José Luis Aguirre: "Debemos ayudar a conservar la naturaleza, pero sin fanatismos"

VALÈNCIA. José Luis Aguirre Larrauri (València, 1961) dirige la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat valenciana desde el pasado mes de julio. Es uno de los tres consellers de Vox en el Gobierno del popular Carlos Mazón, con un perfil más técnico que político, aunque la pasa legislatura ya ejerció como diputado en Les Corts. Ingeniero Técnico Agrícola de larga trayectoria, reconoce que para él ha sido un "sacrificio" económico tener que dejar su actividad privada -"toda la vida como autónomo"- al ser nombrado conseller.

Aguirre recibe al Grupo Plaza en su despacho del Complejo Administrativo 9 d'Octubre -antigua cárcel Modelo de Valencia-, adornado con una discreta decoración navideña, para una entrevista que dividimos en dos partes. La primera, titulada: "Queremos fijar los costes de producción de los cítricos y que aparezcan en los contratos", y esta segunda, en la que el conseller habla de su relación con el ministro de Agricultura, Luis Planas, y con las organizaciones profesionales agrarias; del política interna de Vox y de la postura de su partido sobre el cambio climático.

-¿Cuál es la relación que tiene con el ministro Luis Planas?

-Absolutamente cordial. No había tenido trato directo con él, había tenido trato epistolar. Cada vez que nos hemos encontrado con un problema que consideramos que es competencia del Ministerio, le hemos transmitido nuestra inquietud. Tenemos la suerte de tener un equipo directivo muy técnico y de contar, además, con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. A lo largo de este verano, por ejemplo, hemos tenido el problema de las interceptaciones de determinadas plagas. Todo esto es competencia del Ministerio, y las inquietudes que teníamos, las inquietudes que tenía el sector, se las hemos transmitido. Aparte de esto, mi primer contacto en persona con él fue en Bruselas. El ministro es una persona educada y nuestra relación fue cordial. La semana pasada nos convocó a todos los consejeros a una reunión sin orden del día, en la que si bien no pudimos tomar ningún acuerdo porque era una reunión informal, sí que sirvió para que nos conociéramos, porque la mayoría de los consejeros somos nuevos. La relación es buena, tanto con el ministro como con su equipo, y estamos dispuestos a fomentar esa buena relación para tratar de conseguir lo que el sector necesita.

-Usted dijo en Les Corts que dará herramientas al sector de agricultores y ganaderos para afrontar los retos y directrices europeas con las que se sentirán arropados "frente al fanatismo climático, la demagogia, el animalismo o la Agenda 2030 de elites globalistas". ¿Considera que sus socios del PP están también en estas élites globalistas, ya que tienen una postura diferente respecto al cambio climático?

-Creo que el Partido Popular tiene su postura, y se la tendrá que preguntar a ellos. Nosotros consideramos que la Agenda 2030, la estrategia De la granja a la mesa y el Pacto Verde europeo ponen una serie de medidas en las que atacan directamente al propio agricultor, ganadero y pescador. Creemos que no se cuenta con el sector primario, que se está legislando desde un despacho enmoquetado sin conocer la realidad del sector. Las medidas que se proponen desde todas estas ideologías climáticas no les favorecen. Al fin y al cabo, el agricultor es el principal interesado en preservar la naturaleza. El ganadero es el que necesita que el campo funcione, que su ganado esté bien. Y el pescador quiere un mar, el Mediterráneo en este caso, que le pueda dar de comer, que le pueda hacer producir lo que él necesita. Es el primer interesado en mantener ese mar limpio, ese mar sano y ese mar productivo. En la Albufera son los primeros interesados en que el agua corra en las condiciones adecuadas. Hace unos años en la Albufera hubo unos episodios de botulismo en aves y, casualmente, los problemas vinieron en las zonas que estaban gestionadas no por los agricultores. No quiero señalar a nadie, pero en las zonas donde estaban los agricultores, donde se cultivaba el arroz, el agua transcurría y fluía sin problemas. Y en otras zonas donde no estaban los agricultores se produjeron determinados focos de botulismo aviar con centenares de aves que murieron. 

"No se puede culpar a los ganaderos de que sus vacas se tiren pedos o al agricultor de contaminar, cuando es el primer interesado en abonar con estrictamente lo necesario"

Son problemas para los que hay que estar ahí. En el de la paja del arroz, que es otro tema polémico que hemos tratado de afrontar con tiempo en esta legislatura a pesar de que empezamos en julio, nos hemos sentado con los arroceros y con los representantes de los municipios para tratar de buscar soluciones. Y creo que estamos en la línea. Desde luego, no se puede obviar que en determinados casos es necesario quemar la paja del arroz, desde el punto de vista fitosanitario, para defender la fauna acuícola de la Albufera, para evitar la anoxia que se produce por la pudrición de la paja. Hay que combinar los diferentes sistemas. Por una parte, siempre que se pueda, habrá que extraer esos restos de paja. Y por otra parte, cuando no se pueda, habrá que tomar otras medidas. En algunos casos puede ser la roturación, la trituración y mezclarla. Pero no se puede hacer de una manera continuada porque si no, al final, mantenemos las plagas ahí. Y quizá el fuego, en este caso, sí es purificador y sí que es necesario.

