ELCHE. Tras el ruido y la consiguiente polémica que trajo el no informe (la decisión se circunscribía al estudio de 2006) de la Dama de Elche el año pasado, por el cual el Museo Arqueológico Nacional (MAN) se había negado al traslado provisional del busto íbero a su ciudad natal, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura ha hecho público ahora un nuevo estudio realizado este mismo mes de agosto. El mismo vuelve a incidir en el riesgo de deterioro de otro traslado. El informe advierte de que se pueden perder los restos de policromía que aún quedan, así como vestigios terrosos que aportan contexto de la excavación.
El informe no se refiere solo a la Dama de Elche, también a otras piezas que también han sido reivindicadas por sus respectivos municipios, como es el caso de la Dama de Baza, y la Dama del Cerro de los Santos. En el caso ilicitano, el documento, que podría dar carpetazo al asunto y cerrar la puerta de forma definitiva, al menos por ahora, por las conclusiones técnicas, indica que hay al menos 17 puntos representativos un deterioro, y de 20 puntos de muestreo de sales solubles analizados, 6 puntos se han seleccionado para el protocolo de seguimiento y control de sales. En cualquier caso, tanto el alcalde, como la oposición, como el propio vicepresident Vicente Barrera han pedido el regreso temporal al menos.
Los estudios realizados confirman el estado de vulnerabilidad del material de la escultura, atendiendo a distintos deterioros que se ven a través de los indicadores. A este respecto, la superficie de la pieza presenta alteraciones de diferente naturaleza. Estas confluyen simultáneamente en deterioros que agravan de forma sinérgica el riesgo de pérdida de material. Debido a su delicado estado de conservación y ante el riesgo derivado de posibles intervenciones, en el Museo Arqueológico Nacional no se tiene constancia de haber llevado a cabo procedimientos como la limpieza o la consolidación de la obra.
El análisis realizado corrobora la presencia de niveles elevados de concentración salina en la escultura, aportando datos cuantitativos sobre la confirmación de su presencia que se detectó cualitativamente en análisis anteriores realizados entre 2005 y 2006 (con los cuales, aun así, se trasladó a Elche varios meses). También se han identificado sulfatos y, en mucha menor proporción, cloruros; concretamente las sales identificadas son yeso y halita. Esta última sal se caracteriza por su higroscopicidad y elevada movilidad. Por tanto se presume que los ciclos de cristalización y recristalización de sales derivados de los cambios en las condiciones ambientales podrían producir importantes tensiones físicas en el material, causando pérdidas en superficie, desplacaciones o fisuras.
YesoEn este campo, la escultura presenta restos puntuales de policromía en rostro, cuello, manto y parte posterior del tocado. Eso sí, los restos de determinados pigmentos y láminas de oro conservados son muy escasos. El rojo (bermellón o cinabrio), ocre (tierras), azul egipcio ( tetrasilicato de cobre y calcio), amarillo (oropimente y tierras) y dorado (oro).
Ubicación novedosa del azul egipcio
De estos pigmentos, ya identificados previamente en los períodos de 1971-1972, años 90 y 2007-2008, destaca como novedad del estudio la distribución del azul egipcio. La técnica aplicada ha permitido registrar por por primera vez la ubicación exacta de los restos puntuales, no perceptibles en la observación directa, que aún conserva el busto.
El azul egipcioEl estudio corrobora las pérdidas generalizadas de policromía que ya tuvo, así como la migración de los pigmentos a través de la costra, "formando un conjunto inseparable y con potencial riesgo de desprendimiento". Por otra parte, se subraya que la existencia de cloruros podría producir una alteración del color rojo bermellón natural o cinabrio, con la consiguiente formación de cloruros de mercurio, decolorando la capa pictórica que contiene dicho pigmento. Asimismo, los granos de este pigmento están descohesionados en la propia capa pictórica, facilitando la citada migración. Se concluye en esta parte que la presencia de partículas de distinta naturaleza, laminares de oro y de bermellón, localizadas actualmente fuera de su ubicación original, "muestra una evidente pérdida de materia a nivel superficial y confirma los profundos procesos de alteración que han tenido lugar en la superficie de la pieza a lo largo de su historia".
Costras que pueden desprenderseEl grado de cohesión general del soporte pétreo es desigual, aunque de acuerdo a la gammagrafía efectuada en 2005 no se detectaron grietas o fisuras internas. Y el grado de adhesión de la capa superficial al soporte es variable. Se destaca que existen zonas en las que se advierte claramente la presencia de costras con alto riesgo de desprendimiento. En resumen, la presencia de partículas de distinta naturaleza, laminares de oro y de bermellón, localizadas actualmente fuera de su ubicación original, "muestra una evidente pérdida de materia a nivel superficial y confirma los profundos procesos de alteración que han tenido lugar en la superficie de la pieza a lo largo de su historia". La descamación se localiza, principalmente, en la frente y en el pómulo izquierdo.
Descamación en el pómuloPor último, se han hallado restos terrosos, de raíces y otros aún no identificados, cuya eliminación no se ha acometido por los posibles riesgos derivados del proceso de limpieza y por la información que puedan proporcionar a la investigación del contexto arqueológico.
Restos terrosos de la excavaciónDel informe y los indicadores analizados es de donde se mantiene que cualquier variación en los parámetros ambientales por un posible traslado de la obra puede desencadenar mecanismos de alteración física y por lo que se desaconseja la salida del MAN. El informe advierte de que que el conjunto de riesgos "conllevaría una pérdida irreparable para el conocimiento de este bien cultural y de la cultura ibérica en su conjunto. Se trata de una escultura de extraordinaria calidad plástica, excelente labra, modelo iconográfico excepcional". Justifican que garantizando su preservación a largo plazo, se estará en disposición de profundizar en este conocimiento gracias a nuevas técnicas que se desarrollen en el futuro.
Defienden que en el museo está en un estado de equilibrio en relación al medio en el que se conserva. "Se trata de un equilibrio muy delicado". Y aseguran que un traslado externo activaría mecanismos de deterioro "con graves consecuencias". También añaden que el transporte, "sea cual sea el medio, implica igualmente la exposición a riesgos que comprometerían la integridad de esta obra tan significativa para el Patrimonio Histórico Español".
