ALICANTE (Sandra Murcia/AP). Nuevos datos que toman el pulso de la economía a nivel provincial. El director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, ha analizado el Informe de Coyuntura Socioeconómica de la provincia de Alicante del primer trimestre de 2021 marcado por las restricciones a la movilidad impuestas por las administraciones debido al elevado número de casos de la covid-19. Los dos primeros meses del año fueron desastrosos para el empleo, la filiación y la actividad productiva, sobre todo en el sector servicios y en especial, el turismo.
Y es que, según apunta Ineca, este sector acumula prácticamente un año de actividad en valores mínimos, donde las escasas pernoctaciones anotadas son generadas por el mercado nacional, y además éstas presentan una duración menor, por lo que los ingresos de estos establecimientos se han visto reducidos de forma drástica. Alicante registra el 3,1% de las pernoctaciones en España de residentes en hoteles, inferior al dato del 2020 que fue del 5,5%, y del 7,6% del 2019. Además, las pernoctaciones de no residentes en la provincia se reducen hasta las 60.094, frente a las 1.687.468 del 2019.
En los tres primeros meses de 2021, por el aeropuerto de Alicante- Elche tan solo han transitado 176.724 de pasajeros, el 8,57% del anotado un año antes. Respecto al trimestre anterior, el eje del turismo se mantiene como el más
afectado por la crisis de la covid-19.
En este sentido, han destacado varias cifras representativas en este nuevo informe. En cuanto al tejido productivo, la provincia de Alicante retoma al comienzo del año el impulso en la constitución de sociedades mercantiles y cada mes supera en número al anterior. Así, recoge el 4,8% de las nuevas constituciones en España, manteniendo el valor registrado hace un año. Además, en el mismo periodo, se disolvieron 314 sociedades, frente a las 292 del año anterior.
Por otra parte, los datos analizados muestran que Alicante, hasta febrero de 2021, seguía perdiendo peso en afiliación al Régimen general. No obstante, el incremento anual en marzo de este año era del 3,6%, superando al dato nacional (2,2%) y rompiendo la serie de los últimos dos años. Además, ese mes hubo 22.847 más parados que hace un año, y el 4,8% del total nacional pertenecía a la provincia, siendo la sexta con mayor número de población de paro en España.
Con el foco en los datos del IPC, hubo un cambio de tendencia a comienzos de año, y tras variaciones negativas, ahora acumula tres meses con cambios positivos, de 0,56%, 0,24% y 1,67% en Alicante. El aumento en la provincia ha sido superior al dato medio nacional. Asimismo, la recaudación por IRPF en el primer trimestre del 2021 sube muy ligeramente -un 0,9%- pero evidencia el mantenimiento de las rentas de los trabajadores.
El paro registrado en Alicante mantiene un crecimiento elevado, si bien la última tasa de variación anual es la más baja del periodo de crisis covid-19. La comarca del Comtat al final del primer trimestre del 2021 contabiliza 2.196 parados, con un incremento anual del 2,7%, el segundo más bajo de las comarcas alicantinas. L' Alcoià es la comarca con menor incremento en el paro, tan solo el 1,1%. Aquí, el sector industrial y la construcción han tenido un buen comportamiento, ya que logran reducciones anuales de 172 y 59 personas respectivamente.
En las comarcas del Vinalopó, L’Alt Vinalopó anota 251 parados más en un año y alcanza los 5.160 trabajadores. El buen comportamiento del sector industrial con una rebaja de 164 personas, no ha sido seguida por la agricultura que incrementa en 151 y los servicios con otros 108 trabajadores en paro. El saldo final anota un incremento del 5,1%. En el Vinalopó Mitjà recogen un incremento anual del 4,6%, que se traduce en un aumento de 826 parados. El aumento de empleo en la industria no logra frenar el descenso en otros sectores.
En las Marinas, la Marina Alta mejora muy poco su cifra de variación anual del paro, que se sitúa en el 21,7%, y conlleva un ascenso del paro registrado de 2.553 personas, la mayoría en el el sector servicios -el 84,1%-. La Marina Baixa presenta a finales del primer trimestre la mayor variación anual, del 29,5% y 4.729 parados más que hace un año. Todos los sectores de actividad presentan valores positivos, y destaca en particular el colectivo de "sin empleo anterior" con una variación anual del 124%.