Consideramos que el clima está cambiando como ha cambiado siempre. El clima ha evolucionado durante toda la vida sin que el ser humano tenga tanta influencia en eso. Evidentemente, hay que tomar medidas y nosotros, como Vox, por lo que me preguntaba, somos conservadores también de la naturaleza y somos los primeros interesados en mantener una naturaleza adecuada, limpia, sana, donde se pueda desarrollar nuestro mundo rural, nuestro sector primario, que es el que vive en la naturaleza y de la naturaleza. Consideramos que no hay una emergencia climática propiamente dicha donde el hombre sea tan influyente. Consideramos que hay que reciclar, que debemos ayudar a conservar la naturaleza, pero sin fanatismos y sin exageraciones. Consideramos que no se puede culpar a los ganaderos de que sus vacas se tiren pedos o al agricultor de contaminar, cuando el agricultor es el primer interesado en abonar con estrictamente lo necesario. Creemos que hay que avanzar en ese sentido, hay que ayudar a conservar la naturaleza, pero no creemos que deba exagerarse en las políticas generales. Cuando, además, quizá los países que más contaminan hacen caso omiso a todas estas recomendaciones. Por mucho que nos empeñemos, en una nación como es España o en una comunidad como es la valenciana, lo que podríamos hacer por variar este índice de contaminación es mínimo comparado con China o Estados Unidos.

-Usted ha convivido durante cuatro años con Ana Vega como portavoz de Vox en Les Corts. ¿Cómo valora su sorpresivo relevo por José María Llanos?

-Yo creo que no ha sido sorpresivo. Ana Vega ha sido la diputada que ha estado más tiempo en Las Cortes como síndico. Creo que ha hecho una estupenda labor. El partido ahora ha considerado conveniente un relevo. Llanos es compañero y es la persona que me afilió a mí al partido en el año 2018. Y yo creo que puede hacer un excelente papel, tiene formación adecuada. Creo que es un magnífico político. Es un relevo que no tiene, desde mi punto de vista, más importancia. No ha sido causado por ninguna crisis del partido y la relación en el grupo parlamentario es buena. 

"Estoy a gusto, pero una disminución de ingresos en mi caso personal, que las cuentas son públicas, de un 40%, evidentemente, es un sacrificio"

-Y ese cambio, que parece estratégico, ¿cree que conllevará una línea más dura? 

-No. No creo que Ana Vega o José María Llanos sea más duro uno que el otro. Los dos son personas del partido, personas que conocen el partido desde hace mucho tiempo. Y no creo que sea más duro uno que el otro. A Ana Vega todos la hemos conocido y José María Llanos, a pesar de lo que puedan decir, tiene un talante también que es de político nato. Estoy convencido de que va a poder negociar exactamente igual que lo hacía Ana Vega. Cada uno con su personalidad porque son personas diferentes, pero no es significativo. En Vox no son lo importante, lo importante son las ideas. Igual que yo no soy imprescindible; yo no sabía que iba a ser conseller de Agricultura hasta el viernes anterior a que me nombraran, que me llamó el secretario general, a pesar de que soy consciente de que estaba en todas las quinielas. También iba a ser candidato alcalde de València y no sé qué más cosas. Yo, además, tenía mi carrera profesional, a la que no quería renunciar. Pero cuando el partido me propuso este reto, pues bueno, después de escuchar al sector y lo que nos iban comentando, pues la verdad es que no tuve más remedio que aceptar. Pues en este caso pasa lo mismo. Seguramente, ni Ana Vega se esperaba que la fueran a sustituir ni José María Llanos se esperaba que lo fueran a proponer. El partido decidió que era momento de hacer un cambio.

-Ha dicho que no tuvo más remedio que aceptar el cargo, como si fuera un sacrificio. Entiendo que esta a gusto...

-Estoy a gusto, pero una disminución de ingresos en mi caso personal, que las cuentas son públicas, de un 40%, evidentemente, es un sacrificio. Ahora me dedico a la Consellería en exclusiva. Antes me dedicaba a mi actividad profesional y además era diputado en Cortes. Pero no dejé mi actividad profesional. Y tenía unos ingresos, por supuesto declarados, que eran diferentes de los actuales. Ahora acepto de buen grado este reto. Para mí, que he sido toda la vida autónomo, es otra forma de trabajar. Siempre he trabajado como autónomo, como todos los autónomos de España, sin mirar los horarios y, a veces, sin vacaciones. Para mí, es un sacrificio, pero también un orgullo y un honor tratar de ayudar a todo el sector agrícola, ganadero y pesquero, que creo que ha sido especialmente aporreado y maltratado durante tanto tiempo. Quiero ver si soy capaz de ayudar a mejorar a este sector. Me he rodeado de un equipo de gente que son mejores que yo. Es un reto que asumo con orgullo.

- ¿Cómo es su relación con las organizaciones agrarias?

- Yo diría que magnífica. Me llevo muy bien con Cristóbal Aguado, con Carles Peris... Otra cosa es que luego cada uno tenga que defender a su sector de la manera que considere conveniente. Algunos representantes de AVA-Asaja y de la Unió de Llauradors incluso han sido compañeros de estudios o en mi carrera profesional. Es lo que tiene estar vinculado al sector como ingeniero técnico agrícola.