MADRID (Europa Press). La Dirección General de Tráfico (DGT) inicia este lunes, 15 de enero, una campaña de control y vigilancia de las condiciones y elementos de seguridad de los vehículos que circulan por las carreteras, que se desarrollará hasta este domingo 21 de enero, según informa la DGT.
De este modo, durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) y el resto de policías locales y autonómicos que se sumen a la campaña prestarán especial atención al adecuado mantenimiento y puesta a punto de todos los elementos de seguridad del vehículo: neumáticos, frenos, luces, señalización y parabrisas sin daños o ITV, entre otros.
Según apunta Tráfico, el mantenimiento adecuado de todos los elementos de seguridad "se convierte en una actividad imprescindible para combatir la siniestralidad", pues el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo.
Con respecto a los neumáticos, aproximadamente más de un millón de vehículos, un 5%, circulan con defectos graves en las ruedas, principalmente por llevar una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal de 1,6 milímetros; tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta; y circular con una presión errónea. Por ello, la DGT considera "necesario" comprobar regularmente la presión del neumático en frío y la rueda de repuesto, así como revisar posibles fugas de aire por las válvulas. El tapón de la misma constituye un elemento de estanqueidad, por lo que su uso es "imprescindible".
Asimismo, para que la conducción se realice en condiciones de seguridad, Tráfico aconseja prestar especial atención a la utilización, mantenimiento y regulación de los faros, para conseguir, por un lado, disponer de luz suficiente y, por otro, no deslumbrar a quién circula por las mismas vías públicas. En concreto, recomienda cambiar las lámparas cada 40.000 kilómetros o cada dos años, cambiarlas de dos en dos y mantener siempre limpias las ópticas: faros y pilotos.
Matrícula, parabrisas y documentación
Además de las luces y los neumáticos, también se controlará la placa de la matrícula, el parabrisas y la documentación del vehículo. El conductor debe verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación, no estén deterioradas ni manipuladas.
Igualmente, el conductor debe verificar que el parabrisas no presenta daño alguno, al ser una pieza "fundamental en la resistencia estructural del vehículo, en la eficacia del airbag y en la de ser soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción".
En tercer lugar, el conductor debe llevar obligatoriamente, además del preceptivo permiso de circulación, el permiso de circulación*del vehículo en el que figuran los datos técnicos del mismo y los datos de su propietario (o una autorización de la Jefatura de Tráfico en su ausencia) y la tarjeta de la ITV y pegatina*correspondiente, visible en la luna delantera.
Un 19% de los vehículos no pasaron la ITV
Tráfico indica que la inspección técnica de los vehículos (ITV) es "fundamental" para la seguridad vial. Las estaciones de ITV españolas llevaron a cabo la revisión de 19,5 millones de vehículos durante el año 2016, un 4% más que en 2015.
Del total de vehículos inspeccionados, 3,6 millones no superaron a la primera la inspección obligatoria (19% del total), lo que supone que casi uno de cada cinco vehículos fue rechazado por no reunir las condiciones mínimas de seguridad o por emitir a la atmósfera emisiones contaminantes y nocivas superiores a lo permitido por ley.
El 20 de mayo de 2018 entrará en vigor el nuevo Real Decreto 563/2017, de 2 de junio, por el que se regulan las inspecciones técnicas en carretera de vehículos comerciales que circulan en territorio español.
La Comisión Europea también pretende adoptar nuevas normas para reforzar el régimen de inspecciones y ampliar su alcance, ya que cada día mueren en las carreteras europeas más de cinco personas en accidentes causados por fallos técnicos.
Estas normas contemplan la inspección obligatoria en toda la UE de ciclomotores y motocicletas (ya es obligatoria en España); el aumento de la frecuencia de las inspecciones técnicas para los vehículos de más antigüedad y para los automóviles y furgonetas con un kilometraje excepcionalmente alto; el establecimiento de unas normas mínimas comunes para las distintas deficiencias, para el equipo y para los inspectores; la sujeción a un control obligatorio de los componentes de seguridad electrónicos; y la lucha contra la manipulación fraudulenta de los cuentakilómetros.