MÓNACO. A lo largo de toda la semana, el británico Lewis Hamilton decidió resguardar sus emociones. Pidió retrasar varios días su primera declaración pública para encontrar las palabras idóneas para resumir su vínculo con Niki Lauda.
"Él era mi cómplice", dijo el sábado sobre el austríaco, sabiéndose ya portador de la 'pole' y principal candidato al triunfo en el Gran Premio de Mónaco.
La figura de Lauda, tres veces campeón del mundo de Fórmula Uno, resultó clave para el desembarco de Hamilton en Mercedes en 2013.
Recordó el inglés que estaba en Mónaco, en la piscina de su casa, cuando se topó con la voz de Niki Lauda al otro lado del teléfono. "Nunca habíamos hablado. Me dijo: 'deberías venir a Mercedes'. Siempre se ha dicho que Ross Brawn me convenció para venir al equipo (...) pero realmente quien me trajo a Mercedes fue Niki", reveló.
De la estrechez de su vínculo surgió su mejoría año tras año al volante de una flecha plateada. Solo un piloto en la historia cuenta más títulos que los cinco que posee Lewis Hamilton. Y es un nombre legendario; Michael Schumacher tiene 7. A partir de ahí se pueden explicar los innumerables gestos que el piloto de Stevenage dedicó a la memoria de Niki Lauda este fin de semana.
Lewis Hamilton vistió la característica gorra roja con la que su mentor cubría el recuerdo del grave accidente que sufrió en Nurburgring en 1976.
De ese color pintó también el halo de su monoplaza. Una estrella de las que se reparten por la cubierta de su Mercedes lucirá asimismo encarnada lo que queda de temporada. Ningún homenaje, sin embargo, perdurará más en el tiempo que la victoria conseguida este domingo en el Principado, pese al incansable acoso de Max Verstappen (Red Bull) y Sebastian Vettel (Ferrari).
En el mismo escenario donde el carismático Lauda triunfó en 1975 y 1976, con Ferrari, Lewis Hamilton pudo refrendar su liderato en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno.
Domó las gomas y esquivó el infortunio que sí acompañó a su compañero de garaje.
El finlandés Valtteri Bottas no pudo completar el sexto doblete de Mercedes en otras tantas carreras este curso por un inoportuno pinchazo. Max Verstappen le empujó contra el muro en la calle de garajes y frustró, completada la vuelta 10 de 78, todas sus ilusiones en el Principado.
El holandés cruzó la línea de meta en la segunda posición, pero una penalización de 5 segundos por esa acción dio las dos plazas vacantes en el podio a Sebastian Vettel y a Valtteri Bottas.
Lejos de esa lucha se sabía el joven monegasco Charles Leclerc, quien abandonó su Ferrari en la vuelta 18.
El primero de los 'mortales' en Mónaco habló español. Carlos Sainz (McLaren) fue sexto en la carrera, sumó 8 puntos y relanzó notablemente su moral. Aparece séptimo en la clasificación de pilotos, que ahora comanda con mayor holgura Lewis Hamilton.
El inglés cuenta 137 unidades, por las 120 de Bottas. Con ese margen afrontará del 7 al 9 de junio el Gran Premio de Canadá.
"Hoy he luchado con el espíritu de Niki", expuso el vigente campeón y actual líder del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno. "Ahora me gustaría mantenerlo", sentenció.