ELCHE. Mientras que la adjudicación de la contrata de limpieza de dependencias municipales y colegios sigue suspendida cautelarmente, a la espera de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) decida si abre los sobres o si hay que volver a sacar a concurso el pliego, esta paralización está teniendo un reflejo directo en las condiciones laborales de la plantilla del lote del que se ha paralizado la adjudicación. Las cerca de 140 trabajadoras siguen con los niveles salariales y el recorte de horas que sufrieron en 2012.
La adjudicación se encuentra paralizada desde que Limpiezas el Palmeral, la adjudicataria de uno de los dos lotes —el otro pertenece a FCC—, impugnara el proceso por errores en el pliego o bien porque el Ayuntamiento valoró criterios que no debía, lo que ha supuesto dos rectificaciones y una paralización del proceso por el TACRC. Esto supone que cada vez que hay que corregir estos errores, el proceso ha de volver a su inicio, con todos sus trámites burocráticos, pasando filtros técnicos, publicaciones oficiales, etc. Unos procesos que no son precisamente cortos, ya que la contrata se tenía que haber renovado hace dos años, en 2016.
En medio de este desaguisado burocrático se encuentran más de un centenar de trabajadores y trabajadoras de este lote del servicio de limpieza, que se encarga de limpiar dependencias municipales y colegios de barrios de la periferia y de las pedanías. La plantilla sigue con las condiciones del pliego de 2012, ya que con la crisis económica azotando de lleno, se recortó el horario de limpieza, lo que supuso un menor poder adquisitivo de las empleadas, al trabajar menos horas, y que a su vez tiene una influencia directa en la limpieza y condiciones salubres de las aulas sobre las que el alumnado come o hace sus tareas.
De la limpieza diaria de determinados inmuebles municipales como museos, centros sociales o guarderías, se pasó a una limpieza algunos días de la semana o bien la reducción de tiempo para limpiar el mismo espacio. Vista la situación, en el pliego que tendría que haber salido en 2016, ahora paralizado, el actual equipo de gobierno introdujo algunas mejoras e inyectó medio millón de euros más para corregir estos desbarajustes, para que las limpiadoras pudieran ampliar su jornada laboral y por tanto volver a cobrar a niveles de antes de 2012. Como esa cantidad de mejora quedó congelada por la suspensión cautelar, se destinó a obras de adecuación del cementerio viejo.
Desde entonces, han estado trabajando generalmente a media jornada, y raros son los casos en los que se trabaja a jornada completa, salvo los pocos hombres que forman parte de la plantilla y que se encargan de otras tareas. Muchas sólo limpian durante 10 ó 12 horas a la semana, o limpian determinados inmuebles en tres horas cuando antes lo hacían en cinco —y con menos personal—, o pasaron de 30 a 18 horas semanales, lo que supone no sólo un peor servicio, sino también cansancio físico y moral o estrés, porque hay que hacer lo mismo en menos tiempo, lo que en algún caso se ha traducido en baja laboral. Una reducción de jornada que se realizó en 2012, aun sin tener jornada completa, lo que supone que hay limpiadoras que trabajan pocas horas al día, con algunos salarios mensuales que en ocasiones rozan los 400 euros.
Desde la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo de UGT (FeSMC), explican que la situación es límite y esperan que el pliego salga a licitación cuanto antes, dado que la situación de paralización de la plica, que se lleva arrastrando desde 2016, influye directamente en la prestación del servicio y la salud de los pequeños, y en las condiciones laborales de la plantilla, que siguen con el recorte de jornada y los salarios de 2012. Con la paralización del TACRC por el recurso presentado por Limpiezas el Palmeral ante la errónea adjudicación del Consistorio a FCC, si este decide que hay que volver a sacar a licitar la contrata, el asunto se estirará hasta 2019 con la misma situación.