ALICANTE. Detrás de una gran empresa, suele haber una gran historia. Y en el caso de José Juan Fornés y Supermercados Masymas, hay una gran historia, la historia de un joven emprendedor que pasó a empresario, primero, y a tener una reconocida compañía, como es Supermercados Masymas con 120 tiendas y 2.690 trabajadores, después. Las hay más grandes, seguro. Y con más trabajadores, también. O más singulares y diferentes que la de Fornés. Pero la clave de su éxito, según ha desvelado en los Diálogos del Circulo, ha sido "saber asociarse para crecer", además de mantener ciertos hitos: productos de calidad, sobre todo los frescos; oferta atractiva y tener a "los clientes y a los trabajadores siempre satisfechos".
La historia de Masymas es la historia de una familia, y la perseverancia en el negocio. Según ha explicado José Juan Fornes, en la conversación mantenida este viernes con la presidenta del Círculo de Alicante, Eva Toledo, Juan Fornés Fornés nació en Pedreguer de 1981 con la primera tienda que abrió la familia a instancias del propio José Juan. Con anterioridad, la familia se dedicaba a la venta de productos al por mayor para otras tiendas de comestibles. "Vimos que ese negocio no iba a tener una sucesión pues cuando nuestros clientes, los propietarios de esas tiendas se jubilaran, nos quedaríamos sin ellos".
Entonces, decidió abrir su primer supermercado, en Pedreguer, con los seis miembros de la familia trabajando y una inversión de 40.000 euros. A los dos años, relata Fornés, me di cuenta de que los números no salían. ¿Qué ha fallado?, se preguntó. Pese a todo, persistió y siguió abriendo tiendas hasta alcanzar la cuarta. "Entonces me di cuenta de que había que asociarse para crecer en rentabilidad", destaca.
Entonces, fue en 1987, cuando Fornés entra a formar parte de la central de compras Centra/Mercahogar, en la que participan varias cadenas de supermercados y todos deciden incorporar la marca de Masymas. Al principio, eran cuatro cadenas: una de Asturias, con 57 tiendas; otra de Andújar, de 50; Soriano Bufort, de La Vila, que posteriormente fue adquirida por Fragadís y trabaja con la enseña Spar, con otras 50, y el propio Fornés. "Todos éramos compañeros de viaje en esta aventura y todos trabajábamos en una misma organización", ha dicho Fornés, convencido de que esa decisión, la de asociarse, fue la primera (o la segunda) que permitió el crecimiento de la empresa y, por tanto, la de una mejor profesionalización.
La otra fue la introducción de la tecnología en el negocio: la compra del primer ordenador de la marca Nixford, también en primeros años 80, que permitió tener un mismo archivo la cantidad de productos; el precio de compra y el de venta. "Pasamos de hacerlo todo manual; etiquetado y cobro de los productos a tener todo en un mismo soporte. Nos permitió tener más información, y trabajar de una manera más tranquila", ha recordado Fornés, que tuvo que tener a dos empleados formándose en Alicante durante varios meses para familiarizarse con los instrumentos productos de informática aplicada a su sector.
¿Cuál fue la primera decisión que le generó vértigo?, le preguntó Eva Toledo. La compra de una cadena de supermercados que en aquel momentos era más que grande que la suya. Fue en 1991, cuando a José Juan Fornés se le plantea la posibilidad de comprar la cadena Vivodist, de Xàbia, que entonces tenía 65 empleados. Masymas entonces apenas había alcanzado la cuarta tienda. "Reuní a la familia y planteé el tema. Me dijeron: si los ves claro, echa para adelante, así lo hice", ha relatado José Juan Fornés, que en ese momento -ha puntualizado- además tenía la financiación para ello. "A veces tomar la decisión es fácil, estás convencido de ello; el vértigo viene después", ha reconocido.
Otras dos las cuestiones que salieron en la conversación. De la primera, Fornés asegura que hay que apostar por la sostenibilidad para dejar un mundo mejor a las generaciones venideras. En su caso, Supermercados Masymas, según ha expuesto, se adelantó a los acontecimientos con la reducción de las bolsas de plástico y apostó, además, para bolsas reutilizables, sobre todo, para la fruta y la verdura.
En cuanto a la digitalización, Fornés ha afirmado que la apuesta por la tecnología es una apuesta por la competitividad. "La tecnología ha venido para ayudar, como lo hizo ese primer ordenador que compramos".
Pero además de estas dos máximas, sostenibilidad y tecnología, Fornés ha enfatizado que el objetivo de la empresa es siempre tener a los clientes y a los trabajadores contentos y satisfechos. Por ello, el empresario de Pedreguer ha indicado que uno de sus obligaciones es siempre visitar todas las tiendas que tiene y hablar con todos los empleados, y también con los clientes. "Ese hilo directo con tus clientes y trabajadores es clave, hasta la última cajera, aporta mucha información para mejorar y corregir errores".
Fornés ha reconocido que el sector de la distribución alimentaria en la Comunitat Valenciana es complicado por la competencia que existe. Por ello, aboga por un crecimiento sostenible de su cadena. Admite que en las últimas semanas pesa la presión de bajar los precios por la alta inflación. "Bajar los precios no depende de nosotros", ha indicado el empresario, que lamenta que el sector ha pasado de ser considerado como "un héroes durante la pandemia" a culpables por la inflación.
Dice que durante el año pasado se produjo una tormenta perfecta en su contra: altos precios y el coste de la energía disparado. "Los costes de energía fueron elevadísimos para un sector como el nuestro", ha reconocido. Ahora considera que con la bajada del coste de la energía, se pueden reducir un poco más los márgenes, pero advierte: "La subida de precios no ha llegado a su fin todavía".
Fornés es un empresario implicado en las organizaciones empresariales y en la responsabilidad social corporativa. "Estoy en las organizaciones porque busco y quiero la unidad; me entristecen las discusiones, las tensiones inútiles", afirma. De la responsabilidad social, a Juan Fornés Fornés SA, que es el verdadero nombre de la empresa, se le puede ver implicado en muchos actos sociales y en entidades deportivas y culturales.