La delantera sin arietes española encontró las costuras de la zaga italiana  

MADRID (EFE). La delantera sin arietes o con 'falsos nueve' que planteó el seleccionador español, Julen Lopetegui, formada por David Silva, Marco Asensio e Isco Alarcón, encontró las costuras de la zaga italiana (3-0), resguardada por dos mediocentros que fueron incapaces de detener a los mediapuntas españoles.

Lopetegui activó el plan del 'falso 9', aprovechó el buen momento de Isco y Asensio, y ambos respondieron haciendo inútiles tanto a los cuatro defensas como a los dos mediocentros que debían sabotear la sala de máquinas española: Daniele De Rossi y Marco Verrati.

España dio libertad a los dos jugadores del Madrid para que combinaran y buscaran los puntos débiles de las dos líneas de cuatro jugadores 'azzurri', ya que los dos extremos italianos -Antonio Candreva y Lorenzo Insigne- tuvieron que ejercer como interiores.

La función más ingrata le tocó a David Silva, que fue el que más tiempo hizo de referencia falsa que buscaba los desmarques a una u otra banda. Ese trabajo, y el de la presión a los contrarios, le restó brillo, pero fue fundamental para que aparecieran los goles.

El plan tardó poco en hacer efecto. Un pase filtrado de Andrés Iniesta que buscaba a Marco Asensio motivó la entrada de Leonardo Bonucci, que tenía que evitar que el madridista se fuera solo hacia la portería de Buffon. Falta, amarilla y golpe franco ejecutado de forma magistral por Isco para hacer el 1-0.

El gol obligó a Italia a que su 4-2-4 dejara de ser un 4-4-2. Matteo Darmian avisó con un primer centro desde la derecha, y el segundo, sobre el minuto 20, supuso un cabezazo peligrosísimo de Belotti al que respondió De Gea. Pero el peligro se quedó ahí y España respondió con un cabezazo alto de Piqué a centro de Koke.

Un zurdazo de calidad de Isco puso el 2-0 justo antes del descanso y obligó a Gian Piero Ventura a buscar otra alternativa para inquietar a España. Lo hizo adelantando a los laterales, metiendo a Insigne como tercer rematador y durante los primeros diez minutos del segundo tiempo pareció haber arrinconado a España, pero sin éxito en el remate.

Con el 'falso nueve' amortizado, Lopetegui recuperó al '9', Álvaro Morata. El delantero del Chelsea tardó apenas cinco minutos en responderle, en una galopada en la que tuvo a Sergio Ramos como socio para una pared que terminó con el balón en el fondo de las redes de la portería defendida por Gianluigi Buffon.

La reacción italiana, buscando más verticalidad con Éder, juego por banda con Bernardeschi e incluso un 'falso nueve' con Gabbiadini, fue en vano. La delantera sin delanteros de España volvió a ser útil para dar un paso de gigante hacia el Mundial 2018, como lo fue en la Eurocopa 2012, también ante los transalpinos.