VALÈNCIA (EFE). Iberia espera poder convencer a Bruselas de que la compra de Air Europa no afecta a la competencia una vez que la semana que viene la Comisión Europea emita, previsiblemente, su documento de objeciones a la fusión, y para eso ha presentado un catálogo de "remedies" (concesiones de rutas) que considera muy ambicioso.
La aerolínea del grupo IAG -al que también pertenecen British Airways, Vueling, Aer Lingus y Level- espera que la Comisión Europea emita esta próxima semana su "statement of objections" (documento de objeciones), que, como su nombre indica, solo recogerá los reparos comunitarios en torno a la compra por Iberia del 80 % del capital de Air Europa que todavía no controla, por 400 millones de euros.
Son conscientes en el grupo aéreo con sede en Madrid de que en ese documento la Comisión pondrá el acento en la parte negativa, pero una vez que se cierre ese hito creen que el paquete de "remedies" presentado, cuyos detalles no se conocen, garantizará la competencia, porque supone ceder a otras aerolíneas el 40 % de las rutas que hizo Air Europa en 2023.
La resolución por parte de las autoridades comunitarias de la compra del 41 % del capital de Ita -la antigua Alitalia- por parte de Lufthansa, un proceso que va más avanzado que el español, puede dar pistas sobre la posición de la Comisión.
En ese caso, los órganos comunitarios entienden que podría reducir la competencia en rutas que conectan Italia con países de Europa central y en otras de largo radio entre Italia y Estados Unidos, Canadá y Japón y tiene dudas sobre la posición dominante en el aeropuerto de Milán-Linate.
El presidente de Iberia, Marco Sansavini, ha insistido en que no habrá ni una sola ruta en la que las dos aerolíneas operen en solitario, sino que en todas habrá, al menos, un tercero. Se ha comprometido a no ser el operador único en ningún país de América desde Barajas, que enlaza con 21 países de ese continente.
De esos 21 países, Iberia y Air Europa tienen el 100 % de frecuencias en seis de ellos, una concentración menor que la de Air France-KLM en el aeropuerto de Ámsterdam, desde donde es operador único en 10 países, o el parisino Charles de Gaulle, con 12.
El grupo defiende que la operación es también positiva para configurar un "hub" (centro de distribución del tráfico aéreo) potente en Madrid que pueda competir con los grandes del continente -París, Ámsterdam y Fráncfort-, en los que existe una aerolínea de referencia, Air France-KLM en el primero y segundo, y el Grupo Lufthansa en el tercero.
Air France-KLM es, en sus dos "hub", 23 veces mayor que el siguiente competidor y Lufthansa es siete veces más grande. Mientras, Iberia-Air Europa quedaría en Madrid seis veces por encima del segundo, Ryanair.
El consejero delegado de IAG, Luis Gallego, asegura que una vez concluida la fusión -que espera para el segundo semestre- Barajas contaría con unos 70 aviones de largo radio, una cifra similar a la que tiene KLM en Ámsterdam.
La Comisión quiere asegurar que la operación no afecte negativamente a los precios o a la calidad del servicio dentro y fuera de España, según la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
Entiende que la fusión reduciría la competencia en rutas domésticas, especialmente en aquellas en las que el tren de alta velocidad no ofrece una alternativa, así como en los enlaces entre las península y las islas.
También tiene dudas sobre rutas de corta distancia que conectan Madrid con capitales europeas, con el Reino Unido, Israel, Marruecos o Suiza, y en las conexiones de largo radio con América, donde ambas aerolíneas tienen pocos competidores en los vuelos sin escalas.
La Comisión se pronunciará sobre la operación antes del 15 de julio de este año, confirmó a EFE un portavoz de la institución. No obstante, fuentes de Iberia creen que todavía podría haber nuevas "paradas de reloj" por parte de Bruselas en el análisis, dada la complejidad de la operación. Volotea, Ryanair y Binter han mostrado interés en quedarse con rutas de las que deba desprenderse IAG.
El Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil está también analizando desde junio de 2023 la operación, después de la petición de Iberia y Air Europa, y en la que Latam se personó en enero pasado como tercera interesada.
Considera la aerolínea chilena que el tráfico aéreo desde Madrid quedará concentrado en manos de las dos españolas, y puede afectar a la ruta que gestiona entre el aeropuerto internacional de São Paulo en Garulhos y el de Madrid.
Actualmente, están en fase de interrogar a los competidores (incluidas aerolíneas que no vuelan a Madrid, sino a otros destinos en Europa, como Turkish, AirChina, TAP, Lufthansa, Swiss, Qatar, Air France-KLM) y a las propias interesadas. IAG ha explicado recientemente al CADE que no tienen capacidad para perjudicar a las competidoras y que la fusión no va a alterar el mercado.