Imagen de archivo de una de las presentaciones del proyecto. Foto: APIBI. Utilizar y modificar residuos industriales para obtener óxido de zinc y generar materiales para nuevos usos industriales. Es el proyecto en el que participó el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y Ocio (Aiju) y lideró gracias a financiación europea y que sigue siendo motivo de ejemplo de buenas prácticaas en la economía circular.
El proyecto Greenzo nació con el objetivo de desarrollar y validar a nivel preindustrial de una planta piloto que permita obtener de óxido de Zinc a partir de un residuo metálico no ferroso -el zamak, una aleación de zinc con aluminio, magnesio y cobre-. El fin era el de validar su utilización en dos sectores industriales: la fabricación de caucho y los procesos químicos de catálisis. De este modo, quisieron calorizar residuos del proceso industrial de transformación de zamak para su aplicación en varios productos y contribuir a la economía verde. Este plan ha sido escogido como caso de éxito por Cotec.
En este caso, se procedió al diseño, desarrollo y puesta a punto de una planta piloto industrial. Con el óxido de Zinc obtenido, además, se procedería al desarrollo y validación de los demostradores en las aplicaciones industriales indicadas.
El plan consiguió la financiación Life+ para este plan liderado por Aiju en un momento en el que no existía ningún tipo de procesado para permitir la obtención a nivel industrial de óxido de zinc con esta procedencia residual. El proyecto estuvo participado por Itq-CSIC, Worteurope y Cauchos Karey. El reciclado de zamak se emplea normalmente para producir lingotes de segunda, generando emisiones perjudiciales, pero para los procesadores resulta más rentable depositar los residuos en vertederos controlados, generando una gran cantidad de residuos que valorizar. Y es que, el óxido de zinc tan sólo se obtiene de la zincita, un mineral derivado de la naturaleza pero el plan esconseguirlo de un residuo industrial, en planta piloto compacta sin emisiones atmosféricas y reduciendo el empleo de recursos no renovables.
El plan ha querido convertirse en una tecnología ecosostenible con un rendimiento del 80% que convierta una corriente residual en unos subproductos aprovechables, crear una nueva fuente de abastecimiento de recursos procedente de residuos, de calidad y a un coste menor al actual, reducir el coste de gestión de residuos y la valorización de los residuos industriales, y potenciando e impulsando los sectores de la fabricación de caucho y eva y la catálisis química en el reformado de bioetanol, así como una transferencia rápida y fácil a la industria de fabricación de productos químicos y de productos industriales.
En cuanto a las ventajas proyectadas par ael medio ambiente están las de la valorización material de 500.000 toneladas de óxido de zinc en fase de mercado madura y la reducción de los residuos peligrosos generados en forma de escorias de fundición y lodos de vibrado, así como un uso eficiente de residuos industriales y naturales y la generación e impulso de economías locales.
Asimismo, quiere abrir nuevos mercados para productos medioambientalmente amigables, generar unidades de negocio en el sector de la gestión de residuos, nuevas fuentes de suministro de materia prima y el fomento de la competitividad de las empresas transformadoras de zámak, así como la contribución a la innovación industrial europea.
