ALICANTE (EP). Un grupo de investigadores de un proyecto internacional liderado por el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA-CSIC-Unizar), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Zaragoza (Unizar), han logrado desarrollar un adhesivo soluble en agua, lo que limita su impacto medioambiental, y con aplicaciones sanitarias, para lo que se han insipirado en las proteínas que usan los mejillones para adherirse en las rocas marinas.
"Las pruebas realizadas consiguieron pegar piel de cerdo con una fuerza similar a la del Tisseel, un adhesivo quirúrgico comercial. Estos resultados son relevantes también para crear adhesivos de uso común pero más sostenibles, ya que, al emplear agua como medio dispersante en lugar de disolventes químicos, es menos tóxico y contamina menos", ha explicado el investigador del Inma y primer autor del artículo, Alexandre Lancelot.
Tras ello, ha resaltado las dificultades halladas durante la investigación a la hora de pegar tejidos biológicos, pues "es complicado que los adhesivos funcionen porque se trata de un entorno acuoso", según un comunicado del CSIC.
El objetivo principal de este trabajo era el desarrollo de nuevos adhesivos de materiales sintéticos reproducidos en laboratorio, pero basándose en estructuras físicas o químicas que se encuentren en la naturaleza para aplicaciones en medicina, de forma que se pudiesen sustituir procedimientos de sutura más invasivos, mejorando así la cicatrización del paciente y minimizando el riesgo de infección.
Es por ello por lo que se han inspirado en la "extraordinaria capacidad de los mejillones para fijarse a las rocas en un ambiente acuático durante largos periodos de tiempo", todo ello gracias a unas proteínas que contienen el aminoácido L-DOPA, donde el grupo catecol, una molécula química, es el principal responsable de la adhesión.
"Imitando las estructuras de estas proteínas, hemos unido el grupo catecol con otros polímeros, obteniendo un adhesivo con un comportamiento satisfactorio sobre aluminio (...) Ya estamos trabajando en más avances para poder registrar una patente", ha señalado el científico.
En la investigación también ha participado el profesor de la Universidad de Purdue (Estados Unidos) Jonathan Wilker, y ha sido financiado por la Unión Europea a través de una beca de investigación Marie Sklodovska-Curie.