ALICANTE, (EP). Investigadores del Baylor College of Medicine (Estados Unidos) han realizado el estudio más completo hasta la fecha de las mutaciones del gen TP53, clave en la supresión de tumores, para comprender mejor los procesos que conducen a la inactivación de este importante gen. Sus hallazgos, publicados en la revista 'Cell Reports', arrojan luz sobre cómo el gen se transforma y cómo esas mutaciones pueden ayudar a predecir el pronóstico clínico.
Uno de los genes más estudiados en cáncer, el TP53, detecta el estrés o daño celular, y en respuesta detiene la división celular o inicia la muerte celular, impidiendo así que una célula dañada se reproduzca. La mutación de este gen elimina un mecanismo clave de seguridad celular y es un paso que conduce al cáncer.
En este trabajo, el equipo de investigación estudió 10.225 muestras de pacientes de 32 cánceres diferentes del Atlas del Genoma del Cáncer, y las comparó con otras 80.000 mutaciones en una base de datos recopilada durante tres décadas por el doctor Thierry Soussi, profesor de Biología Molecular de la Universidad de la Sorbona (París). Después de analizar esta gran muestra de datos, tienen un conocimiento más profundo de cómo la mutación del gen TP53 afecta al cáncer.
El equipo encontró que en todos los tipos de cáncer estudiados, las mutaciones de TP53 fueron más frecuentes en pacientes con tasas de supervivencia más bajas. Pero también identificaron una manera de predecir con mayor precisión el pronóstico. En concreto, detectaron cuatro genes altamente expresados en los tumores mutantes de TP53, cuya expresión se correlacionaba con el resultado del paciente.
"Si tiene una alta expresión de esos cuatro genes, tienes un paciente que tiene más probabilidades de tener un mal pronóstico. Por el contrario, si ese paciente tiene una expresión muy baja de esos genes, probablemente va a sobrevivir más tiempo y tendrá un buen pronóstico. Le dará una mejor idea de cómo le irá que saber si es mutante de TP53 o no", explican los investigadores.
A nivel cromosómico, el equipo encontró un patrón notable en la pérdida del gen TP53. En algunos genes del cáncer, se verá una copia de los dos genes perdida o mutada. Más del 91 por ciento de todos los cánceres pierden ambos genes TP53, no sólo uno. Esta segunda pérdida de genes ocurrió debido a mutación, deleción cromosómica o duplicación de genes. Según los científicos, los casos de duplicación de genes ocurrieron a un ritmo mucho mayor de lo que se pensaba.
La investigación también demostró que la mutación del TP53 se correlacionaba fuertemente con la inestabilidad genómica, lo que indica el papel de la proteína normal en la monitorización de la integridad cromosómica. En la mayoría de los tumores mutantes TP53, se eliminaron otros genes supresores de tumores, mientras que los oncogenes que permiten el desarrollo del cáncer se amplificaron.