegura el imaginario colectivo.
Hasta hace unos años, para ser piloto había que pasar por el Ejército, o en todo caso por el programa de formación de Iberia. Con la liberalización del sector, cualquiera que cumpla unas mínimas condiciones físicas y atesore el nivel de conocimientos requerido puede conseguir su licencia en apenas dos años. Una licencia, por cierto, que al ser la de mayor rango europeo, permite volar prácticamente en todo el mundo. European Flyers celebrará este sábado 3 de julio otro Open Day en busca de posibles alumnos, en un momento que todos los expertos consideran el idóneo para iniciar esta formación.
"Los informes de Boeing y Airbus, basados en la demanda de aviones que tienen ahora mismo, apunta a que van a hacer falta muchos pilotos para cubrir la demanda de las aerolíneas el año que viene y sobre todo en 2023", afirma el director de la escuela, Miguel del Moral. Concretamente, las proyecciones apuntan a una necesidad de 550.000 pilotos y 650.000 técnicos para los próximos quince años. La razón: durante la pandemia muchas compañías llevaron a cabo prejubilaciones para reducir sus plantillas, y muchos pilotos militares en excedencia volvieron a sus puestos. Así, cuando la movilidad aérea recupere sus niveles prepandemia, el sector va a tener que afrontar una renovación forzosa.
"American Airlines ya ha tenido que cancelar el 1% de sus vuelos programados por falta de pilotos", señala Del Moral. "Y United Airlines va a invertir un billón de dólares en becas de formación para buscar cadetes". European Flyers tiene un convenio con Iberia Express de forma que, cuando la aerolínea necesita incorporar personal, la escuela selecciona a sus mejores alumnos para incorporarlos a la empresa. Antes de la pandemia, sin esta carencia acuciante de pilotos, la escuela ya garantizaba la inserción laboral del 100% de sus alumnos en seis meses. El actual escenario ofrece aún más posibilidades. "Quizá no sea el mejor momento para terminar la formación, pero sin duda sí lo es para empezarla", defiende Nacho Torregrosa, responsable de la escuela en Alicante.
La sede alicantina, en el aeródromo de Mutxamel, cuenta con tres aulas para 10 personas cada una para la formación teórica, un simulador que ofrece la primera experiencia de vuelo a los alumnos, y dos aeronaves. El año pasado licenciaron a su promoción número 100 (Alicante suele empezar dos al año, una de avión y otra de helicóptero, mientras Madrid inicia de cuatro a cinco), coincidiendo con su trigésimo aniversario. "Normalmente son chavales que han terminado el bachillerato, pero tenemos todo tipo de perfiles", explica Torregrosa. "Por ejemplo, en el curso de helicóptero hay muchos alumnos de 40 años". En dos años, salen de European Flyers con su licencia bajo el brazo, y la gran mayoría son captados por aerolíneas comerciales, aunque pueden trabajar como piloto de emergencias, de Salvamento o de aviación ejecutiva.
"Esta base es más desconocida que la de Madrid, pero ofrece la ventaja de la meteorología", explica Eva Miñano, responsable de Marketing de la escuela. De hecho, "traemos alumnos de Madrid a que completen su formación práctica aquí, a los que les gestionamos todo lo relacionado con el alojamiento", indica. "La idea es llegar a tener una residencia en el propio recinto". Además del curso de piloto de avión y el de helicóptero, cuyos alumnos prácticamente empiezan a trabajar en Babcock, cuya sede está a solo unos metros de distancia, antes de licenciarse, la escuela ofrece también el curso de piloto de drones.
Uno de los 2.000 alumnos que ha pasado por la escuela en este tiempo es Juan Carlos, de Novelda, quien tras terminar su formación se convirtió en instructor. "Acabé el curso justo el 14 de marzo de 2020, justo antes del confinamiento, y luego en verano me hice intructor", relata. "Toda la vida he estado mirando al cielo desde Novelda", explica el joven de 22 años, que llegó a hacer la PAU antes de acudir a un Open Day de European Flyers. "Mucha gente busca ser piloto comercial, pero hay un mundo de posibilidades", advierte, "desde la extinción de incendios al salvamento". Lo que más valora de la escuela alicantina es precisamente que "si quieres ser piloto, no hace falta irse a otro sitio para poder avanzar".