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plan de liquidación de la firma oriolana

La competencia se reparte los restos de Son Sánchez y Frit Ravich se queda la marca

9/01/2017 - 

ALICANTE. La empresa oriolana de frutos secos Son Sánchez S.A. ya es historia. La liquidación de la firma ha avanzado a base de subastas de los bienes muebles de la empresa, que no logró superar el concurso de acreedores voluntario al que se acogió en 2014. Diversas empresas de la competencia y de otros sectores han pujado y se han adjudicado varios activos de la empresa en liquidación, incluidos los relativos a la propiedad intelectual. Ahora, que el característico logo de Son Sánchez vuelva a verse en los lineales de los supermercados y las tiendas de alimentación depende de la gerundense Frit Ravich.

Según consta en el registro de marcas de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), Frit Ravich (especializada en la fabricación y distribución de aperitivos fritos) es la propietaria de dos marcas de la extinta firma oriolana: la propia Son Sánchez y Frutalis. El resto de marcas de la empresa no han suscitado el interés del mercado. Así lo advertía el administrador concursal designado por el juzgado de lo Mercantil número 3 de Alicante, Leopoldo Pons Abogados y Economistas S.L., en su informe al juez de marzo de 2016: "Únicamente se han recibido ofertas por tres de las marcas titularidad de la concursada, circunstancia que pone de manifiesto la imposible realización del resto de marcas propiedad de la deudora dada la falta de demanda en el mercado de estos activos".

Frit Ravich es la propietaria de la marca desde el pasado mes de julio, según consta en el registro de la EUIPO, pero por el momento no ha hecho uso de la misma y comercializa todos sus productos bajo su propio logo. De hecho, los dominios de internet "sonsanchez.com" y "sonsanchez.es" están a la venta. Los comercializa una empresa especializada en telecomunicaciones de la localidad de Callosa de Segura, La Vega Baja Servicios Telemáticos. La empresa acepta ofertas por correo electrónico para adjudicar el dominio que fue de la firma oriolana hasta que cesó su actividad en el verano de 2015, después de que la familia Sánchez Molla, fundadora de la firma, y el administrador concursal, intentasen sin éxito obtener un comprador para la sociedad.

Lo que sí ha suscitado el interés de empresas de todo tipo es la subasta de los bienes muebles de la firma, tal como se refleja en el informe del administrador concursal al juzgado. La mayoría de lotes se ha adjudicado a empresas del mismo sector que Son Sánchez (algunas de ellas muy reconocidas), pero también se han repartido entre constructoras o empresas de servicios tecnológicos, por ejemplo. Muchas de ellas, de la Vega Baja, aunque también hay adjudicatarios del resto de la provincia, de Valencia e incluso de fuera de la Comunitat.

Así, la empresa de Crevillente Productos Damel S.L., fabricante de chocolate, se quedó con el lote de mayor valor, integrado por un horno, varias envasadoras, carretillas eléctricas, estanterías, mesas, un frigorífico y un depósito de aceite por 508.200 euros, mejorando el precio de salida fijado por el administrador concursal (420.000 euros). Una freidora que salía a subasta en 170.000 euros, sin embargo, fue para Romani Import-Export, que ha pagado por ella 346.000 euros. También resultaron adjudicatarios de diversos lotes José Bernabé Díaz S.L., la navarra Aperitivos y Extrusionados S.A.U. (que se quedó una fuente de agua y mobiliario), la valenciana Importaco Food Service, o Sirvent Almendras S.A. 

Entre los pujadores que se ha llevado algún lote de los restos de Son Sánchez destacan, con todo, dos empresas valencianas que fueron rivales directas de la oriolana: Grefusa (Macrosnacks SLU) y Productos Churruca. La primera se ha hecho con la titularidad de una envolvedora de palés, una línea de tarrinas y una lavadora por 50.000 euros (el precio de salida era de 42.000 euros por los tres lotes). En cuanto a la histórica marca de pipas, se ha llevado una calibradora, un traspalet, un soporte para llenado de sacas, impresoras y boninadores por un total de 42.000 euros.

Son Sánchez S.A. nació en Orihuela en 1940, cuando los padres de los actuales socios abrieron una tienda de comestibles que dos décadas después comenzó a tostar cacahuetes y pipas. De ahí a las pipas fritas embolsadas y, en los últimos tiempos, toda clase de futos secos. En 2009 trasladaron su planta a Albatera al no encontrar suelo industrial apropiado en Orihuela, y realizaron una inversión de 9 millones en sus nuevas instalaciones, de 8.000 metros cuadrados. Pero la firma dirigida por José Antonio Sánchez Mollá (expresidente de la Cámara de Orihuela) y sus hermanos comenzó a tener problemas de liquidez al caer su facturación un 25% en 2013. Tras solicitar el concurso en 2014 y realizar en ERE a 40 de las 80 personas que conformaban su plantilla, el administrador concursal y los nuevos gestores intentaron refinanciar deuda primero, y vender la empresa después. Nada sirvió: en enero de 2015 se aprobaba el plan de liquidación.

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