Hoy es 5 de noviembre

presenta su nuevo libro en alicante 

Jesús Cintora: "Muchas veces se hace más periodismo pensando en agradar al poder que en el servicio al ciudadano" 

3/11/2022 - 

ALICANTE. El periodista Jesús Cintora recala este jueves 3 de noviembre en Alicante. Presenta su nuevo libro, No quieren que lo sepas (Editorial Espasa), en la sede de la Universidad de Alicante de Ramón y Cajal, a las 20 horas, con la presentación del conseller y catedrático de Derecho Constitucional, Manuel Alcaraz. Cintora, que ha pasado por casi todas las cadenas de televisión, nunca ha dejado indiferente a nadie.  Y con ese objetivo, busca desvelar los detalles de una supuesta trastienda en la que juegan intereses políticos y económicos, de grandes partidos y corporaciones, en diversos ámbitos que los poderosos intentan silenciar. En esta conversación con Alicante Plaza, ofrece algunos trazos de su nuevo libro que desvelará esta tarde en Alicante.  

-¿Qué intentas transmitir, contar o trasladar con “No quiere que lo sepas”?

-Me gusta que la gente conozca, y este libro pone el foco en zonas oscuras de privilegio y abusos de este país que no nos cuentan. Y creo que esas zonas también se mantienen en la oscuridad porque para el periodismo es peligrosos adentrarse en ellas. A algunos de los que tienen poder y dinero nos les gusta. Mi intención es que conozcamos lo que debe mejorar en la política, la economía, la justicia, servicios públicos como la sanidad o los medios de comunicación, para intentar que mejore. Los periodistas contamos; los que mandan deberían intentar cambiarlo.

-¿Crees que el ciudadano de a pie sabe del sesgo de los medios comunicación?

-Creo que la gente desconfía cada vez más. Y eso que no conoce todo el percal. Pero también hay que decir que todos los medios y todos los periodistas no somos iguales. Rechazo que paguemos justos por pecadores. Y en los medios, hay líneas editoriales, claro, como debe ser, pero lo inaceptable es cuando se utilizan los medios para lanzar bulos, para ocultar realidades, para destruir a personas por intereses económicos o de poder. Muchas veces también se hace más periodismo pensando en agradar al poder económico o político que pensando en el servicio al ciudadano. Y se ha cedido demasiado en eso.

-¿Qué hacer ante esta situación? ¿cómo combatirla o rebatirla? ¿a quién acudir?

-Mi humilde consejo es que los ciudadanos busquen y se queden con aquellos medios o profesionales en los que confíen, que les den credibilidad. Y que sean exigentes con la premisa de que haya medios que jueguen limpio. Hay otro aspecto que veo importante: me repatea lo de buscar al periodista que va a decir lo que yo quiero oír, para que me dé la razón, aunque no la tenga. Por no hablar de esos que por salir en la tele o en la radio, por ejemplo, se amoldan a lo que toque sin principios. Por la vanidad de estar y por unos billetes.  

-¿Existe una batalla cultural de un determinado grupo de medios de comunicación? ¿De un lado solo, o de los dos? Hasta que punto los medios se imponen sobre los políticos, como quizás ocurriera en el pasado con Zapatero y ahora con Feijóo…

-Las batallas no suelen ser tanto culturales o ideológicas, sino por poder y por dinero. Eso es lo que en el fondo mueve determinadas campañas, quitar y poner periodistas, políticos y lo que se tercie. Hay una guerra por el poder y por la información. En el mundo, incluso.

-¿Pasó (o sigue pasando) con el procés en Cataluña?

-El asunto de Cataluña tiene muchas aristas. No se puede simplificar. Hay un sentimiento independentista que respeto, aunque yo no sea indepe; no creo en eso de la España una. Este país es muy plural. Dicho esto, ha habido una gestión muy mejorable aquí y allí. Por cierto, también me interesa otro aspecto que comento en el libro y que es ese “pujolismo” corrupto impune, con la patria en la bandera, pero en Andorra la cartera.

 -¿Qué influencia tiene ese relato informativo, el que quieren que se sepa y el que no, en unas elecciones?

-Hay una pugna clarísima por el relato, por el qué dirán. En el buen sentido, de comunicar lo que se hace, pero también en el malo, del postureo, de las apariencias, de que se cuente solo lo que interesa. Ahí debe estar el periodismo. No ser voceros, sino periodistas. Pero cada vez está peor visto si te niegas a ser parte de... Algunos quieren soldados o palmeros, no periodistas. Por cierto, hemos llegado también a un punto en el que lo peor del marketing político deja a menudo en un segundo plano la importancia del periodismo y también de la gestión política.

-Después de lo que acontecido en Italia. ¿El populismo ha venido para quedarse, o irá muriendo hasta que el bipartidismo resurja? Se lo digo por la hipotética caída de Vox…

El populismo ha existido y existirá siempre, si por ello entendemos las promesas de fantoche, el postureo, decir lo que la gente quiere oír y no lo que ocurre, los diagnósticos falsos y simplistas. Y se practica más en general de lo debido.  

-Como dijo Mónica Oltra el día de su dimisión, ¿hay muchas Vicky Rosell vencidas por determinados relatos que después se han demostrado falsos?

-En general, hay casos de cacerías para apartar a gente, intentar eliminarla del mapa y destrozarle la vida. Y los conozco a derecha e izquierda. Igual por eso a mis 45 años intento clasificar, sobre todo, entre buenas y malas personas. Hay más clasificaciones posibles, pero esta me parece muy importante. A veces intentan despistarnos, engañarnos o agruparnos con otro tipo de alistamientos, pero este me parece fundamental.  

-Debería haber dimisiones en el periodismo, o el mayor castigo es perder la credibilidad. Ahí tenemos el caso de García Ferreras...

-Si me hablas de televisión, puedes tener credibilidad y buena audiencia, trabajar un montón, pero te quitan el programa y no tienes tele para salir. O puedes tener una crisis de credibilidad, que te hayan oído con eso de “es muy burdo, pero vamos con ello”, pero tienes una tele para mandar y estar ahí cada día. ¿Por qué ocurre esto? Porque se permite y se hace así desde el ámbito mediático, económico y político.

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