ELCHE. La inteligencia artificial (IA) no es un tema nuevo. Si su aplicación lleva muchos años desde el ámbito académico al empresarial, ahora también está al alcance de las manos de las personas menos doctas en ella a través de experiencias como ChatGPT o Dall·E, entre otras. También está presente en las conversaciones, desde inversores o firmas hasta en diálogos a pie de calle. El aprendizaje automático, el deep learning, su dimensión ética y sus aplicaciones en el presente y en el futuro son algunos de los temas que se han abordado en la jornada "Transformando la investigación e innovación con Inteligencia Artificial", organizada por el Parque Científico de la UMH.
En ella, han participado el cofundador del Instituto de Inteligencia Artificial Andrés Torrubia, el divulgador de Inteligencia Artificial en Youtube Carlos Santana (DotCSV) y el investigador y docente del Área de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la UMH Federico Botella en sendas ponencias en el Aula Magna de la UMH en el edificio Altabix. Además, por la mañana se realizaba un taller a cargo del ingeniero del Instituto de Inteligencia Artificial Daniel Aliaga bajo el título "La IA como copiloto técnico y creativo".
De este modo, Torrubia puso el foco en el Deep Learning y en casos prácticos en los que él mismo ha participado y en los que la IA ha resultado clave para la facilitación del trabajo y el análisis de datos para campos como la física cuántica o la química. ¿Por qué se habla tanto de la IA? Porque funciona", exponía el investigador. Y a la vez, hacía un repaso por el salto de la inteligencia artificial en la década de 2010 cuando primaba su faceta predictiva y de identificación de patrones y en salto desde 2020, cuando ha surgido una IA generativa y multimodal que llega a texto, imágenes, audio y datos.
Así, explicando un caso práctico real sobre la predicción de propiedades de moléculas en las que se halló una solución con IA para conseguir datos y resultados mucho más rápido que con un simulador - de días a milisegundos-, apuntaba que "no es necesario ser experto del campo en el que se actúa, porque la clave es aplicar la IA a todo proceso". Así, explicaba también la evolución de herramientas como Alphafold, un programa de inteligencia artificial desarrollado por DeepMind que realiza predicciones de la estructura de las proteínas mediante el sistema de aprendizaje profundo.
El año 2023 ha supuesto un momento de resultados "espectaculares" en el mundo de la IA según el divulgador Carlos Santana. Justo hace casi un año, explicaba, se encontraba dando una ponencia en la UMH y aún no se había dado la explosión de ChatGPT 4. En solo unos pocos años se ha caminado desde ChatGPT 2 en 2019 a las virguerías de la última versión. Si a la de 2019 se le pedía "explícame qué es la computación cuántica como si tuviera 5 años", la herramienta devolvía como respuesta un texto sin sentido. "Ahora nos reímos, pero sirvió para demostrar que esa herramienta entendía que había recibido una orden y la intentaba cumplir".
A la misma pregunta, ChatGPT 3 en 2020, ya elaboraba un texto con sentido y respondiendo a la pregunta, aunque quizá no se ajustaba demasiado a la orden de explicarla para un niño. Ya ChatGPT 4 logra contestar adaptando el lenguaje de forma correcta e incluso simulando interactuar o interpelar a quien pregunta, interpelando. No solo eso, sino que si se le pide que elabore esa respuesta "usando palabras cuyas iniciales coincidan con el orden alfabético", logra contestar con más o menos fortuna e incluso decir que "esa es una tarea difícil".
Santana también puso el foco en las utilidades para el trabajo que tiene esta herramienta. Microsoft está aplicando esa IA como opción para hacer Powerpoints de forma sencilla, con órdenes simples. La IA también avanza en la generación de imágenes y no solo desde grandes empresas, sino también desde otras más pequeñas como Midjourney, que logra crear imágenes visualmente impresionantes. "Midjourney explica muy bien la exponencialidad de lo que puede suponer esa tecnología. Es una empresa salida de la nada hace un año. Su versión cuatro y cinco supera resultados de Dall·E y está a punto de salir la sexta versión, mejorada".
Eso sí, se ha usado para crear bulos -como el Papa Francisco vistiendo de Balenciaga o Trump siendo arrestado-. "El ojo que no sabe que la IA puede crear eso se lo cree". El problema, afirma puede pasar con el uso sin control de estas herramientas. Su uso en negativo puede crear problemas.
Por su parte, Federico Botella hizo un recorrido por los tipos de IA -citando a Nuria Oliver- como los sistemas de IA específica (los más desarrollados hoy); los de IA general - con una inteligencia similar a la humana múltiple, adaptable y flexible- en la que se trabaja hoy pero que aún queda lejos; y la super-inteligencia, "un término algo controvertido que hace referencia a sistemas que tendrían una inteligencia superior a la humana".
Botella explica que en las universidades actualmente se trabaja con IA y se quiere pasar del modelo de aprendizaje de "uno a muchos" al de "uno a uno", de aprendizaje personalizado. Otro ejemplo de aplicación de IA es la de tutores especializados, por ejemplo,con el uso de Alexa en clase. "Ahora tenemos un debate de si dejamos o prohibimos ChatGPT en las aulas", explica el docente de la UMH. Hay algunos casos de uso en centros escolares y universidades estadounidenses que han tenido éxito para poder crear debates.
"Pasar del uso al abuso es fácil. Por ejemplo, hay casos como el de un alumno creó un TFG en dos días y aprobó. ¿Qué hacemos los profesores? Yo soy partidario de que los profesores tenemos que usar la IA para cambiar la forma de impartir, pero también de evaluar. Tendremos que empezar a ver cómo los estudiantes son capaces de aplicar conocimientos". Además, apunta a que, lejos de prohibir, en Harvard ofrecen IA generativa en su Bot CS50, que ofrece respuestas como ChatGPT pero incompletas, para que los estudiantes tengan que trabajarlas.
Así, también explicó algunas herramientas de IA útiles para docencia y en I+D. En la UMH ya se introduce en algunas áreas y preparan un Programa de Formación en IA para 2024 con el fin de priorizar a alumnado sin conocimientos de programación para la alfabetización en IA del estudiantado a través de cursos online.
Las personas galardonadas son Marina Gomariz (TFG) y Víctor Crespo, Adrián López Murcia y José Alberto Jiménez en TFM.