Tenemos nueva disputa en la provincia de Alicante: el nuevo grado de Medicina de la Universidad de Alicante va camino de generar todo un cisma institucional, pero en el fondo deja entrever la ambición de cada campus.
He de reconocer que no entiendo mucho de cuestiones universitarias. Pero si que veo con cierta admiración cómo la Universidad de Alicante ha tenido la determinación de poner en marcha, de nuevo, los estudios de Medicina en su campus de San Vicente. Y digo en San Vicente porque de momento no sabemos dónde estará ubicada esa facultad.
Pero con la aseveración con la que el rector, Manuel Palomar, en su día defendió tal decisión, veo que es algo meditado, trabajado y con ánimo de permanencia en el tiempo. La reacción de la UMH ya la conocimos el lunes pasado: no están de acuerdo e irán los tribunales. Bien, es lo lógico.
Pero bueno, más allá de las rencillas que ahora pueda provocar esa medida, y que tiende a ajusticiar otra del pasado, la iniciativa de la UA, reitero, es algo planificado y demuestra la proactividad de su rector, Manuel Palomar, en materializar este hito. Los números los manejan: en su opinión, la provincia de Alicante tiene un déficit de médicos y muchas de las plazas de residentes (MIR) quedan vacantes. Por lo tanto, hay mercado.
A ello se suma que el terreno está sembrado. La Universidad de Alicante siempre ha colocado peones en las instituciones, gobernara quien gobernara. Ahora, tiene a Josefina Buena como directora general de Universidades, como avanzadilla a lo que pueda pasar...por no citar la Conselleria de Transparencia o Educación o Turismo, con personal del campus incrustrado en la arquitectura política del pacte del Botànic.
Pero ¿y la UMH? Seguro que tiene gente o ha tenido. Pero la gran pregunta que la gente se hace en Elche es si la Miguel Hernández ha cumplido su papel, 20 años de su llegada a la ciudad, como actor dinamizador de la vida social, cultural y económica. Cuando asistí a la tertulia de Elche Piensa, muchas de las intervenciones versaron sobre esa cuestión y si realmente la ciudad estaba sacando partido de esas inversiones en edificios y logrando impacto en su economía. Hubo quién planteó que Elche tenía las oficinas de un sector importante de funcionarios que residía en la zona de confort de Playa de San Juan y que los viernes a mediodía, plegaba velas hasta el lunes sin gastar un céntimo en la ciudad.
Quizás el ejemplo no es el idóneo, ni tampoco debamos mezclar una cosa con la otra, pero el conflicto de Medicina sí que pone de relieve la perseverancia de cada campus por unos objetivos. Posiblemente, la UMH también los tenga, y los haya conseguido, pero sigue coja en integración en su ecosistema natural. Alicante no sólo ha logrado eso, y también la opción de implantar Medicina, sino que ha generado una red de sedes por toda la provincia, desde Dénia hasta Torrevieja pasando por Cocentaina y Villena, que le generan un colchón para cualquier desliz administrativo. Y por si fuera poco, tiene gregarios que le generan reputación positiva.
No sé si me he metido dónde no debía, pero yo lo veo así. O al menos, así se ve desde fuera. Es una cuestión de actitud, y que espero que genere una reflexión... más allá, de si alguien nos quita, nos pone, si Zaplana, el recurso de los diputados del PSOE, etc...