L’Alacantí, con 49.467 parados en el primer trimestre recoge el 26,4% de todo el paro provincial. Y como el resto de comarcas mantiene una tasa de variación anual positiva, del 16,3%, aportando 6.942 parados más que hace un año. Por su parte, el Baix Vinalopó presenta el incremento anual más bajo de todo el periodo covid, el 5,3%. Este aumento conlleva 1.691 parados más, contando la buena evolución del sector industrial donde el paro anual se ha reducido en 591 personas. Con un total de 33.714 personas en paro ocupa la segunda comarcal. La Vega Baja sigue aumentado la cifra de parados pero a una tasa inferior a la de los meses previos, en concreto en marzo fue del 20,5%. En términos absolutos implica un aumento de 5.688 personas y una cifra total de 33.468 parados. Prácticamente, aumenta el paro en todos los sectores, salvo en industria (-0,6%).
En este sentido, las exportaciones de calzado y pieles mantienen el descenso (32,6 millones menos que en el año 2020) y contrasta con el aumento de las hortalizas (30,8 millones de incremento); las frutas también descienden en 11,5 millones.
Ha habido un 7% de recorte anual en importaciones en la provincia durante el primer trimestre: 82 millones menos. En el detalle por mercancías repite la reducción de importaciones de calzado y pieles por importe de 67,5 millones de euros y también de frutas en 43,3 millones.
Desde el comienzo de la crisis en marzo del 2020, la tasa de cobertura no ha dejado de crecer en Alicante. El origen de este comportamiento está en la fuerte reducción de las importaciones. En este primer trimestre del 2021 el saldo comercial ha mejorado
en 121,7 millones respecto a hace un año, un 46,4% más.
La provincia ha comenzado el 2021 repitiendo el saldo negativo con el que finalizó el 2020, desvaneciéndose nada más comenzar el año las esperanzas de dejar atrás las consecuencias sociales y económicas de la crisis sanitaria de la covid-19. No obstante, es importante tener cautela de tomar estos datos como absolutos puesto que la tendencia del segundo trimestre refleja ya una mejoría nada más levantar las restricciones de movilidad.
Al respecto, el presidente de Ineca, Rafael Ballester, ha indicado que la tendencia del segundo trimestre ya hace valorar una mejoría de la economía empujada por las contrataciones derivadas del levantamiento de las restricciones y el impulso del sector turístico, tan importante y relevante en la provincia. El cambio se va a realizar de una forma pausada en los primeros meses, y no será hasta el final del segundo trimestre cuando se aprecie claramente esta evolución positiva.
Ballester cree que es previsible que esta progresión vaya más despacio que la media del conjunto de España por el mayor peso del sector turismo-restauración en la provincia, y la dependencia de los mercados internacionales para el turismo y las compraventas inmobiliarias.
El director de Estudios ha manifestado que en lo que respecta al tejido productivo el saldo al final es positivo, con un ascenso en el número de nuevas sociedades mercantiles del 15,4%, similar al dato nacional. La evolución del colectivo de trabajadores autónomos en la provincia sigue siendo atípica y su número de integrantes no ha dejado de incrementarse.
En referencia al empleo y la afiliación, Llopis ha indicado que en los dos primeros meses del año, destacamos un descenso continuado de afiliados con más intensidad que en el resto de España, aunque en marzo ya se refleja un cambio de tendencia, mejorando además los valores medios nacionales. En cuanto al desempleo, éste sigue siendo nuestro talón de Aquiles y marzo se cerró con 22.847 personas demandantes de empleo más que en marzo de 2020, cuando el cierre temporal de la actividad desplomó el empleo. El sector servicios sigue siendo el que más porcentaje de parados recoge con un 73% del total. La otra cara de la moneda es el sector industrial que finaliza el primer trimestre con una reducción de 1.044 trabajadores en paro respecto a los valores de hace un año.
Para Llopis, la tasa de paro de la EPA sigue siendo elevada, casi un 20%, aunque no llega a alcanzar los datos de la anterior crisis.
El director de Estudios de Ineca ha incidido que en materia de rentas laborales, en la provincia de Alicante, como en el conjunto de España, los salarios se han podido mantener a pesar de la crisis gracias a la activación de los procesos de ERTE. Esta situación se comprueba al comprobar la recaudación de la AEAT en el IRPF, que en el primer trimestre recoge una variación anual positiva. Pero cabe resaltar que en España el ascenso es del 2,5% mientras que en la provincia se queda con un 0,9%.
