VALÈNCIA. El PSPV-PSOE se encuentra en una complicada fase de digestión tras los resultados de las pasadas elecciones autonómicas y locales. Pese a aumentar en cuatro diputados su representación autonómica y mantener bastantes ayuntamientos importantes; la pérdida de la Generalitat, la Diputación de Castellón y algunas grandes alcaldías como Elche, València y posiblemente Torrent, ha dejado un sabor fuertemente amargo en la formación socialista.
La batalla que se preveía en caso de sufrir una derrota como la acontecida se ha visto interrumpida por el anuncio exprés de Pedro Sánchez de convocar las elecciones generales para el próximo 23 de julio. Un factor que ha contribuido a la continuidad de los candidatos que no han logrado sus objetivos.
El propio líder del PSPV y presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba este martes en la Comisión Ejecutiva del PSPV su intención de recoger el acta en Les Corts y permanecer en primera línea de fuego realizando su tarea de oposición frente al próximo jefe del Consell, Carlos Mazón (PP). Este jueves el diario Levante-EMV puntualizaba que la idea de la formación socialista es que Puig se sitúe como presidente del grupo en Les Corts e intervenga en los momentos o plenos más señalados, mientras que haya un portavoz más dedicado al día a día en el hemiciclo.
Tal y como informó Valencia Plaza, las sensaciones que circulan en el entorno del todavía presidente de la Generalitat es que Puig no está maniobrando simplemente para cumplir con el expediente de sostener el partido en las elecciones generales del mes que viene, sino que su intención real va dirigida a mantenerse como jefe de la oposición a lo largo de la legislatura y reafirmar la gestión realizada. Incluso, tal y como algunos de sus colaboradores le pidieron en la Ejecutiva del martes, sin descartarse como candidato en 2027.
Un pensamiento a largo plazo que no agrada a sectores del PSPV que consideran necesario un cambio a lo largo de la legislatura para llegar con aires renovados y un candidato diferente y asentado a la cita dentro de cuatro años. Aunque queda mucho tiempo, no es una cuestión que desde las corrientes con aspiraciones dentro de la formación socialista quieran dejar pasar. Si tras las elecciones generales Puig no convoca un congreso extraordinario del partido -sólo se entendería un retraso si hay un congreso federal antes-, la presión crecerá desde distintos sectores del PSPV, dado que se evidenciará que la intención del secretario general será llevar el proceso por el calendario ordinario, lo que conduciría a que el cónclave se celebraría a 2025, con más de la mitad de la legislatura consumida.
Esta hipotética hoja de ruta es la que no ven desde la dirección provincial de Valencia que lidera el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, pero tampoco los afines a su homólogo alicantino, Alejandro Soler, así como otros sectores más críticos con Puig, como el liderado por el alcalde de Almussafes, Toni González, que en los últimos tiempos ha ido aglutinando apoyos dentro del antiguo 'abalismo' -cercanos al exministro José Luis Ábalos-. Aunque en líneas generales se entiende que el todavía expresidente de la Generalitat pueda pilotar el barco por las elecciones generales, desde estos sectores no parecen dispuestos a que se trace un plan de continuidad de Puig a largo o medio plazo, sino que abogan por aprovechar los inicios de la legislatura para reformular el liderazgo autonómico y organizar en base a ello la tarea de oposición.
En este sentido, las distintas fuentes consultadas apuntan a movimientos de presión si llegado el momento no hay cambios, pero también a otras maniobras que indiquen la presencia y fortaleza de estos grupos. Por ejemplo, para Fernández Bielsa y los suyos presidir la Diputación de Valencia -que todavía está en el aire- es un objetivo prioritario, como también resultaría interesante que uno de sus dirigentes de confianza, Toni Gaspar, tuviera un papel destacado en Les Corts, lograr influir en la lista al Congreso. Por su parte, Alejandro Soler tampoco intervino en la Ejecutiva del martes para animar a Puig a continuar, y las fuentes socialistas consultadas también apuntan a maniobras, llegado el momento, para propiciar que se avance en el cambio de ciclo y en el relevo de Puig. Eso sí, puntualizan, no tiene por qué significar que su hoja de ruta y objetivo final coincida con el de Bielsa.
En la tarde de este jueves, se reunió la Comisión Ejecutiva Provincial de Valencia para valorar los resultados electorales. En el comunicado oficial se reseñó lo siguiente: "La ejecutiva provincial (...) ha acordado con el respaldo de todos sus miembros que Bielsa, que es también el secretario general provincial, opte a presidir la Diputación de València por parte del PSPV-PSOE, que ha logrado 12 representantes en la institución provincia".
Una especie de proclamación que sorprendió a diversos dirigentes del PSPV, dado que aunque es cierto que se multiplicaron las voces de apoyo en la reunión en esta línea, esta es una decisión que debería producirse, según marcan los estatutos, en la siguiente reunión de la Ejecutiva, cuando ya estén decididos los diputados provinciales.
Así, la ejecutiva provincial se encarga de proponer la candidatura a la presidencia de la diputación "previa consulta con los/as miembros del grupo socialista elegidos para la constitución de la nueva corporación provincial", algo que todavía no ha podido ocurrir puesto que los diputados provinciales todavía no han sido escogidos. Además, debe informarse previamente a la ejecutiva nacional, votarse en el comité y elevarse posteriormente a la comisión autonómica de listas y, finalmente, ser aprobada por el mismo órgano en este caso federal.