fiesta vintage en jendrix este viernes

¿Hay vida más allá del reggaton y del indie?

25/01/2019 - 

ALICANTE. Una retrospectiva musical en la que recuperan temas míticos de los años 40 o 50 en Norteamérica, con ritmos rock'n roll, soul o funk, atravesando los 60 y 70 hasta la época más disco, está llevando a los dj's Almodis y Andreu a recorrer distintos locales de Barcelona que apuestan por una alternativa al reggaeton o a la música pop e indie que copa la mayoría de las salas. Se trata de un experimento musical que probaron por diversión, pero que está resultando todo un éxito ya que en cada cita reúnen a más público frente a su mesa de mezclas. Una fiesta vintage que este fin de semana se traslada a Alicante, hasta el conocido bar Jendrix, donde empezarán a pinchar a partir de las 23:30 horas de este viernes. "Me viene de familia, todos somos aficionados a la música negra y somos coleccionistas en general", cuenta Almodis, la media naranja musical de Andreu, quien se confiesa más adepto al rock'n roll y los temas de la Motown.

Andreu suele pinchar Your love keeps lifting me higher, de Jackie Wilson, mientras que Almodis asegura que uno de los temas que no pueden faltar nunca en sus sesiones, porque le "define mucho", es Barefootin, de Robert Parker. Sin embargo, crear una versión propia de sus canciones favoritas es algo que tienen pendiente y que no solo no descartan, sino que les motiva a seguir evolucionando musicalmente. "Tenemos estudios relacionados con la música y sería un paso hacia adelante con el dúo", confiesa Almodis. Juntos hacen un buen equipo, ya que sus conocimientos y gustos les permiten abarcar toda una parte de la historia de la música, ofrecen una variada mezcla de estilos sin que la cosa pierda sentido.

En esta ocasión, por primera vez sales de su tierra para llevar a cabo una de sus fiestas. "Nuestros inicios fueron en un bar musical mítico que se llama Barbara Ann, donde repetimos asiduamente, y después en la sala Koitton, en el corazón del casco antiguo de Sants, siendo una de las salas míticas de Barcelona, pero también hemos pinchado en el Kwai, donde se suelen hacer pinchadas no sólo de rhytm'n blues y de funk, sino también de rock'n roll, reggae y kinhead reggae", detalla Almodis. "Teniendo en cuenta que el proyecto tiene menos de un año no nos podemos quejar en absoluto de lo bien que nos está yendo".

Lo cierto es que es todo un hobby, ya que ambos cuentan con su trabajo al margen de esta afición. Así que solo pueden hacer sus "pinchadas" de forma bimensual o como máximo mensualmente. "Es complicado compaginar los horarios", lamenta. Y es que la música es su pasión y les encantaría dedicarse a ello más a menudo. Porque lo que tienen claro es que quieren ofrecer una alterativa a la actual oferta de ocio. "Lo que hacemos, ese recorrido musical, hace que la gente salga de la industria musical global y escuche, no oiga" describe. "El reggaeton y el indie, hoy en día, más que composiciones o canciones, son productos que suenan en masa normalmente para entretener, pero nosotros lo que queremos es que nuestro público, cuando salga, quiera descubrir más allá de los horizontes del sistema musical comercial", explica.

Más opciones para el fin de semana

El polifacético artista argentino Andy Chango lleva a la sala Clan Cabaret de Alicante, este sábado, su espectáculo unipersonal El hombre nada. Un show difícil de definir ya que combina diferentes facetas de un solo artista: los textos, quizás surgidos a raíz de la publicación de Indianápolis, que es su primera novela. Pero también a través del humor verbal, potenciado por su experiencia televisiva en los últimos años en argentina. El hombre nada se ríe de casi todo: sus orígenes, el Alzheimer, Dios, la impotencia sexual, la paternidad, la inmigración, la monarquía, el alcohol, las enfermedades psiquiátricas, el rock, la vagancia y el patetismo humano en general. Con su pequeño órgano electrónico, Andy Chango lleva a su público a pasear por un universo de música y palabras destinadas a borrar con una sonrisa todos los males de este mundo. La mordacidad de los textos, la composición musical y la despreocupada honestidad del artista, lo convierten en un espectáculo lúcido y disparatado, como su autor.

 

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