DÉNIA. La jornada Comunicación Generacional organizada por la Asociación de Empresas Familiares de la Provincia de Alicante (Aefa) en Dénia abordó en una segunda mesa de debate las posiciones entre los fundadores de las empresas y los gestores actuales que son la siguiente generación. Es el caso de Mireia Server y Sergio Gómez. Ambos son consejeros delegados de Rolser y Grupo Marjal.
Junto a ellos intervinieron sus respectivos padres, Joan Server y Francisco Gómez, con la introducción de Carmen Berbegal, vocal de Aefa y directora de RSC de Actiu. El debate comenzó, tras la proyección de unos vídeos presentación de Rolser (empresa de Pedreguer dedicada a la fabricación de carritos de compra) y del Grupo Marjal (los resorts turísticos y el primer coliving de Alicante) con una pregunta directa, "¿En qué momento os planteasteis el relevo generacional".
Server recordó que su padre "se jugó todo su patrimonio conmigo", ya que cuando cogió las riendas de la empresa le decía “firma aquí” y eso con intereses en préstamos bancarios del 18%, no obstante reconoció que para un fundador “es difícil no tomar decisiones o dejar que las tomen los demás”. Es “uno de los retos que tenemos que asumir, dejar que los demás -en alusión a sus familiares- se equivoquen y hagan suyas malas decisiones”. Pero, añadió “si me piden consejo lo doy, pero no lo impongo”.
Esta afirmación fue secundada por Sergio Gómez, respecto a su padre, Francisco Gómez (fundador junto a su socio de Grupo Marjal) “una cosa es que tengas oficialmente 64 años, pero aquí no se jubila nadie. Necesito tener a mi padre cerca, somos un equipo de trabajo”. Gómez subrayó uno de los argumentos que estuvo presente durante toda la mañana en Dénia, en las empresas familiares "la empresa primero y luego la familia", también lo ejemplificó Ignacio Osborne, durante la primera parte de la jornada como si fuera un símil del medallero: "la medalla de oro es la empresa y la de plata es la familia".
Grupo Marjal tiene una particularidad, son dos socios y por tanto vienen a ser dos familias, destacó Berbegal, y ahora "incorporáis un CEO externo", le preguntó a los Gómez. Respondió el hijo, “tras la evolución de estos años tomamos la decisión de incorporar un director general externo (a la familia”. Esto ha permitido, reconoció Sergio Gómez, “crecer en otras áreas y no tener el coco en el día a día”, “puedo desarrollar las ideas y me ha venido realmente muy bien”. Francisco Gómez reconoció que se ha “desenganchado del día” y que no quiere “obstaculizar a la segunda generación que está desarrollando y dirigiendo la empresa”, está “en el segundo termino, como observador y consejero”.
La transición es un proceso difícil, “un proceso natural” según Francisco Gómez y Joan Server, si bien este último apuesta porque todos tengan “unos buenos estudios” ya que “si no hay madera no se puede forzar”. Y una de las claves de las dos empresas es conocer el sector, Mireia Server lo expresó así “cuando entramos en la empresa nos dejaron muy claro: entráis como trabajadores y tenéis que cumplirlo desde el minuto uno”, pero con un plus de exigencia “hay que cumplir más que el que está más abajo en la línea de producción”.
En cambio, en el Grupo Marjal la exigencia fue que había que estar cinco años fuera, aunque en el caso de la entrada de Sergio Gómez, se produjo precipitadamente tras finalizar sus estudios de turismo, accedió a la dirección del resort de Guardamar.
“De puertas adentro de la empresa, es mi jefe y de puertas a fuera es mi padre”, subrayó Mireia Server quien además destacó que “como accionista” deben pedirle cuentas a las personas que gestionan la empresa y cuando salen “somos familia y el día de navidad nos vamos a comer putxero”. Mi primo Vicent (es el otro director general) y es “mi otra mitad” afirmó la responsable de Rolser.
En esta línea de relaciones dentro y fuera de la empresa, Joan Server terció y reconoció que “sin querer en las empresas familiares nos llevamos la empresa a la mesa”, pero insistió en que la familia tiene que ir por una parte, el accionista por otra y el empleado por otra.
Francisco Gómez se sinceró, los fundadores de estas empresas “somos inconformistas”, y recordó que él era funcionario de un ayuntamiento, pero el “inconformismo interno” fue el que hizo que dejara la estabilidad de una plaza fija para desarrollar una idea y su negocio de la mano de su socio.
Es una actitud de “desarrollarse uno mismo y desarrollar cosas” y puso en valor el tejido empresarial de la provincia con una gran mayoría de pymes, para invitar a todos los asistentes a integrarse en la asociación Aefa para “beber de la asociación y de los empresarios que hay aquí” y del foro de jóvenes empresarios que tiene la entidad. “Aquí es donde se ve, se contrasta y se aprende” para mejorar cada día.
“Como dice Adolfo Utor, la Responsabilidad Social Corporativa es rentable”
El último tema que abordaron las dos generaciones de estas dos empresas familiares fue la responsabilidad social corporativa, algo que llevó a Joan Server a exponer uno de los argumentos del presidente (y dueño) de la naviera de Dénia Baleària, Adolfo Utor “como dice la Responsabilidad Social Corporativa es rentable”.
Server añadió que una empresa “necesita tener detrás mensajes y la reputación es muy importante”, y en concreto en la suya, detalló su hija Mireia, han dirigido la RSC a través de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible “estamos poniendo orden en esto”, reconoció. Para que “dentro de nuestras posibilidades y en nuestro territorio”. Puso como ejemplo el amplio programa cultural, que promueven a través de la Fundación Server, con el patrocinio, entre otros, del Festival de Orgue de Pedreguer que este año cumplió 26 ediciones con el hito de la restauración del histórico órgano de la iglesia del municipio.
Pero esta responsable remarcó que ahora esto se le llama RSC pero “lo hemos hecho desde los inicios”. Y se refirió a cuando se quemó la nave de Rolser “los primeros que apoyaron la reconstrucción fueron los trabajadores, cuando tu das recibes, pero hay que darlo de corazón y no por postureo”.
Mientras, Francisco Gómez reconoció que lleva la RSC “innata” en su vida. Y aseguró que ya en su época de estudiante en Barcelona ayudó a muchos niños a salir de la delincuencia,. Por ello cuando hizo la empresa “lo primero que pensé era en a quien podía ayudar”. Así el Grupo Marjal cuenta con un programa de empresas solidarias, una cátedra en la Universidad de Alicante, unos premios de Medio Ambiente en la Universidad Miguel Hernández, colaboran con Proyecto Hombre y anualmente organizan un concierto para reunir fondos para diferentes entidades que trabajan con las familias más necesitadas de Alicante.
