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vals para hormigas / OPINIÓN

Iguales, no uniformes

7/03/2018 - 

Mañana tiene usted una cita. Importante. Puede considerarla un escarceo con su primer amor, un reencuentro con viejas amistades, una cena con la familia lejana o un requerimiento formal para una auditoría de Hacienda. Da igual. Que comulgue con ella, que tan solo simpatice, que le resulte indiferente, que le irrite o que le mueva al exterminio. Da igual. Mañana las mujeres van a generar un impacto global, van a visibilizar su lucha, van a señalar con el dedo todas las desigualdades que, a su juicio, con mayor o menor razón, por pura sensatez o por imposición, consideran que padecen. Y da igual que sea usted hombre, mujer o piedra de mechero. Es importante. De momento, dentro del programa de actos preparados para mañana, de la gran movilización del feminismo apellidada 8 de Marzo, han logrado que se produzca la primera huelga en el sector del periodismo que yo recuerdo. Y eso, tal como está el gremio, es un titular de portada. A caja grande y cinco columnas.

La idea es espolear a las mujeres y despabilar a los hombres. Llamar a todas las puertas, romper techos desde abajo, cuadrar los balances de pago y guardar la anatomía en el cajón de las medicinas. Que una mujer tenga tanto derecho a liderar una investigación, cobrar un salario medio o echarse en el sofá a rascarse la entrepierna como cualquier hombre. Que un hombre se sienta tan obligado a asistir a las tutorías, a cuidar de su madre o a presentar un currículo en condiciones como cualquier mujer. Que aumente el número de científicas, de señores de la limpieza, de consejeras delegadas y de amos de casa, de bomberas y de enfermeros, de presidentas del Gobierno y de secretarios de administración. Y que se acaben los asesinatos en el ámbito doméstico, los abusos y violaciones, como se acabaron las lapidaciones de las adúlteras, el derecho de pernada, el sufragio masculino o las cuentas corrientes con permiso de marido. Que, al fin, seamos hombres, mujeres o piedras de mechero. Y que dé igual.

Como hombre, en la cita de mañana me corresponde atender, comprender y asimilar. Pero también identificarme con una corriente que esté más próxima o más alejada de los postulados de las mujeres. Porque dentro de mi género no hay un pensamiento uniforme, como no lo hay dentro del género de enfrente. Hay hombres que anuncian su voluntad de participar en la movilización de mañana y otros que la tildan de rebelión anticapitalista. Como hay mujeres que tachan al feminismo de espanto contemporáneo y otras que lo consideran su única manera de respirar. Hay quien defiende los topless de Femen para luego criticar los escotes de Jennifer Lawrence. Hay quien despotrica contra todo tipo de depilación y quien opina que ahora es más fácil escandalizar a las feministas que a las beatas. Hay quien desea consenso y quien promueve la venganza. He conocido compañeras con una inmensa capacidad de liderazgo y otras que no valían ni para mascar chicle. He conocido compañeros con una inmensa capacidad de liderazgo y otros que no valían ni para mascar chicle. Mañana hay una importante cita con la igualdad, que es la meta y el objetivo final. No la confundamos con la uniformidad, que es un peligroso intento de reducir a uno los caminos que llevan a Roma. Una vez en destino, ya todo dará igual. Todo será igual. @faroimpostor


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