Para Llopis "obviamente este proceso tiene sus límites, junto a depósitos y ahorro, por lo que la supervivencia económica de empresas y familias está llegando a valores elevados, siendo necesario ya un cambio de tendencia para revertir la situación y volver a recuperar los recursos financieros empleados. De otro lado, esta descapitalización del sector privado va tener una clara incidencia en los futuros proyectos de inversión, que parece que tendrán que posponerse hasta recuperar el saldo empleado. Esta situación es esencial, pues es precisamente en estos momentos en los que interesa adoptar posiciones de ventaja empresarial en los respectivos mercados, circunstancia que ahora se ve condicionada o limitada".
Los tan esperados fondos europeos de recuperación, Next Generation, pueden ser una oportunidad en el caso de Alicante para por un lado compensar este mayor desgaste financiero provocado por la covid-19, como también para impulsar procesos de inversión, innovación y mejora productiva que compense la mayor falta de recursos de las empresas alicantinas, y con ello, al menos mantener la competitividad empresarial respecto a nuestros principales competidores.
Por bloques de actividad, el sector industrial, por la vía del comercio exterior, ha comenzado el año con buenas cifras, salvo el sector del calzado que continúa con descensos, incidiendo de forma directa sobre el empleo en las comarcas con mayor especialización en este producto.
A juicio de Llopis, en el eje de la construcción-inmobiliario, el inicio de nuevas viviendas a partir de los visados de obra nueva recoge un descenso anual en el trimestre del 53,3%, muy lejos del dato nacional que apenas se reduce un 0,6%. Con estos datos se alarga el proceso de reducción de la actividad en nueva vivienda iniciado en el año 2019.
Por el lado de las operaciones de compraventa, la recuperación en la provincia de Alicante está siendo muy tímida, con avances muy reducidos, especialmente si se compara con otros territorios de caracteres similares. Sin duda, la ralentización e incluso paralización de las actividades vinculadas con el turismo, junto a descenso de actividad en el calzado, dos de los motores de la provincia, están afectando a los procesos de inversión inmobiliaria, por lo que hasta que no se reduzca la incertidumbre generada por la covid-19, estas operaciones quedarán congeladas a la espera de mejores momentos.
Y en la misma línea se mueven las ventas realizadas por extranjeros, que en la provincia de Alicante suponen un peso muy importante en el conjunto de estas operaciones. Este colectivo ya mostraba en 2019 ciertos síntomas de agotamiento con variaciones anuales negativas reducidas, unido a la incertidumbre que todavía planea sobre las consecuencias económicas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea hace que este mercado, tradicionalmente muy presente en Alicante, esté posponiendo sus decisiones en este tipo de inversiones.
Con todos estos cambios, el Indicador Ineca recoge un nuevo valor negativo que en esta ocasión se sitúa en el -9,0, amplificando los valores negativos de los trimestres anteriores. El saldo acumulativo de los últimos 5 trimestres es una reducción de su valor en 63,7 puntos, retrocediendo en consecuencia hasta valores contabilizados a mediados del 2013.
En términos generales, Ineca asegura que el segundo trimestre resultará más positivo que el primero, según ha manifestado el presidente de Ineca. "El tejido productivo hasta ahora no se ha visto afectado en número de unidades, al margen de su mayor o menor incidencia en cuestiones de liquidez y solvencia", según ha puntualizado Ballester, aunque es posible que cuando la economía pise el acelerador el número de empresas se vea afectado por la crisis que ha impedido su actividad.
La afiliación a la Seguridad Social se acerca a las cifras anotadas en el 2019, el desempleo ya empieza a reducirse aunque en julio aún se contabilizaban 16.767 personas en ERTE. Las exportaciones de la provincia, con los datos de abril también refuerzan el cambio de tendencia, ya que anotan un incremento del 60%, pero quizá el dato que más informa es el aumento de las importaciones, del 67,9% porque la industria ya ha reactivado su producción y vuelve a incorporar materias importadas para sus procesos productivos.
El presidente de Ineca ha insistido en que debemos estar muy pendientes de la evolución de los contagios porque será clave para que no se produzcan cierres de actividad y por tanto se reactive la economía al cien por cien, sobre todo el sector turístico. Además, Ballester considera vital acelerar la vacunación del sector de población más joven para mejorar la incidencia y reducir el riesgo de contagio real.