ALICANTE. Juan Navarro Balsalobre (Alicante, 1950) ha sido colaborador en diferentes medios de comunicación. Escribía cada domingo una semblanza de alguna persona de la ciudad que, en su opinión, debía ser destacada. Primero en las páginas de El Mundo y después en Las Provincias. Lo estuvo haciendo desde 2002 hasta 2007 y, en ese periodo, acumuló casi doscientas. Ahora, más diez años después, recopila algunas de ellas en Personajes Alicantinos, una publicación que se convierte de facto en el 'libro blanco' con el que entender la ciudad con sus personalidades más destacadas. Un trabajo que edita la Diputación de Alicante y que se presentará al público el 22 de octubre, a las 19:30 horas, en la sala de exposiciones del Palacio Provincial.
Bien podía escribir sobre un político, que lo hacía sobre el limpiabotas del restaurante más frecuentado del momento. También reflejaba en sus textos la vida y obra de artistas, cantantes o grandes figuras del toreo. Incluso de conocidos empresarios. En cualquier caso, siempre eran amigos y gente allegada, de quien pudo conocer su historia personal. "Muchos de ellos ya no están", recuerda con pena, ya que le gustaría que hubieran visto y leído este libro que ahora se publica. Pero entre todos ellos, a quien recuerda con más desgarro es al expresidente de Diputación de Alicante, Antonio Fernández Valenzuela.
Juan Navarro escribió la semblanza de Valenzuela y la publicó en el periódico, pero el personaje destacado no quedó muy satisfecho. "Me dijo que la había hecho sin ganas", recuerda. Cuando tuvo la oportunidad de volver a publicarla ahora, en este libro, habló con él para perfeccionar el texto incluyendo algún pasaje nuevo. Y precisamente en ello se encontraba cuando le llamaron hace un año para decirle que había muerto de forma inesperada a causa de un infarto. Tremendo disgusto con el que, ahora, al recordarlo, se le saltan las lágrimas.
La chulería torera de El Caracol. La mirada del limpia botas del restaurante El Delfín. La historia que cuenta Blanca Gómez, la hija de Eliseo Gómez Serrano (el último concejal republicano de Alicante, que esperó a los vencedores de la Guerra Civil para hacerles entrega de la llave de la ciudad), explicando en este libro los últimos días de su padre. Un sinfín de anécdotas y episodios de la historia reciente de la ciudad.
Juan Navarro habla casi todo el tiempo en tercera persona, pero, al final, toma la primera persona para escribir su propia semblanza. “Serrat dice que de vez en cuando la vida te besa en la boca, y a mí me ha besado en la boca, por eso aquí he querido hablar de lo que ha sido mi vida”, afirma Navarro. Él era botones en un hotel con 14 años y se encontró con un interrogante. Debía trabajar, mientras que sus amigos estaban disfrutando. “Pensé que, en vez de deprimirme, tenía que pensar en positivo y aprender de toda la gente que pasaba por aquí: Camilo José Cela, Pedro Zaragoza, Pancho Cosío, Vicente Alexandre…”, detalla. “Yo era su botones y hablaban conmigo”, recuerda con nostalgia.
Todavía recuerda sus conversaciones con Ramos Carratalá: “se sentaba conmigo y, aunque era un soliloquio porque yo casi no hablaba, me contaba unas cosas…”. Así comenzaba su apasionante unión con los personajes más destacados de la vida social, cultural y política de Alicante. Una experiencia que le sirvió para escribir todas esas semblanzas que hoy se convierten en historia de la ciudad, gracias, en parte, a la colaboración que ha recibido de personas como Martín Sanz, Pepe Soto y Juan Carlos Soler.
“Muchos de los personajes de los que hablo ya han muerto y la mayoría de estas personas pertenece a una generación ya muy mayor que, si no se refleja ahora en algo así, se perdería”, destaca el autor. Personajes que en el libro ha ordenado alfabéticamente, según su apellido, y en el que no ha querido reparar en paridad. “Hay muchas mujeres, claro que sí, porque brillan con luz propia, pero yo no estoy pensando en las cremalleras, eso se lo dejo a mis antiguos compañeros del PSOE, que se preocupan de estas cosas”.