GUARDAMAR DEL SEGURA. Entre el 21 y el 26 de febrero, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) realizó trabajos para retirar los residuos sólidos acumulados en la barrera instalada en el río Segura en Guardamar del Segura, antes de llegar a la desembocadura. En esos trabajos recogieron 71 m3 (datos contabilizados en volumen y no en peso). Diez días después de finalizar esos trabajos en la barrera volvían a acumularse residuos flotantes.
De los 71 m3 recogidos durante cinco días, a finales de febrero, 41 correspondía a podas, aglutinados en tres contenedores. De 'material seleccionado' y empleando cuatro contenedores los operarios recogieron 20 m3, un contenedor de 5 m3 de vidrio y otro, también de 5 m3 ocupados por animales muertos.
El río Segura sufre desde hace décadas la contaminación tanto por vía de residuos sólidos como por vertidos líquidos. La CHS está llevando a cabo actuaciones para la retirada de estos elementos, no solo en la barrera instalada en Guardamar del Segura. Con una partida de 1,5 millones de euros, donde también está englobado la reparación en tomas de acequias y en puntos de retorno, y adecuación de accesos, se incluye la limpieza de elementos de toma y mantenimiento de cadenas de retención de sólidos.
No solo la CHS, como responsable del mantenimiento del río, está actuando por acabar con los residuos sólidos. La ciudadanía de forma individual y grupos ecologistas están llevando a cabo acciones en el mismo sentido. Desde hace más de un año, un domingo de cada mes, activistas por el cuidado del medio ambiente se citan en Guardamar del Segura para, durante dos horas, retirar todos los residuos que pueden. "Es imposible recogerlo todo de tanto que hay" explica María Jesús Pérez, una de las personas que acude a casi todas las citas. La mayoría de estos encuentros los convoca la plataforma Mocho Costero. Después de cada cita llenan decenas de bolsas, suministradas por el ayuntamiento de Guardamar como el vehículo para transportarlo.
Para la plataforma Segura Transparente esta situación es una de sus prioridades. No solo inciden en la concienciación de la ciudadanía para que no contribuyan a la contaminación del río, sino que además proponen instalar redes cónicas en cada acequia para que los residuos sólidos no se acumulen en la desembocadura. Y con esta medida, señalan, tiene que ir acompañada de un mantenimiento constante y la instalación de contenedores adecuados para depositar los residuos recogidos.
Además de los residuos sólidos flotantes el río Segura sufre desde hace décadas el vertido de contaminantes en estado líquido, algunos perceptibles a simple vista, otros no. A finales de enero la presencia de gran cantidad de espuma a su paso de Orihuela fue la última referencia, que se conozcan, de vertidos facilmente reconocibles. Los resultados concluyeron que se trataba de un vertido de detergentes aniónicos en unos valores que triplicaban el nivel de referencia. No era la primera vez, en octubre se registró otro caso de las mismas características.