Almuerzo entre Ximo Puig y la plataforma Elche Piensa (fotos: PEPE OLIVARES)
Almuerzo entre Ximo Puig y la plataforma Elche Piensa (fotos: PEPE OLIVARES)
ELCHE. Se antojaba como un acontecimiento importante, o más bien como un logro importante; el presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig llegaba a la ciudad para reunirse con una asociación civil, en este caso Elche Piensa. Una visita que como se podía esperar, no trajo ninguna novedad respecto a los asuntos trascendentes. De nuevo, se le recordaron las necesidades de la ciudad a nivel de financiación, aparta de los grandes planes de otras ciudades en comparación, pero también se le presentaron proyectos que la ciudad podría explotar, como luchar por el título Ciudad del Diseño que otorga la Unesco, o la reivindicación de un plan hidrográfico para el Vinalopó.
El primero de ellos, Elche reconocida como Ciudad Creativa del Diseño, es un título que otorga la Unesco y que ya se planteó al Ayuntamiento, ya que entienden que la ciudad cumple los requisitos por las actividades creativas que desarrolla en materia de diseño del calzado, moda, gafas, cohetes o tecnología. Los requisitos que el municipio concentra es una industria del diseño bien establecidas, posibilidades de diseñadores y urbanistas para aprovechar los materiales locales y los entornos urbanos y naturales, o el propio diseño con el desarrollo sostenible, que podría entroncar con la propuesta de capital verde para 2030.
La plataforma considera que Elche “identifica, nutre, atrae y retiene el talento, favorece que las organizaciones conviertan las ideas creativas en algo material y de valor para el público”. Asimismo, entrar en la Red de Ciudades Creativas de la Unesco entienden que puede suponer mejorar el acceso y la participación en la vida cultural, integrar plenamente la cultura y la creatividad en sus planes de desarrollo o desarrollar polos atracción de creatividad e innovación, entre otros beneficios. Han diseñado a su vez varias fases que se deberían seguir para ejecutar el plan.
Por otra parte, la otra reivindicación que se le planteó y que se le enviará junto a otras, es la de crear una Confederación Hidrográfica del Vinalopó que estaría constituida por el río Vinalopó, el Monnegre, y las Marinas Baja y Alta; es decir, incluyendo ríos como el Gorgos, Amadorio o Algar. En total, unos 3.500 km2 que tendrían como objetivo no ser dependientes del trasvase Tajo-Segura y retener el agua mediante la gestión de embalses, acuíferos y depuradoras para poder ser sostenibles en el regadío. Desde el colectivo indican que el mantenimiento actual del río “es un desastre” y que la Generalitat puede tener un papel clave en un proyecto como este, descentralizando y gestionando el agua del territorio.
Sobre el pack de reivindicaciones habituales, la modernización del ferrocarril, la autovía que sigue sin conectar con Elche Parque Empresarial u otras como el aumentar el potencial del Centro de Congresos, y por supuesto, la infrafinanciación que sufre la ciudad. Ante esto, poco pudo añadir Puig, más allá de asentir y escuchar. Como se suele decir, las cosas de palacio van despacio. Como indican desde la asociación, “antes había inversiones faraónicas y ahora no va a haber, pero hay que mantener las que hay, y como no tenemos, no hay nada que mantener”, explica su presidente Juan Antonio Marín.
De lo que sí habló el presidente es de las que van a venir en Sanidad, como las actuaciones en el Hospital General, que necesita bastantes mejoras, las actuaciones de Educación que planteó hace unos días Vicent Marzà en materia educativa y otras intervenciones sobre el Palmeral. En definitiva, pocas novedades, a pesar de que Puig entendía las discrepancias y que desde la periferia “se ve todo diferente”. Así pues, desde Elche Piensa se le presentaron dos proyectos para la ciudad, como ya recogieron desde la administración local y autonómica el guante de Elx Capital Verda Europea 2030 y la subsede del Museo Arqueológico Nacional (MAN) en el MAHE.
Almuerzo entre Ximo Puig y la plataforma Elche Piensa (fotos: PEPE OLIVARES)