Investigadores del Instituto de Neurociencias descubren unas moléculas que regulan el exceso de células madre y progenitoras neurales

29/04/2022 - 

ELCHE. (EFE).- Investigadores del Instituto de Neurociencias en Alicante, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, han descubierto que unas moléculas llamadas Netrinas son capaces de regular el exceso de proliferación de las células madre y progenitoras neurales, una función desconocida hasta ahora.

Este hallazgo podría ser relevante para comprender mejor los procesos tumorales en humanos y tiene potenciales implicaciones en terapias contra el cáncer a largo plazo, según un comunicado del CSIC-UMH.

La investigación, liderada por Ana Carmena y llevada a cabo en la mosca de la fruta, Drosophila melanogaster, "muestra que las señales de las Netrinas regulan extrínsecamente la división asimétrica de los neuroblastos, las células madre neurales del sistema nervioso central de Drosophila precursoras de las neuronas y otras células del cerebro", revela la nota de prensa.

En el hallazgo, que se publica en Current Biology, han participado también las científicas Ana de Torres-Jurado y Sandra Manzanero-Ortiz. Carmena lleva más de quince años estudiando el proceso de división celular y los mecanismos que lo regulan para asegurar el correcto desarrollo del sistema nervioso y evitar divisiones descontroladas que pueden dar lugar a tumores.

"Las Netrinas son una familia de moléculas quimiotácticas extensamente estudiada, capaces de atraer o repeler a las células. Durante el desarrollo, las conexiones entre neuronas se establecen gracias a gradientes de estas moléculas que guían a los axones hasta su destino final. Las Netrinas también están implicadas en los procesos de migración neuronal que tienen lugar durante el desarrollo embrionario", indica el comunicado.

La división asimétrica de las células madre es un proceso fundamental y universal para generar diversidad celular durante el desarrollo embrionario y para modular la homeostasis de los tejidos en la vida adulta.

Esa división da lugar a dos células hijas distintas: unas capaces de seguir multiplicándose para formar más células madre, que continúan dividiéndose, y otras que pierden la capacidad de dividirse para convertirse en los distintos tipos de células del organismo, que, en el caso del sistema nervioso, son las neuronas y las células gliales.

"Este proceso tiene una gran relevancia biológica, tanto durante el desarrollo de un organismo como para mantener un equilibrio fisiológico en individuos adultos", dice el comunicado.

En las últimas décadas, la conexión entre los fallos en el proceso de división asimétrica y la formación de tumores se ha convertido en uno de los hallazgos más relevantes en este campo.

“Hemos descubierto una nueva función para las moléculas de guía axonal llamadas Netrinas que regula el exceso de proliferación de células madre y progenitoras neurales a través de la modulación de los niveles umbral de señalización de Robo1, otra molécula de guía axonal. Hemos visto que la regulación de los niveles de señalización de Robo1 es crítica, puesto que tanto un exceso como una falta de señalización de Robo1 en las células madre y progenitoras neurales conlleva un exceso de proliferación de estos tipos celulares”, ha señalado Carmena.

Dada la alta conservación de estas moléculas de guía axonal, es posible que esta nueva función de las Netrinas en la mosca de la fruta, regulando el exceso de proliferación de células madre y progenitoras neurales, esté conservada en vertebrados. Ello podría ser relevante para comprender mejor los procesos tumorales en humanos, además de tener potenciales implicaciones en terapias contra el cáncer a largo plazo.

"Hace algunos años se demostró una conexión entre la división celular asimétrica comprometida y la formación de tumores (tumorogénesis) utilizando células madre neurales del cerebro larvario de Drosophila llamadas neuroblastos, lo que ha hecho de esta mosca y de sus células madre neurales un sistema modelo ideal para ahondar en el conocimiento de este crítico campo", reseña la nota de prensa.

El 75 % de genes asociados a distintas enfermedades humanas tiene un equivalente en el genoma de la mosca de la fruta.

Sus 4 pares de cromosomas (frente a los 23 pares en humanos) y su breve ciclo de vida (9-10 días a 25 °C) permiten estudiar muchas generaciones en poco tiempo.

Esto, unido a la versatilidad de herramientas genéticas desarrolladas para manipular su genoma, mutando o sobreexpresando genes, entre otras ventajas, hace de Drosophila una potente herramienta para abordar las bases moleculares de numerosas enfermedades humanas, incluido el cáncer, según el comunicado del CSIC-UMH. 

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