ALICANTE. El propietario de un grupo de 27 animales de Alicante falleció el pasado jueves 16 de abril, en plena crisis del COVID- 19, dejando 14 burros, 7 caballos, 4 ponis, 1 emu y 1 llama sin la atención básica que necesitaban en las inmediaciones de la pedanía Verdegás.
Muchos de estos animales carecían de identificación y estaban en unas condiciones pésimas cuando la Asociación el Refugio del Burrito tomó las riendas sobre el destino de estos animales. Automáticamente se pusieron manos a la obra y enviaron un camión cargado de heno y paja, así como personal veterinario para encargarse de cubrir sus necesidades básicas, tales como como recorte de cascos, desparasitación interna y externa, vacunas y castración (de machos), para dejarlo totalmente preparados para su traslado y posterior adopción.
Esta asociación se estableció en España en 2003 y es subsidiaria de The Donkey Sanctuary en el Reino Unido, fundado en 1969 por la Dra. Elisabeth Svendsen MBE. Actualmente, cuenta con dos refugios, uno en Málaga y otro en Badajoz, aunque se ocupan de intentar rescatar a burros y otros equinos de toda España. Sin embargo, están al límite de sus capacidades con más de 250 animales a su cargo, así que solicitaron ayuda urgente para reubicar lo antes posibles a estos animales que se quedaron en situación complicada.
"Debido a que nuestros santuarios están llenos con más de 250 animales bajo nuestro cuidado y las dificultades que estamos experimentando en estos momentos incluyendo la limitación de personal y el brote actual de COVID 19 que limita el movimiento de personas y animales, necesitábamos encontrar hogares de adopción en la zona de Alicante lo antes posible. Esta era la única solución para este caso", explican desde el Refugio del burrito. Gracias a la ayuda desinteresada de muchas personas, pudieron encontrar hogares de adopción para 22 de ellos, pero todavía quedan cinco burros y un Emu que necesitan de un hogar.
Por otro lado, necesitan donaciones económicas porque solo en un par de semana ya tienen una previsión de gastos de más de 5.000 euros, para cubrir gastos de alimentación y veterinarios y esta asociación no recibe ninguna subvención pública, funcionan con ayuda de particulares.