VALÈNCIA (EFE). La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) opina que el proyecto legislativo para mejorar la seguridad de los juguetes de la Unión Europea (UE) aprobada por el Parlamento Europeo no puede ponerse en práctica.
Este proyecto legislativo aprobado en Estrasburgo (Francia) pone especial atención en la prohibición de sustancias tóxicas y los equipados con tecnología digital, pero la AEFJ discrepa sobre parte del fondo y de la forma de la norma.
La UE trata con esta ley de frenar el número de juguetes que son peligrosos vendidos en su mercado interior, pero el sector asegura en una nota que "pide lo imposible".
La AEFJ, con sede en Ibi (Alicante), añade que el Parlamento "está dando aún más facilidades a los comerciantes deshonestos" y aprecia que éstos "seguirán poniendo en el mercado europeo juguetes inseguros sin preocuparse por ninguna nueva norma".
Los jugueteros españoles consideran que la norma europea "empuja" a los consumidores "a los brazos de los que compiten por precio porque no cumplen nada".
No obstante, el sector admite que algunas disposiciones "pueden contribuir a mejorar" la aplicación y el cumplimiento efectivos de las normas de seguridad de los juguetes, pero subraya que "persisten preocupaciones muy importantes que pondrán en peligro" la seguridad de los niños.
Entre ellas, cita la imposibilidad del uso de ingredientes naturales en los juguetes, lo que significa, a juicio de la patronal, que se prohibirán juguetes seguros como ceras de colores, pinturas o tizas, entre otros, "además del uso seguro del acero inoxidable, necesario para juguetes de exterior" como camas elásticas o coches pequeños.
"Ningún material alternativo iguala los estándares de durabilidad y seguridad del acero inoxidable para juguetes", apostilla la AEFJ.
Al respecto del periodo de carencia para que la norma entre en vigor, la patronal asegura que esperaba que se suprimiera el periodo limitado de venta de los juguetes seguros que ya están en el mercado.
La ampliación a 20 meses, apostilla, "no es suficiente" y agrega que cientos de miles de juguetes seguros que permanezcan más tiempo en las estanterías de las tiendas "tendrán que ser localizados y destruidos".
"Es un despilfarro inexcusable y un atentado contra la sostenibilidad, añade.
La nueva normativa detalla que todos los juguetes vendidos en la UE deberán tener un “pasaporte digital de producto”, el cual sustituye a la declaración de conformidad de la UE, a fin de mejorar la trazabilidad de estos objetos y facilitar los controles aduaneros.
Por otra parte, el Parlamento quiere que los juguetes equipados con tecnologías digitales cumplan con los estándares de seguridad y privacidad desde su diseño.