VALÈNCIA. La compañía valenciana Intermodalidad de Levante (Ilsa), primer operador privado español de alta velocidad con la marca Iryo, obtuvo una facturación de 212,4 millones de euros en su primer año completo de actividad, 2023, en el que registró unas pérdidas de 79,3 millones. El año anterior, poco significativo porque su primera línea (Madrid-Barcelona) empezó a operar el 25 de noviembre y la segunda (Madrid-València) arrancó el 16 de diciembre, Iryo facturó 4,8 millones y registró unas pérdidas de 25 millones. La plantilla media en 2023 fue de 522 trabajadores.
Según explica la compañía que preside Carlos Bertomeu en su informe de gestión, "estos resultados están en línea con las expectativas y los accionistas de Ilsa han apoyado financieramente a la empresa mediante ampliaciones de capital para hacer frente a las necesidades operativas de la empresa y restablecer el equilibrio patrimonial". El patrimonio neto al acabar el ejercicio era de -8 millones, aunque en 2024 los socios -Trenitalia (45%), Air Nostrum (31%) y Globalvia (24%)- han aprobado dos ampliaciones de capital: una de 44,7 millones de euros en abril y otra de 34,2 millones de euros acordada en junio.
A lo largo de 2023 entraron en funcionamiento todas las rutas previstas para ese año en el plan de Iryo, todas desde Madrid, a Sevilla, a Málaga y a Alicante, que se sumaron a las que conectan la capital de España con Barcelona y con València. Iryo pasó de una media de 18 viajes diarios en 2022 a una media de 53 viajes diarios en 2023, con picos de 72 viajes diarios en los meses de verano. A final de año tenía las citadas cinco rutas con origen, parada o destino en 13 estaciones. En 2023 transportó a más de 6 millones de pasajeros, con una ocupación media del 65,7%. Según la compañía que dirige Simone Gorini, la cuota de mercado de Iryo en alta velocidad ferroviaria alcanzó el 27% de la oferta y el 24% de la demanda.
Dentro de los costes de explotación, destacan los costes por el uso de la infraestructura ferroviaria de Adif, que suponen alrededor del 51% del coste total; también directamente asociado a la explotación está el coste de la electricidad, que superó el 10% del coste total, a pesar de que los costes del ejercicio fueron inferiores a lo esperado.
Durante el año 2023 se finalizó la entrega de los 20 trenes ETR1000 previstos en el contrato de leasing con la empresa pública italiana Trenitalia, accionista de la compañía. Este contrato se considera un arrendamiento financiero con una duración de hasta 30 años.