por amor al arte / OPINIÓN

Iñaki Gabilondo

17/01/2021 - 

Monarquía. Impeachment. Vacunación. Electricidad. Pala. Confinamiento. Empacho. Un servidor se pide ser el asistente de servicio de bar, sustancias prohibidas, cócteles y relaciones infrahumanas del elenismo en general y, en particular, de Juan Carlos I, Abu Dabi, Distrito Universal. Jake Angelli, Yellowstone Wolf, el falso bisonte binario indonesio, un tiorro más guapo que Gerard Fullana -que amb la seua aixà s’en ix de la pantalla cap al cel- Vicent Marzà, Pedro Sánchez y Luis Barcala juntos y revueltos, se nos ha acojonado y, lastimosamente, pide el indulto presidencial a Donald Trump

Hace frío y sube la factura de la luz. No, no vivimos, aunque parezca lo contrario escuchando y leyendo la prensa oficialista, bajo un gobierno comunista. Ha nevado y aparece un precipicio sin el porrat ni la benedicció de Sant Antoni. Aunque se agradece  infinitamente lo de la pala de Pablo Casado posando en el barrio de Salamanca. Que es donde acaba y empieza su universo intelectual. La oscuridad del espacio. El mundo, el universo, es plano. Gestión pésima en Madrid. Aquí aparece la enigmática sonrisa, la galaxia invisible de Alberto Núñez Feijoo. Que uno nunca sabe nunca si es él mismo o su madre haciendo de lehendakari fraguista y amén. Un bolero prohibido.

Ximo Coll y Carolina Vives alcaldes, fontanero-electricista y abogada de éxito, aunque han presentado disculpas -y pendiente la investigación de la Conselleria- deben presentar su dimisión. En fin, pilarín. Se trata de higiene democrática, respeto y dignidad hacia sus vecinos, a los valencianos, a los socialistas indígenas y de la confederación, a sí mismos y hacia toda la humanidad. Los valencianos nos estamos vacunando, con alguna trampa -también de guardiaciviles, mediopensionistas de yate y policías locales vips-, sin prisas ni pausas, camino al confinamiento domiciliario. O como quieran que lo bauticen.

Venganza en el Botànic. Mónica Oltra declara, cabreada en 5 octavas y media, en el registro de Yma Sumac y con uñas de Rosalía, que está criando ya dos hijos. Y la escapada a la nieve -a lo Tamara Falcó- del xiquet Fran Ferri le da la oportunidad de arrearle sin compasión a su rival, compañero y enemigo fraternal a muerte. El Govern no puede depender del enjambre sísmico, del ataque ácido sulfúrico por el liderazgo de Compromís entre los de Iniciativa y el Bloc. Y ahora también por el asalto al cielo cismático de Pilar Lima y el resto de ‘iglesistas’ contra los inscritos -y quizás dentro de poco no adscritos en les Corts- de la mayoría podemita de Naraia Davó y el conseller Rubén Martínez Dalmau. Ximo Puig relee en su celda el ’Oráculo Manual y arte de prudencia’ de Baltasar Gracián, escucha la voz susurrante de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Y reza en sánscrito con sabiduría campesina e infinita paciencia. Amén.

Isabel-Díaz Ayuso ha roto con su novio peluquero. La amenaza - Lady Gaga y Jennifer López- de baño de sangre en la toma de posesión de Joe Biden. El aplazamiento de las elecciones catalanas buscando el olvido del efecto Illa y el maná de los indultos. Las jugosas reuniones de Santiago Abascal con el sindicato negro del fascismo Giorgia Melloni Fratelli d’Italia y Viktor Orbán. Y ¡ai mare! con Francisco Camps en una finca de Requena por la intermediación divina del siempre inquietante Gil-Lázaro. La mefistofélica desaparición del cuervo ‘Merlina’ de la Torre de Londres que, según la leyenda el reino “se derrumbaría sumido en el caos”.  Perfecto, vale, pero la verdadera noticia de la semana  es que parece que despega de la nave nodriza Iñaki Gabilondo. Hiere.

Escarban como lobos en Robin Williams. Ralph Lauren vende monos manchados de pintura por 690 euros. La ciudad de Alicante se va desvaneciendo en la nada. El platillo volante popular es el intelecto límbico de Julia Llopis. Cada hora nos contagiamos 200 valencianos. Se presiente a Xavier López y a Natxo Bellido bramando en la estepa ante fuego. Llamo a Paco Sanguino, el líder de los socialistas alicantinos, y me cuenta que ‘Todo era Marzo’ el libro solidario va enorme en ventas y en crítica. Bueno, después pasamos hora y tres minutos atrapando chispas de la hoguera, hablando de política, literatura y lenguas muertas. Imperdibles los ‘Adagios’ de José Luis Ferris. Letizia Ortiz y las nanas siguen bien, ganas por preguntar.

Para enterarse de la agenda valenciana de Carlos Mazón -en la retaguardia se queda Adrián Ballester- uno tiene que leer a JC Ferriol en Las Provincias en la que se da cuenta de su plataforma anti Bonig en la Federació de Municipis i Províncies, de su nueva corte de “sherpas marcadores del territorio” y perseverante asistencia dicen a actos no orgánicos para ganar visibilidad como en el Homenaje a Manuel Broseta o su entrevista en el Canal 8 del incansable trabajador y, ante todo, maestro de periodistas, Vicent Climent. Macron rechaza la entrada de Arthur Rimbaud en el Pantheon junto a su amante Paul Verlaine. Ante la oposición de la jauría ultraderechista cañí -que ha clamado en el cielo “por su pederastia confesa”- Luis García Montero defiende la inclusión del legado de Jaime Gil de Biedma en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes. Un servidor lee a Juan Abreu en El Mundo: “Melania desnuda es como el firmamento goteando estrellas de semen”.

Soy Marlon Brando y salgo con mi camiseta imperio gritando ¡Stella! en la lluvia helada a la nada infinita como un loco afónico y agotado, sudado, aturdido, desconcertado, sin tranvía de vuelta ni deseo, aquí arriba en medio de la tundra de la sierra de Espadán, me despeño río abajo y salto la tapia. Estoy ante la tumba de mi madre Elvirín Rozalén. Rafa Burgos corre desesperado esta cruda madrugada intentado sacarme del fondo del pozo hondo, los disparos de los perdidos y los locos, el nevero, de la Vall de Almonacid y de lo que creo y quiero y  apenas recuerdo que fui. Nuestro nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González, emocionado, apenas puede hablar. Entramos los tres chopados, heridos, completamente helados y descorazonados en el alma de su desayuno, querido lector. Pablo Serrano en la redacción, asustado, no sabe qué hacer.