ALICANTE. Fractura sin solución a la vista. La militancia de Esquerra Unida (EU) tendrá la última palabra en la pugna por el control de la acción política de Guanyar en el Ayuntamiento de Alicante y la crisis abierta entre sus cinco concejales. La reunión del consejo político de EU se zanjó al filo de la medianoche de este jueves con el resultado de división adelantado por Alicante Plaza: 11 votos a favor de obviar la convocatoria de un proceso de selección sobre los asesores del grupo municipal (al menos mientras se resuelva la impugnación presentada por el coordinador local de EU, José Luis Romero, a título individual) y 11 votos en contra. O lo que vendría a ser lo mismo, la mitad de la cúpula de EU eligió desligarse de facto de Guanyar (sin reconocer la legitimidad de los acuerdos tomados en su asamblea del lunes), mientras que la otra mitad reclamó que se acatasen sus mandatos.
Eso sí, no hubo voto de calidad ni decisión que pudiese propiciar un desempate, ni tampoco una hipotética dimisión del coordinador local que alguien pudiese haber considerado posible ante la contestación interna que había motivado su propuesta. Sencillamente, la crisis queda literalmente suspendida, con resultado de tablas, hasta el próximo 13 de enero. Es la fecha acordada por el consejo político, a propuesta del propio Romero, para que el conjunto de los afiliados de la coalición debata y se posicione sobre la disputa: si se debe convocar o no dicho procedimiento de selección para elegir de nuevo al personal de confianza del grupo municipal, ahora que Guanyar ya no forma parte del equipo de Gobierno.
Romero llegó a plantear que, hasta la celebración de esa asamblea, se formase una comisión con seis representantes (tres por cada sensibilidad) con la voluntad de negociar y consensuar la propuesta que se sometiese a debate de la militancia de EU. Pero, según las fuentes consultadas, los partidarios de que se cumpliese el acuerdo adoptado por la asamblea de Guanyar insistieron en que, para que se plantease esa negociación, primero se debía retirar la impugnación registrada por Romero.
La reunión, que se prolongó durante más de dos horas y media, fue intensa pero sin que se llegasen a registrar un enfrentamiento más allá de la defensa de posiciones distintas, según fuentes presentes en el consejo. En ese intercambio de pareceres, el sector que defendió la validez de la asamblea de Guanyar volvió a sostener que tras la petición de un nuevo procedimiento abierto para elegir a los asesores no se escondía la intención de promover la sustitución de Miguel Ángel Pavón como portavoz municipal. Pero, según las fuentes consultadas, el sector alineado con el coordinador local y con el propio Pavón mantendría ese convencimiento. A juicio de esta corriente oficialista, se habría creado un grupo de contestación integrado por el excoordinador local de EU, José Antonio Fernández Cabello, por el portavoz de la Mesa de Coordinación de Guanyar, Luis Fernando Sevilla, por los concejales Daniel Simón, Víctor Domínguez y Marisol Moreno, y por algunos de sus asesores (ahora cesados de sus funciones tras el abandono del equipo de Gobierno), con la intención de tomar decisiones sobre EU desde Guanyar. Fuentes de esta sensibilidad lo niegan y sostienen que sólo se trata de abrir el proceso de selección de los asesores del grupo municipal tras la pérdida de confianza que se habría producido en la labor desempeñada al menos por dos de ellos: Esther Rubio y Paloma Serrano. Las dos forman parte del consejo político, son afines a Romero y cuentan con la confianza de Pavón.
Entre los once miembros del consejo político que se posicionaron junto a Romero se encuentran dos concejales: el propio Pavón y Julia Angulo. Entre los once miembros que se decantaron por secundar el acuerdo de Guanyar figura un sólo regidor: Daniel Simón.