La presidenta de La Unión recordó su cumpleaños. Pero, como buena alemana obvió el Día de la Victoria. No fue el inicio de la paz, sino de la escalada bélica. No fue el fin de la guerra, sino el punto de inflexión para el advenimiento de ELLA. Fue el CaosPrevio… Y nadie se dio cuenta. Y así llegó el 9 de mayo. El territorio Kremlin lo celebraba como el Día de la Victoria contra el nazismo. Para el TerritorioEuropa era la celebración de su nacimiento. No fue el fin de la guerra. Y el Gobierno de la Unión continuó con su política de expansión olvidando que “no se puede humillar al vencido”.
Lao ejércitos de la antigua URSS desfilaron sin la gloria esperada en aquél 9 de mayo del Año II d.C. -después de la Covid-. Su líder incumplió la promesa de que sería un día memorable. En su lugar, Vladimir Putin reconoció ante su pueblo los más de 20.000 soldados muertos en menos de tres meses de batalla fuera de las fronteras del TerritorioKremlin.
Miles de kilómetros al sur, en la mítica Odessa, el presidente del Consejo de la Unión visitaba simbólicamente un territorio en guerra. El 9 de mayo representaba también el día del nacimiento de la Unión Europea. Fue en 1950, cinco años después del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando Robert Schuman dijo: “Europa no se hizo, tuvimos la guerra”. Y, desde entonces, la paz había reinado donde las naciones habían luchado entre sí durante siglos.
Charles Michel volvió a pisar las ciudades arrasadas de Ucrania para traer a la memoria el día que estaban todos unidos y dejar en evidencia la realidad. “La guerra vuelve a hacer estragos en Europa. Guerra de otro siglo, una guerra hegemónica en la que un Estado, Rusia, ha invadido un Estado soberano vecino, Ucrania”, dijo el Presidente del Consejo.“El Kremlin quiere ejecutar el espíritu de libertad y democracia. Pero estoy totalmente convencido de que nunca tendrán éxito. He venido a Odesa el Día de Europa con un simple mensaje: no estás sola Ucrania. No te defraudaremos. Y estaremos todo el tiempo que sea necesario”.
-Esta “declaración de guerra” tardó en traducirse e interpretarse como tal, hasta que los acontecimientos se precipitaron meses después. Nunca podrían llegar a imaginar nuestros padres que revivirían una guerra, como la que vivieron sus abuelos. Yo tampoco me lo puedo creer ahora, David, medio siglo después.
-Pero ocurrió. No se sabe cómo ni cuándo, pero el conflicto fue en crescendo, Laura, hasta el punto en que a nadie nos sorprendió cuando la guerra llamó a nuestra puerta… y se la abrimos. Lo anunciaba el denostado Charles Michel al final de su mensaje, dirigido también a todos los ciudadanos de la Unión Europea: ‘Nuestra paz, nuestra prosperidad, el futuro de nuestros hijos, también están en juego aquí en Odesa’. Y así lo recordó en uno de los últimos aniversarios de la Unión…