tribuna libre / OPINIÓN

La empresa invencible

23/10/2020 - 

A cualquier CEO se le exige obtener resultados de la explotación de sus líneas de negocio actuales, a la par que ir preparando la empresa para el futuro. Ya sabemos, las cosas cambian y lo que funciona ahora no tiene por qué hacerlo en el futuro. Cambian los clientes, la forma de llegar a ellos, las tecnologías, etc. y si no se adapta nuestra compañía lo hará la competencia.

En esta dualidad de gestión de explotar-explorar, reinventarse para mantener a la empresa competitiva requiere que la innovación se gestione desde la estrategia, con sus particularidades.

La gestión estratégica de la innovación empieza con una visión y mentalidad de esfuerzo que perfunda en todos los rincones posibles de la empresa, desde el liderazgo. No sabemos cómo será nuestra empresa en el mañana, ni se puede como tal planificar, pero sí establecer mecanismos para empezar a crearla. Necesitamos internamente:

  • Directivos, equipos y personas conscientes de la importancia y sensibles a la innovación. Se necesita su compromiso.
  • Un entorno de trabajo adecuado para trabajar la innovación. Con una organización flexible, desburocratizada, que no informal.  
  • Radares para detectar cambios y oportunidades. Herramientas de inteligencia competitiva. Tener el “bluetooth” de la empresa siempre activado.
  • Comprender que la innovación implica equivocarse y trabajar con incertidumbre. A veces se gana y a veces se aprende, pero costará recursos.

Y hay cosas que sobrarán, sobre todo dos:

  • Utilizar la innovación como mera campaña de publicidad, con proyectos muchas veces incomprensibles, de poco contenido y sentido. Utilizar este tipo de fuegos artificiales contribuye poco a poco a crear una imagen de la empresa carente de autenticidad, interna y externamente.
  • Egos empresariales que promulguen que nadie sabe más que nuestra empresa.

Se hace necesario estar abierto al talento y conocimiento externo, asumiendo que no todo lo sabemos, y que el prisma con el que otros están mirando a lo que necesita o cómo se comporta nuestro cliente, y sus diferentes maneras de hacer las cosas, puede ser uno de los ingredientes para mantener o mejorar nuestra competitividad. Interesante por tanto, para nuestra estrategia, el colaborar con parques científicos, universidades, startups, centros tecnológicos, proveedores, etc.

Una buena gestión estratégica debe de dar como resultado focalizarse en las oportunidades de innovación más prometedoras, para ejecutar proyectos coherentes con las posibilidades de la empresa. Por coherente se entiende: que aproveche las capacidades actuales de la empresa, con un objetivo temporal adecuado de alcanzar mercado, con una complejidad o riesgo técnico asequible, y con capacidad para conseguir los recursos necesarios.

No tienen por qué ser innovaciones radicales ni tecnológicas, a veces pequeños proyectos o reorientaciones del modelo de negocio provocan grandes cambios en la empresa. Las proyecciones de impacto y objetivos concretos llegarán cuando tengamos definido nuestros proyectos de innovación.

Esto se traduce en la práctica en que los proyectos elegidos deben de gestionarse con una misión y hoja de ruta, ahora sí, más clara. Donde se pueden adoptar metodologías de gestión ágiles que permitan reorientas acciones y resultados a medida que vayamos aprendiendo.

El fin último del proyecto de innovación será impactar en la futura cuenta de resultados de la empresa. ¿cómo ha contribuido el proyecto X en aumentar la facturación de la empresa o en disminuir los costes?

La empresa invencible es, según  Alex Osterwalder, "Una compañía que constantemente se reinventa a sí misma antes de quedar obsoleta. Lo hace explorando el futuro y siendo excelente en el presente, simultáneamente. Cultiva una cultura de innovación y ejecución  que convive en armonía bajo el mismo techo. Compite sobre la base de modelos de negocio superiores y trasciende las fronteras empresariales tradicionales". Probablemente en  su conjunto un concepto utópico para muchas empresas, pero al que tienden todas las compañías preocupadas por no estancarse en la mediocridad.

Javier Sancho Azuar. Director del Área de Emprendimiento del Parque Científico UMH.

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