ALICANTE. El empleo en la provincia de Alicante al cierre del tercer trimestre del año volvía a situarse en cifras similares a las de 2008, y muy cerca del dato que se anotaba al cierre del mismo periodo de 2007, justo en el momento en que estalló la crisis de las hipotecas subprime al otro lado del Atlántico, dando comienzo a la dura crisis financiera de la última década que llegaría a España un año después. Es la conclusión positiva del último informe de coyuntura del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), que también aporta otras no tan halagüeñas. Especialmente, en lo que se refiere a coser la brecha social provocada por esa crisis.
Así, el informe de coyuntura constata la consolidación de una recuperación positiva, según Ineca, aunque "esta afirmación se ajusta a los números, no a la calidad de los empleos y otros factores que todos conocemos". De esta forma, Alicante mantiene la tasa de afiliación a la Seguridad Social en el tercer trimestre, con un incremento del 7% en el régimen general y un 2% en autónomos. "En ambos casos, los crecimientos son superiores a los valores nacionales, por lo que la provincia gana peso en el conjunto de España" en materia de empleo. En conjunto, el número de afiliados crece un 6,1% en la provincia al cierre del tercer trimestre, por el 5% de media nacional, y se alcanzan los 600.832 afiliados. Cifra que mejora la de septiembre de 2008 y se queda a tan solo 5.000 de la de 2007, que fue el mejor dato en este mes de la serie histórica.
Es decir, el nivel de empleo vuelve a situarse donde estaba en el tercer trimestre antes de la crisis. "Se confirma que la recuperación ya está llegando de forma firme a las familias, aunque los datos de paro de noviembre vuelven a reflejar un aumento intermensual (que no interanual) del desempleo, ya habitual en esta época". Y que, previsiblemente, en diciembre volverá a bajar con la campaña de Navidad.
El director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis, destaca que el empleo crece a pesar de que Alicante crea menos empresas y destruye más que el año pasado (de enero a septiembre se han constituido 3.626 sociedades, frente a las 3.739 del año pasado para los mismos meses, mientras las disoluciones se han incrementado un 6,8%). La conclusión es que "las empresas que están tirando de la creación de empleo son las que ya estaban establecidas, que han aumentado su actividad, más que obedecer a la creación de proyectos nuevos en la provincia". La recaudación por IRPF en la provincia, como ya contó Alicante Plaza, está muy por encima de los valores históricos en el tercer trimestre, lo que vendría a confirmar la creación de empleo: un 16,2% más frente al 5,9% de aumento nacional.
Al margen del empleo, el resto de cifras analizadas en el informe (28 variables estadísticas) arrojan "resultados desiguales, lo que no termina de situar a la provincia en una línea ascendente de recuperación estable, aún por debajo del impuslo nacional", según Ineca. Por ejemplo las exportaciones, fuente esencial de entrada de divisas, tienen un crecimiento casi plano: apenas un 1,4% en los nueve primeros meses, cuando en España el dato fue del 9,1%. En cuanto al sector hotelero, empieza a dar también síntomas de agotamiento, y las pernoctaciones crecen solo un 1%, cuando en la media nacional el aumento es del 3%. La estancia media, además, se resiente y baja a algo más de cuatro días (-6%). El aumento en el número de turistas extranjeros (8,3%) compensa la caída del turismo nacional (-6,9%).
"El turismo sigue siendo nuestra mina de oro", defiende Llopis, "pero el sector hotelero está perdiendo peso". Un fenómeno que tiene una doble explicación: de un lado, la mayor oferta existente que eleva la competencia entre destinos, y de otro, el auge de los apartamentos vacacionales (donde sí aumentan las estancias). Aún cabría sumar el fenómeno de AirBnB y otras plataformas de economía colaborativa que restan clientes al sector tradicional.
A juicio del presidente de Ineca, Perfecto Palacio, "hace falta canalizar adecuadamente ese potencial social de la provincia para mejorar los resultados económicos, incrementando la renta per cápita y ese saldo financiero negativo que es la evidencia de que aún falta implementar muchos cambios en el tejido productivo". En este sentido, "el esfuerzo las acciones tienen que venir de todas partes para cerrar la brecha social". El dirigente empresarial considera que "son las pymes, las supervivientes de la crisis, quienes están tirando del carro de la recuperación, generando empleo y por tanto cosiendo la brecha social, pero este esfuerzo por sí solo es insuficiente, las administraciones deben ser conscientes de que la inversión debe llegar pronto para generar un crecimiento sólido".