ALCOI. La comodidad tiene nombre de mujer. O muchos más, como Sibíla, Abril, o incluso Greta. Es algo que conoce a la perfección el contestano Xavier Linares, creador de la marca Ohhna, especializada en ropa de punto de alta calidad para mujer siguiendo los parámetros de sencillez, utilidad y responsabilidad. Y es que ya lo dice su eslogan: vestir bien para vivir lo importante. "Son fondos de armario. La idea es que sean prendas que puedas disfrutar en tu día a día, durante la cita de trabajo o la comida de empresa que tengas, sea cual sea el programa de rutina que tengas". La mejor manera de conocer a Ohhna es acariciando una de sus piezas. En su tacto han confiado ya a decenas de mujeres, entre los 25 y los 45 años. "Sobre todo, clientas a las que les gusta viajar y que van siempre con el tiempo ajustado, por lo que buscan una prenda fácil de combinar, con la que poder despreocuparse". Pero la filosofía de respeto hacia el planeta Tierra que plantea la marca de Xavier Linares guarda un objetivo casi intergaláctico. "También queremos dirigirnos a la gente que sabe que hace falta un cambio, porque el sistema va a petar. Deseamos concienciar a todos los que no lo están: desde mi parte, la de fabricante, hasta el consumidor, en esta cadena responsable con el medio ambiente", detalla el empresario de Cocentaina.
Linares nos adentra en su universo a través de dos de sus prendas. Una de ellas se llama Kala. Para la temporada de invierno, la colección contempla chaquetas, vestidos y jerséis, con previsión de añadir la falda para primavera-verano –ya están trabajando en los muestrarios, con tejidos más finos-, y el pantalón para la siguiente temporada otoño-invierno. Todo tiene un porqué: la materia prima. Y es que Ohhna apuesta por el algodón, 50% reciclado y 50% orgánico, con intención de llegar al lino próximamente. "Solamente trabajamos con productos naturales. Compramos el hilo a Hilaturas Ferre, en Banyeres de Mariola, que ha ganado premios en su apuesta por la innovación y la sostenibilidad en sus tejidos, ya que utiliza una fibra cien por cien reciclada y ecológica, el famoso hilo Recover", asegura. El resultado es infalible: piezas totalmente distintas, cada una de un padre y de una madre, con colores irrepetibles, que fabrica una empresa de Alcoy. Un valor añadido que han sabido captar los expertos en el asunto de la moda sostenible, a pesar de que la marca Ohnna se encuentra en plena etapa de pubertad, ya que se lanzó a la aventura hace escasos cuatro meses, el pasado noviembre. En este breve período de tiempo, la firma de Linares ya se ha alzado con el premio a Mejor Empresa Ecosostenible en el VIII Concurso de Empresas y Proyectos Empresariales Emprendedores organizado por la Mancomunitat de l’Alcoià i el Comtat, dotado con 1.500 euros. Y también con los 6.000 del reconocimiento en metálico que recibió en enero dentro de la iniciativa de ámbito autonómico promovida por la fábrica Lafarge Holcim, ubicada en Sagunto.
"La satisfacción viene al ser premiados en esta sección. No a la mejor empresa, sino a la mejor empresa ecosostenible", reitera. Linares insiste en defender cuál es la idiosincrasia de Ohhna. Estudiante de grado de ADE en el Campus de Alcoy de la UPV, con experiencia en el sector financiero, ahora está a punto de cumplir veintiocho años. Se lanzó a la carrera de su sueño hace unos cuantos, apoyado por la misma universidad, a través de Ideas UPV Challenge y, sobre todo, gracias a la iniciativa Activa Àgora, que promueve el CEEI Alcoi-València. "Llamé a la puerta de la universidad pidiendo colaboración. Logré llevar al espacio del Àgora una idea viable, y en verano quise ya profesionalizarla". Y, como en cualquier carrera de fondo, hubo que retener mucho aire para recorrerse los primeros kilómetros. "Fue un coste elevado al inicio, es cierto, pero siempre digo que es una inversión a largo término. Esto permite contar con unos fundamentos sólidos para que sea un éxito", reconoce. Y más, con un objetivo tan ambicioso como el que se marca Ohhna en el último sprint, lejos de lo que marcaría su estereotipo profesional. "Yo voy en contra de esa filosofía empresarial tan extendida. Queremos liderar el cambio sostenible, en la industria y en el consumismo. Esta zona ha estado tradicionalmente dedicada al textil, con muchas fábricas dedicadas al género del punto. Con la universidad, Aitex, la EASD… Tenemos un gran potencial. Pretendo crear sinergias y reactivar el sector (…) Hay que poner las luces largas para ver adónde quieres llegar", concluye.
La definición de Ohhna, con cierto aire a lo conocido, por cierto –como una de sus modelos, imagen televisiva de Wallapop-, echa mano de una bonita dosis de imaginación y se refiere a quien guarda "la capacidad de descubrir momentos vitales con facilidad". Crear vida desde el kilómetro cero e impregnarla de estos bellos valores, en otras palabras. Sin ir más lejos, desde el mismo packaging, las tarjetas que acompañan a sus productos, hechas con material de semillas para cultivar una planta, o el hecho de que sus prendas se puedan retornar cuando la cliente se cansa, para volverlas a incluir en la economía circular, con descuento incluido en la siguiente adquisición. La idea es romper con el círculo vicioso, como plantea Linares. "Hay que buscar el respeto por nuestro entorno, que está formado por el medio ambiente y las personas. Si no contamos con un salario digno, las empresas cierran, porque no hay compradores". Y recuerda: "No estamos inventando nada; el norte de Europa ya lo está haciendo. España está a la cola en este asunto, como siempre". Su idea de crear "algo bueno" pero que, a la vez, le diferencie, va por buen camino; ya no es solo lo que prometía como inspiración. La frescura de la moda femenina más sostenible está de venta on-line y se llama Ohhna, o amor por lo bonito para los amigos.