ALICANTE. (EFE).- Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) han descubierto genes de nuevos compuestos bioactivos en los bancos de Posidonia seca, un hallazgo que pone de manifiesto el "enorme" potencial biotecnológico de esta planta marina. El estudio ha sido publicado recientemente por la revista 'mSystems' (American Society for Microbiology-ASM), según han informado fuentes de la UA.
Los autores de este trabajo son los investigadores y profesores de la UA Esther Rubio, Ana Belén Martín, Alfonso Ramos y Pepa Antón. La Posidonia oceanica es una planta marina de larga vida y de crecimiento muy lento del mar Mediterráneo, que produce grandes cantidades de material foliar y rizomas, que pueden llegar a la orilla y formar importantes bancos conocidos como arribazones.
En su artículo, el grupo de investigación de la UA de Ecología Microbiana Molecular, junto con el Departamento de Ciencias del Mar, cuenta el resultado del estudio metagenómico (del ADN extraído directamente de la muestra natural) realizado para investigar la comunidad microbiana presente en los arribazones, el primero que se lleva a cabo con estas características.
El resultado de dicho análisis metagenómico ha permitido descubrir nuevos genes de compuestos bioactivos y enzimas activas de carbohidratos (CAZymes). Según Antón, en los bancos de Posidonia seca se encuentran más de 100.000 tipos de microorganismos que interactúan entre ellos, dando lugar a "un potencial biotecnológico riquísimo" que podría ser utilizado, por ejemplo, por la industria farmacéutica.
En esta comunidad de microorganismos se han hallado compuestos biológicos naturales que podrían presentar actividades antioxidantes, antifúngicas y antivirales. "De hecho, el profesor Alfonso Ramos, coautor del artículo, reputado biólogo marino y experto en Posidonia, ya intuía que esta actividad podría estar presente al observar que los pescadores usan Posidonia seca para curar las heridas", ha expuesto la investigadora.
Antón ha señalado a EFE que el hallazgo sobre los nuevos compuestos bioactivos revela "el potencial de las hojas de Posidonia seca, y es solo el principio".
"Hace pensar que, además de actividades que ya se han detectado, hay muchas más que merece la pena investigar. El trabajo pone de manifiesto el enorme potencial, mayor de lo que era esperable, pero ahora hay que comprobarlo experimentalmente", ha indicado.
A la pregunta de si podrían tener propiedades antioxidantes, antifúngicas y antivirales o para curar heridas en la piel, Antón ha contestado que "es posible, si se confirma la actividad y se hacen los tests de toxicidad correspondientes. Esto, insisto, es solo el principio", ha remarcado.
Tras el hallazgo de los investigadores de la UA, la cuestión que cualquier profano se plantearía es si sería recomendable no retirar los bancos de Posidonia seca o arribazones de las orillas donde se acumulan para seguir estudiando sus propiedades beneficiosas para la salud.
En este sentido, Antón ha dicho: "En nuestra aproximación bastaría con un poco de material para sacar los genes interesantes y expresarlos; no necesitamos la Posidonia seca en gran cantidad". "Realmente, nuestro trabajo no aporta ningún dato respecto a la conveniencia o no de retirar las hojas secas", ha añadido.
Sin embargo, "el profesor Alfonso Ramos comenta que 'la principal función ecosistémica de las hojas secas de Posidonia es proteger las playas de los fuertes temporales; además, incrementa el volumen de la misma playa al mezclarse las hojas con la arena, realizándose una especie de argamasa'", ha expuesto Antón. "Todo ello, según Ramos, es de capital importancia en la conservación de nuestras playas, máxime cuando está subiendo el nivel del mar por el calentamiento global", ha apuntado la experta.
Las muestras de los arribazones para llevar a cabo esta investigación "han sido recogidas en diferentes áreas de la costa alicantina y, aunque están compuestas mayoritariamente por Posidonia seca, en ella se encuentran también insectos, restos de moluscos o arena, entre otros componentes", ha concretado, por su parte, la profesora Ana Belén Martín, según un comunicado de la UA.
A su vez, otra de las responsables del articulo, Esther Rubio, ha explicado que el estudio de estos restos de biomasa -"popularmente llamamos montones de algas, aunque Posidonia es una planta", ha aclarado- no ha hecho más que empezar.
"El análisis de los metagenomas es muy complejo y, en este primer paso, realizado con el uso de la bioinformática, hemos sido capaces de conocer su potencial biotecnológico. El siguiente paso sería comprobar los resultados en el laboratorio, pero, para ello, necesitamos conseguir financiación", ha manifestado.