Las obras de reurbanización de la avenida Padre Esplá, ya finalizadas.ALICANTE. La crisis generada por el desabastecimiento de materias primas, y el consiguiente incremento de precios de los materiales empleados en el sector de la construcción (hierro, hormigón, etc), comienza a provocar consecuencias relevantes en las inversiones programadas por el Ayuntamiento de Alicante.
Hasta el momento se había conseguido esquivar el impacto de esos efectos, más allá de la renuncia pactada con Pavasal sobre el proyecto de construcción de la pasarela ciclopeatonal hasta Urbanova, o de los modificados de obra aplicados en algunas de las actuaciones promovidas en el Castillo de San Fernando.
Sin embargo, el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) ha optado ahora por la prevención con una primera decisión de calado: la revisión de precios de hasta siete proyectos distintos para evitar que sus respectivos concursos puedan quedar desiertos por el desajuste ocasionado en la valoración final de costes.
Se trata de las siete actuaciones previstas en el entorno de los dos castillos, cofinanciadas con fondos Feder, a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (Idae), para las que se había estimado un desembolso global de 7,2 millones. De hecho, ya se ha promovido una primera modificación de crédito del presupuesto de 2022 por una suma total de 7,2 millones, en la que se consignaban 1,2 millones correspondientes a la aportación que corresponde asumir al ayuntamiento en esas siete obras en concreto.
En ese el listado de actuaciones se incluye el proyecto de mejora de la calle Poeta Campos Vasallo; el proyecto de reurbanización de la Plaza Músico Óscar Tordera Iñesta; el proyecto de mejora del sistema viario de la calle Sargento Vaíllo; el proyecto de reurbanización del entorno de la Plaza de San Antonio; el proyecto de mejora del sistema viario de la Avenida de Jijona; el proyecto de mejora de accesibilidad y revitalización urbana de la calle Sevilla y su entorno; y del proyecto de mejora del sistema viario de la calle Marqués de Molins.
Algunos de las actuaciones se planificaron entre 2019 y 2020, antes de la pandemia y de los problemas de abastecimiento en el sector de la construcción
Con la revisión de precios que se prevé aprobar en la Junta de Gobierno del próximo martes, el importe calculado inicialmente se eleva en más de medio millón de euros más, hasta rozar los 8 millones. Tras ese acuerdo, se procederá a aprobar las correspondientes licitaciones con la confianza en que -ahora sí- los precios propuestos puedan resultar atractivos para las empresas especializadas en el sector de la obra pública.
Fuentes municipales consultadas incidieron en que la revisión de precios elaborada por los técnicos de la Concejalía de Urbanismo resultaba necesaria en la medida en que la mayor parte de esos proyectos fueron redactados entre 2019 y 2020. Así, sus cálculos de costes habían quedado desactualizados y se corría el riesgo de que ninguna empresa concurriera por convertirse en adjudicataria -lo que podría poner en peligro el cumplimiento de plazos para lograr la financiación europea-, o de que, en el caso de llegar a adjudicarse, se tuviesen que aprobar modificados de obra posteriores.
